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LANCHA CAÑONERA POR ANTONIO BARCELÓ

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Uno de nuestros mejores marinos ilustrados del siglo XVIII fue Antonio Barceló. Siendo teniente general de la Real Armada española colaboró en el asedio de Gibraltar, durante los años de la Guerra contra Inglaterra de 1779 y 1783, mediante la aportación de unas lanchas cañoneras de su invención que supondrían el comienzo de hacer la guerra marítima de una manera muy efectiva y que fueron el terror de los ingleses. La lancha cañonera fue una aportación más de la Ilustración española a la ciencia marítima y militar.


ANTONIO BARCELÓ


La lancha cañonera estaba blindada con planchas de acero por toda la obra muerta, con formas redondeadas que hacían rebotar los proyectiles enemigos. Montaba una sola pieza artillera en su centro de 24 libras, protegida con un parapeto que se podía alzar o abatir. Sus dimensiones eran de 56 pies de eslora, 18 de manga y 6 de puntal y 14 remos por banda y una gran vela latina para modificar su rumbo y apuntar, aunque luego se modificó el proyecto añadiendo a la pieza artillera una base giratoria que permitían apuntar el cañón sin modificar el rumbo de la embarcación.

Antonio Barceló y Pont de la Terra, era natural de Galilea (Puigpuñent, Mallorca) donde nació en 1717. El 24 de agosto de 1779, Barceló ascendió a jefe de Escuadra y fue nombrado comandante de las fuerzas navales destinadas al bloqueo de Gibraltar. Su fuerza la componían un navío de línea, una fragata, tres jabeques, cinco jabequillos, doce galeotas y veinte embarcaciones menores. Por tierra debía efectuar el ataque el general Martín Álvarez de Sotomayor. Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de construir las lanchas cañoneras y bombarderas, que tantos éxitos le dieron a él como a los que las comandaban, realizando prodigios nunca pensables, incluido el ataque a los navíos británicos, que en la mayoría de los casos huían.

La dificultad para atacar la plaza por mar residía en la más que comprobada inferioridad de los buques de vela y madera de la época contra las fortificaciones terrestres. Nelson afirmaba a este respecto que un cañón en tierra en un buen reducto valía diez embarcados, y eso a igualdad de proyectiles, pues desde tierra era fácil responder al atacante con balas rojas o granadas incendiarias, que por su peligrosidad estaban casi totalmente descartadas en los buques.




MAQUETA DE LANCHA CAÑONERA


Para bombardear la plaza ideó el marino mallorquín el uso de las lanchas cañoneras y bombarderas, consistentes en armar grandes botes de remo con una pieza de 24 (casi la de mayor calibre de la época, pues las más pesadas eran de 32 ó 36 y sólo en las baterías bajas de los navíos), o con un mortero. Para proteger a la tripulación se dotó las lanchas de un parapeto plegable forrado por dentro y fuera con una capa de corcho. Medían 56 pies de quilla, 18 de manga y 6 de puntal, con 14 remos por banda. Montaban la mencionada pieza de artillaría sobre un sistema giratorio. El velamen consistía en una gran vela latina, y su dotación era de una treintena de hombres.

Muchos opinaron que tales botes no podrían soportar el peso y mucho menos el retroceso de la enorme pieza, pero las experiencias probaron que tales temores eran infundados. Barceló desarrolló su idea proporcionando a las lanchas un blindaje de hierro, que las cubría hasta por debajo de la flotación. Pero pronto se pudo observar que tales precauciones eran exageradas, pues, dado los limitados recursos de puntería de la época, resultaba poco menos que imposible acertar a las pequeñas lanchas cuando atacaban de proa, mientras que éstas tenían muchos menos problemas para batir blancos mucho mayores. El mejor juicio sobre su efectividad, y no pudo ser más concluyente, vino del enemigo.


Según un oficial británico llamado Sayer:
"La primera vez que se vieron desde nuestros buques causaron risa; mas no transcurrió mucho tiempo sin que se reconociese que constituían el enemigo más temible que hasta entonces se había presentado, porque atacaban de noche y, eligiendo la mayor oscuridad, era imposible apuntar a su pequeño bulto. Noche tras noche enviaban sus proyectiles por todos lados de la plaza. Este bombardeo nocturno fatigaba mucho más que el servicio de día. Priméramente, trataron las baterías de deshacerse de las cañoneras disparando al resplandor de su fuego; después se advirtió que se gastaban inútilmente las municiones."


PLANO DE LANCHA CAÑONERA


Finalmente, el rey ilustrado Carlos III eligió como arma principal para el asedio de Gibraltar las baterías flotantes inventadas por el ingeniero francés D´Arçon que se mostraron absolutamente sobredimensionadas e incapaces para una acción de este tipo y que fueron destruidas por el enemigo británico, siendo uno de los principales motivos del fracaso final del asedio de Gibraltar que finalizó en 31 de enero de 1.783.

Se construyeron 10 plataformas cañoneras tipo D´Arçon. Montaban en total 140 cañones de grueso calibre, munición para el asedio y una dotación de 5.300 hombres. Cuatro de las baterías flotantes del modelo D´Arçon fueron destruidas por el enemigo porque presentaban un blanco fácil y explosionaron fácilmente al estar sobrecargadas. El gran Federico Gravina, héroe español de la batalla de Trafalgar, mandó una de ellas en esa jornada de Gibraltar, la San Cristóbal de 17 cañones que también fue destruida por el enemigo.

La Armada española fue precursora en el uso de la lancha cañonera, que prestó grandes servicios y victorias frente a escuadras convencionales desde el último cuarto del siglo XVIII hasta el primer cuarto del XIX. Gracias a ellas se repelieron eficazmente los diversos ataques a Cádiz en la Guerra contra Inglaterra de 1797 a 1799 y durante la Guerra de la Independencia española de 1808 a 1812, constituyendo una auténtica "guerrilla naval". Incluso se llegaron a utilizar lanchas cañoneras operando en el río Ebro, en los sitios heroicos de Zaragoza, contra la invasión napoleónica.

Posteriormente la Armada española siguió utilizando las lanchas cañoneras en su doble función artillera y como patrullera. Su uso fue muy frecuente en las guerras coloniales en Cuba y Filipinas a finales del XIX. El cañón Tigreque fue el que arrancó el brazo al almirante Nelson en su frustrado intento de tomar de Santa Cruz de Tenerife, el 24 de Julio de 1.797, acabando en derrota y rendición de la Royal Navy ante las fuerzas españolas.

 
 
DIBUJO DE LANCHA CAÑONERA
 

LEY PERPETUA DE LAS COMUNIDADES DE CASTILLA

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La Ley Perpetua del Reino de Castilla puede considerarse el primer precedente de Constitución liberal en Europa si se analiza el proceso y el documento. Redactada en Ávila el año 1520 por los representantes de las principales ciudades, expresaba los elementos propios de la Constitución política castellana formalizados en un texto aprobado por nuclear.



AJUSTAMIENTO DE LOS CAPITANES COMUNEROS JUAN PADILLA, JUAN BRAVO Y FRANCISCO MALDONADO
EN VILLALAR EL 24 DE ABRIL DE 1521, POR ANTONIO GISBERT (1860)


La Ley Perpetua del Reino de Castilla fue redactada por la Junta de Procuradores de las Comunidades de Castilla reunida en Ávila en el verano de 1520. Este conjunto de leyes resultó ser el gran precedente constitucional hispánico, frustrada en su aplicación por la oposición del rey Carlos V de Habsburgo y su Corte. Y es que el movimiento político comunero desarrollado entre 1519 y 1521 puede considerarse como la primera revolución constitucional europea si se analiza con detalle el proceso y el documento.

La Ley Perpetua de 1520, también denominada como la Constitución de Ávila o los Capítulos del Reino, expresa los elementos propios de la Constitución Política castellana formalizados en un texto aprobado por los representantes de las principales ciudades de la Castilla nuclear.

No fue el escueto documento elaborado exactamente un siglo después, en 1620, por los “padres peregrinos” ingleses a bordo del May flower, la primera Constitución política del mundo. Tampoco tuvieron este carácter los pactos que otros monarcas celebraron siglos atrás con los estamentos nobiliarios al objeto de garantizar a éstos determinadas concesiones: la Carta Magna inglesa de 1215, la Bula de Oro húngara de 1222, y el Privilegio General Aragonés de 1283. Tales textos tuvieron como único fin la limitación del poder de la Corona, pero en modo alguno establecieron la organización del Estado y el aseguramiento de los derechos ciudadanos.

La Ley Perpetua que los comuneros enviaron desde Tordesillas al emperador fue el primer documento que realmente marcó un precedente constitucional en el mundo. Su normativa política no solamente tiene carácter revolucionario, sino que puede ser considerada como un auténtico texto preconstitucional, como la más temprana Constitución histórica de España, pese a carecer de ideología sistemática y completa. Eran la expresión más fidedigna y exacta del pensamiento político, económico y administrativo de la revolución comunera, que estableció un plan regular de Gobierno.

El triunfo del documento constitucional escrito, dentro del proceso político mundial, se inició con la “Constitución de Ávila”. De hecho, este texto se invocase más de una vez en 1787 en los debates de la Constitución norteamericana, y que en el período constituyente de Filadelfia (25 de mayo de 1787 - 17 de septiembre de 1787), se aludiera con reiteración a la llamada “Constitución de Ávila”, como documento inspirador de la Carta Política de los Estados Unidos de América. Y es que el texto de Ávila era una Constitución “impuesta”, pero también una Constitución “originaria”, por cuanto contenía principios fundamentales nuevos y originales que intentaba imponer en el proceso político y servir de base para la voluntad estatal.

Así pues fue el antecedente de nada menos que de la constitución norteamericana, primer estado formalmente democrático, aunque con formas que todavía tenían que evolucionar, como por ejemplo la abolición de la esclavitud.


MURALLAS DE ÁVILA


Los comuneros estamparon sus exigencias y reivindicaciones en diversos documentos. Antes de escribirse la Constitución de Ávila se hicieron varios borradores, algunos de los cuales se conservan, ya que gran parte del acerbo documental se ha perdido, unas veces por causas naturales y otras por una sistemática destrucción ordenada respecto de los fondos documentales. Así pues, una cédula de los virreyes de 21 de marzo de 1521 ordenaba al corregidor de Salamanca la destrucción de los documentos relativos al proceso comunero y el propio emperador Carlos V, el 23 de agosto de 1522 confirmaba esta orden. También se carece de las actas de la Santa Junta de Ávila que deberían conservarse entre los protocolos del Archivo Histórico Provincial de Ávila y que aportarían un conocimiento completo de los pormenores y vicisitudes de la también llamada Liga de Ávila.


Los Capítulos más transcendentales del proceso comunero fueron elaborados entre los últimos días de agosto y primeros de setiembre de 1520 en la villa de Martín Muñoz de las Posadas, a 38 kilómetros de la ciudad de Ávila, lugar que tuvo gran renombre en las concentraciones comuneras. Tal vez pueda ser el primer borrador o proyecto de Capítulos de la Junta de Ávila.


Se vislumbra en el documento el radicalismo de sus redactores con tendencia a la máxima limitación del poder real, aunque después en la Ley Perpetua serían dulcificadas las peticiones.


No consta ni fecha ni lugar donde se redactase, ni incluso figuran las personas intervinientes, por lo que se ha dudado si fue obra de la Junta de Ávila en Tordesillas o de la propia Junta durante sus primeras reuniones en Ávila. Algunos historiadores han creído ver que se redactó en esta última ciudad, aduciendo que están escritos “con singular osadía, lenguaje propio de los comuneros de Avila”, donde los ánimos estaban más enconados en los primeros momentos del levantamiento. Aunque lo más probables es que el documento hubo de ser redactado en los primeros momentos de actuación de la Junta de Ávila, e incluso que tuviera participación en la redacción.


Los borradores eran más radicales que los documentos posteriores, los comuneros eran pues al parecer precursores de los modernos políticos expertos en el arte de amagar pero no dar. Lo que no está nada claro es que pretendieran algo así como una nación castellana o algo parecido ya que, en primer lugar, el adjetivo castellano se refería al conjunto de reinos de la corona de Castilla pero no a la específica región castellana.


Su inspiración no eran las antiguas comunidades de villa y tierra castellanas que ya en el siglo XVI apenas conservaban restos de su antiguo régimen foral, sino las ciudades libres italianas del Renacimiento. A pesar que la tradición castellana de los Concejos inspiró las tendencias democráticas comuneras, el modelo italiano fue el que se siguió cuando llegó el momento de acometer la elaboración del amplio plan de descentralización.



CARLOS V EN MÜHLBERG, POR TIZIANO (1548)


Existen varias notas determinantes en lo que se ha llamado “despliegue institucional” de la Junta. El primer término se basa en un plan de descentralización mediante el cual cada Comunidad elaboraba su propia organización política y conducía sus propios asuntos con gran autonomía, limitándose la Junta General a proveer las diligencias generales y a ejercer las responsabilidades a escala nacional. Sin duda, los comuneros pretendían hacer de Castilla una federación de ciudades libres.

El debatido obispo de Zamora, Antonio de Acuña, mitrado indómito y capitán de comuneros, planeaba un sistema de regionalismo o provincialismo“separatista”, en el que incluyó a Toledo, Burgos, Valladolid, Salamanca, Ávila y Segovia, y llegó a decir que “quedarían exentas y libertadas como lo son Venecia, Génova, Florencia, Siena y Lucca, de manera que no las llamen ciudades sino señorías y que no haya en ellas regidores sino consules”.

El ambicioso obispo de Zamora sentía sin duda el momento renacentista y era decidido opositor del Absolutismo monárquico. Conocedor de Italia y de sus formas políticas, el recuerdo de los años vividos en las ciudades italianas quizá impulsaban a buscar en la imagen política de aquéllas un modelo o patrón para las ciudades de Castilla.

Evidentemente es mucho más interesante una Venecia o una Florencia que no una Valladolid con ansías caciquiles y centralizadoras.

Se ha dicho hasta la saciedad que el movimiento comunero del siglo XVI no fue en absoluto un fenómeno estrictamente castellano, sino que participaron diversos reinos de la corona castellana: León, Murcia, Andalucía y también los territorios forales vascongados; la participación de la andaluza Jaén fue notable.
 

BARCO CON RUEDA DE PALAS POR BLASCO DE GARAY

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El marino e inventor Blasco de Garay contribuyó al desarrollo de la navegación con importantes innovaciones, siendo la más relevante de ellas el desarrollo de la rueda de palas en barcos como sustituto de los remos y velas, que ya se había utilizado en el siglo IV en China y Bizancio. También se le atribuye la realización de las primeras pruebas de máquina de vapor aplicada a la navegación en el año 1543.

 

BLASCO DE GARAY


Un barco de vapor es un buque propulsado por turbinas de vapor. Consta elementalmente de una caldera de vapor, de una turbina de vapor o máquina de vapor y de un condensador refrigerado por agua. La transmisión se consigue con un cigüeñal en las máquinas de vapor o con una caja reductora en el caso de usar turbinas.

Blasco de Garaynació alrededor del año 1500, en Barcelona. Fue inventor y capitán de la Armada española durante el reinado de Carlos I.

Garay propuso al emperador un sistema de navegación que contenía una gran caldera de agua hirviendo y unas ruedas de palas a ambos lados de la embarcación para hacer propulsar las naos y embarcaciones mayores en ausencia de marejadas, sin necesidad de utilizar la fuerza del viento o el trabajo de remeros. A pesar de los obstáculos y contradicciones que experimentó este proyecto, el emperador convino que se ensayara, verificándose en el puerto de Barcelona el 17 de julio de 1543.

El experimento se efectuó en una nao de 200 toneles denominada Trinidad, venida de Colibre hasta Barcelona para descargar trigo, su capitán fue Pedro de Scarza. Garay contó con varios testigos entre los que estaban: Enrique de Toledo, el gobernador Pedro de Cardona, el tesorero Rávago, el vicecanciller, el maestro de Cataluña Francisco Gralla, y varios capitanes situados dentro de la nao y en el exterior.


 

ESQUEMA DE UNA HIPOTESIS DE MAQUINA TEÓRICA DE GARAY


Los informes de aquellos testigos fueron positivos, destacando la rapidez en los giros y asegurando que la nao se desplazaba a legua por hora cuando menos. Por el contrario, Blasco sufrió el enfrentamiento con su enemigo, el tesorero Rávago, quien sostuvo que andaría dos leguas cada tres horas, que resultaría muy complicado y costoso su desarrollo, y que había mucho peligro de explosión de la caldera.

A pesar de las dificultades y contradicciones el proyecto de Garay fue apreciado por Carlos I quien promovió su desarrollo aportando 200.000 maravedíes para los gastos, y concedió otras mercedes.

Pero a la hora de llevarlo a la práctica, Rávago, secretario real encargado de la Hacienda, fuera por superstición o por otra razón, desautorizó el proyecto. De haber obtenido fondos para la investigación, la importancia de los ingenios de Garay podía haber sido inmensa.


ESQUEMA DE LA DE MAQUINA EXHIBIDA POR GARAY EN BARCELONA EN 1543


Este descubrimiento está contemplado en los documentos del Archivo General de Simancas y acreditado por el director del Archivo, Tomás González Hernández, en 1825 y por el historiador Joaquín Rubió i Ors en 1880.

Más adelante, Garay envió un documento al rey, en donde exponía nuevas innovaciones, tales como: sacar buques de debajo del agua, aun cuando estuviesen sumergidos a cien brazas de profundidad, con sólo el auxilio de dos hombres; un aparato para que cualquiera pudiera estar sumergido bajo el agua todo el tiempo que le conviniese; otro aparato para descubrir con la simple vista objetos en el fondo del mar; la manera de mantener bajo el agua una luz encendida; o el medio de convertir en dulce el agua salobre.

También colaboró con Diego de Salazar y con Diego López de Ayala en la traducción de la Arcadia de Jacopo Sannazaro en 1549.
 

PRINCIPIO DE SOBERANÍA POPULAR POR FRANCISCO SUÁREZ

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Francisco Suárez ha sido reconocido como uno de los juristas que mayor aportación ha efectuado al Derecho internacional de gentes. Fue precursor de la necesidad de una Organización de la Naciones Unidas, continuista de la obra de Francisco de Vitoria y renovador de la Escolástica europea. Su pensamiento jurídico influenció a los grandes ilustrados del siglo XVIII. Ha pasado a la historia por su importante contribución a la filosofía de la ley.


FRANCISCO SUÁREZ
 
 
Francisco Suárez fue un filósofo, teólogo y jurista, que ha pasado a la historia por su importante contribución a la filosofía de la ley. Hombre de una gran cultura y erudición griega, latina, árabe y hebrea, pudo asimilarla toda, ordenarla, simplificarla y eliminar de ella verbalismos ociosos. Por su inmensa cultura y puntualidad doctrinal, y también por su fervor religioso, Suárez fue llamado Doctor Eximius et Pius.
Es el jesuita de más relieve a nivel mundial en el campo del Derecho Natural e Internacional, además de sus aportaciones a la Filosofía y la Teología. Se situó en la cumbre del movimiento intelectual iniciado con el Concilio de Trento conocido como la Contrarreforma.
 
Nacido en Granada en 1548, demostró desde joven un prodigioso talento, y así a los catorce años ya estaba estudiando Derecho en la Universidad de Salamanca. Cinco años después ingresó en la Compañía de Jesús.
 
De 1566 a 1571 estudió Filosofía y Teología y, al terminar, enseñó estas disciplinas en varias ciudades: Segovia, Ávila, Valladolid y Roma. En el Colegio de Roma trabajó durante cinco años, donde participó en la elaboración del Ratio studiorum.
 
Fue catedrático de teología en la Universidad de Alcalá de Henares en 1585 donde sus primeros libros le valieron dificultades con censores dominicos como Avendaño, Vázquez y Lessius. En 1593 llegó a Universidad de Salamanca como profesor, centro docente destacado por su pionera Escuela de Economía moderna y Derecho Internacional de gentes.
 
Fue requerido por Felipe II para que asumiese la cátedra de Prima de Teología en la Universidad de Coimbra en 1597. Ese mismo año se editó su obra maestra Disputationes metaphysicae (Disquisiciones metafísicas). Allí permaneció casi veinte años, realizando desplazamientos a Lisboa, Salamanca, Madrid o Roma y ocupándose de sus escritos.
 
Tras instalarse en Lisboa en 1615, cayó enfermo y muerto dos años después.


UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

Suárez fue el más moderno de los escolásticos y el más escolástico de los modernos de su tiempo. Culminó un ciclo de grandes teólogos y juristas que España dio al mundo en algo más de un siglo (Vitoria, Las Casas, Sepúlveda, Mariana, Soto, etc.). Heredero de toda la Escuela, supo llevarla a su punto de madurez más avanzado; después de él pronto se producirá la decadencia de esta tradición milenaria. Pero la proyección de Suárez fue intensa y duradera.

Revitalizó la ya decaída escolástica europea, que compendió en 1597 en su obra principal Disputationes metaphysicae, expresando tanto sus ideas teológicas como sus posiciones jurídicas que fueron presentadas de forma inseparables respecto a su sistema filosófico. Innovó un nuevo método expositivo de la metafísica en el que prescindió de la exposición aristotélica estableciendo la contraposición entre el ser-finito y ser-infinito. Supuso el primer cuerpo de doctrina metafísica independiente, expuesto en 54 tratados, divididos en secciones y artículos, y en 75 manuscritos.

En contraposición a la mayoría de los humanistas, ponderó el valor de la escolástica tradicional, discutió sus ideas, separando cuidadosamente los elementos válidos de los caducos y, en definitiva, renovando toda la tradición especulativa anterior, sintetizando además la metafísica grecorromana como una disciplina autónoma e independiente. Aunque fue continuista de las ideas de Tomás de Aquino y de Duns Escoto, pudo superarles y criticar sus principales ideas.

Dentro de la escolástica, Suárez fundó una escuela conocida por su nombre, el Suarismo, que se considera seguidora del pensamiento de Tomás de Aquino, pero muy independiente del tomismo.

El objetivo central de Disquisiciones metafísicas era la defensa de la concepción judeocristiana de la creatio ex nihilo y de la demostración de que en su calidad de animal racional, el hombre está en condiciones de conocer la existencia de un Ser increado, en este caso Dios.

La Filosofía Física o Natural ayuda al hombre a acercarse a este fin, pero para alcanzarlo es necesaria la Metafísica: “Sólo la Metafísica está en condiciones de probar que existe algún Ser increado”. Suárez insistía que toda cosa creada lo ha sido por otro y que, por ello, “es imposible que algo sea el producto de sí mismo”, pero como este proceso ha tenido que tener un origen, llega a la conclusión de que ha de existir un Ser que no ha sido creado por otro, y éste no es otro que Dios: “Dado que Dios es el fin último, se desprende de ello que es también el principio de todo”.
 


 
ESCULTURA DE FRANCISCO SUÁREZ EN LA UNIVERSIDAD HISPALENSE
 

Según Suárez, las propiedades transcendentales del ser son la unidad (individual, formal y universal), la verdad (esencia del objeto) y la bondad (perfección).

Admitió tres clases de universo: físico, metafísico y lógico. Definía a la metafísica como ciencia que considera el ente en cuanto tal, o en cuanto prescinde de la materia. Existe abstracción de materia individual (Física), de materia sensible (Matemáticas) y de toda materia (Metafísica). El objeto propio de la metafísica son los seres reales estudiados en toda su amplitud.

Es de especial relevancia su consideración del modo de existencia en la relación criatura-creador que, por ser esencial, fundamenta una razón última y suficiente.

Los principios característicos del Suarismo teológico son:

- el principio de individuación
- la potencialidad pura de la materia
- lo singular como objeto de conocimiento intelectual
- la distinción no conceptual entre esencia y existencia
- la posibilidad de la substancia espiritual
- la ambición por la unión hipostática
- la Encarnación del Verbo
- la solemnidad del voto solamente en el derecho eclesiástico
- el sistema de Congruismo
- la posibilidad de que ciencia y fe mantengan la misma verdad
- la creencia en la autoridad divina
- la transubstanciación del cuerpo y sangre de Cristo en la Eucaristía
- la superioridad de la virgen María sobre ángeles y santos.

Las Disquisiciones metafísicas son “fuera de toda duda, la obra filosófica más importante de la filosofía cristiana desde la Edad Media”, como señaló Josef Soderen su estudio Franz Suárez und sein Werk. Eso explica que en muchas universidades alemanas y holandesas, tanto católicas como protestantes, fuera utilizado como libro de texto. Ejerció tanta influencia en los centros docentes europeos que en Alemania aparecieron 17 ediciones de este libro entre 1597 y 1636.

También es conocido el impacto que las Disquisiciones suarecianas ejercieron en pensadores como Grocio, Descartes, Christian Wolf, Franz Brentano o Schopenhauer, quien en su obra El mundo como voluntad y representación dejó bien clara su admiración por el tratado de Suárez. Martín Heidegger declaró en su obra Ser y tiempo que Suárez había sido el verdadero mediador entre la ontología griega y el pensamiento moderno.

Puede considerarse sus Disquisiciones metafísicas como la primera construcción sistemática de la metafísica después de Aristóteles, por ello ejerció una influencia considerable en el pensamiento posterior como el más moderno de los escolásticos.

FRANCISCO SUÁREZ

Además de sus aportaciones sobre la metafísica, el teólogo granadino ha pasado a la historia del pensamiento universal por sus estudios sobre el Derecho Internacional y la problemática de la guerra. Como otros tratadistas antes que él, distinguía entre la guerra agresiva (bellum aggressium) y la guerra defensiva (bellum defensivum). La guerra está justificada y es incluso necesaria cuando responde a una injuria grave (gravis iniuria); es injusta y reprobable cuando falta este requisito. Ahora bien, aunque la guerra basada en la autodefensa sea en principio legítima, si no se ejerce con la debida mesura y precaución, puede convertirse en guerra injusta a causa de los daños que ocasionan al enemigo.

Así, escribe en De triplici virtute theologica (Sobre las tres virtudes teológicas): “Aunque la guerra no sea en sí mala, pertenece, por los muchos daños que produce, a las empresas que a menudo son llevadas a cabo de manera improcedente. Son precisas, pues, muchas circunstancias especiales para que pueda ser una guerra honesta.”

La base argumental que Suárez utilizó para analizar la guerra justa e injusta la aplicó también para explicar las relaciones entre las naciones y, a nivel intra-estatal, las de los soberanos y sus súbditos. En este segundo aspecto, declaró en Sobre las tres virtudes teológicas, que “una guerra de la República contra el Príncipe, aunque sea agresiva, no es intrínsecamente mala”, añadiendo de todos modos que para que sea lícita tiene que atenderse a los principios de la guerra justa. Las condiciones para le rebelión de la comunidad contra el soberano se dan “cuando el Príncipe es un tirano”, ya que “el tirano es el verdadero agresor contra la República y cada uno de sus miembros”.

Por encargo del papa Pablo V, en 1593 escribió una De defensio fidei contra Anglicanae sectae errores (Defensa de la fe católica contra autores de la secta anglicana), fue publicado en Coimbra en 1613. Esta obra fue quemada en Londres por orden del rey Jaime I de Inglaterra y prohibida por el Parlamento de París en 1614 sobre la base de que contenía doctrinas que eran contrarias a la autoridad de los monarcas. En ella atacaba la doctrina del Poder Divino de los reyes tan en auge en la Europa de la Edad Moderna, por la cual el monarca no era responsable de sus actos ante la iglesia ni ante los individuos, sino solamente ante Dios.

Suárez defendió que la autoridad del Estado no tiene origen divino sino humano, que la autoridad política emana de los individuos, y no directamente por Dios. Es por eso que ningún rey podía tener el atributo de sagrado y que el pueblo, en casos extremos, puede destituirle. Consideraba la legítima protección de los ciudadanos contra un príncipe convertido en tirano.

En sus lecciones sobre el Derecho de Gentes, planteaba en primer lugar la difícil cuestión de la potestad del emperador y del sumo pontífice en el ámbito de la Cristiandad, uno de los problemas más debatidos de la época, no sólo entre los protestante y católicos, sino también entre estos mismos.

Su posición es inequívoca: ni el emperador ni el papa son dueños de los diversos reinos cristianos, de manera que la potestad pertenece exclusivamente a cada respectivo príncipe y ninguno de ellos está obligado a reconocer a una autoridad superior a la suya. Por ello, escribe en su Defensio fidei catholicae et apostolicae, que “existen tantos príncipes como reinos o estados soberanos”.
 
 


UNIVERSIDAD DE COIMBRA
 
Su gran obra jurídica fue Tractatus de legibus ac Deo legislatore (Tratado de las leyes y de Dios legislador), publicada en 1621, que muy fecunda para la doctrina iusnaturalista y el Derecho Internacional. En ella se encontraba ya la idea del pacto social o de contrato social: la comunidad política se constituye por una primera entente entre individuos o familias; la comunidad puede delegar el poder a un grupo o a una sola persona, por medio de un segundo pacto, que Dios deja a nuestra discreción. Por regla general, la democracia, es decir el gobierno directo del pueblo por el pueblo, será la forma más natural de gobierno y no necesita de una institución particular, pues es conforme a la espontaneidad de nuestro ser.

También realizaba un análisis más avanzado que sus precursores del concepto de soberanía: el poder es dado por Dios a toda la comunidad política y no solamente a determinadas personas, con lo que esboza el principio de la democracia contra cesaristas, legistas, maquiavelistas y luteranistas.

Para Suárez, "La comunidad política es libre por derecho natural y no está sujeta a ningún hombre fuera de ella, sino que ella misma en su totalidad tiene el poder político que es democrático mientras no se cambie."

Esta obra fue escrita a la vez contra el protestantismo, que defendía el derecho divino de los soberanos, y contra todos los naturalistas más o menos cínicos. El Tractatus de legibus analizaba la ley en general, para después estudiar las diversas clases de leyes y las cuestiones que éstas suscitaban. Distinguía entre ley eterna, ley natural, derecho de gentes, ley positiva humana (derecho civil y derecho canónico) y ley positiva divina (la del Antiguo y Nuevo Testamento).

Entre sus proposiciones jurídicas destacan:

- La comunidad humana es soberana para dotarse de la forma de gobierno que considere más oportuna.
- La autoridad procede de Dios, pero reside en el pueblo, base jurídica que fundamenta la democracia participativa de los ciudadanos.
- Los reyes puestos en su cargo por Dios ejercen la autoridad al servicio de su pueblo como servidores suyos (ni si quiera la razón del bienestar del pueblo excusa abusar de la autoridad).
- Las relaciones entre los pueblos deben estar basadas en el respeto preferente a la persona. Por tanto, cualquier ley que vaya contra la persona atenta contra la propia sociedad.
- La Iglesia no tiene autoridad efectiva en campo civil; su poder, de origen divino, se circunscribe al terreno espiritual.

En su Tractatus de legibus se dedicó a formulación del Derecho internacional, por cual el género humano es concebido como algo que forma una unidad moral y política, independientemente de su raza o patria. La consideración de que la Humanidad es un solo cuerpo estaba basado en el precepto evangélico de amor universal a nuestro prójimo.

Partiendo de esta concepción plural de la soberanía, rechazó como abstracta la idea de un estado mundial único como árbitro de las relaciones entre los diversos estados nacionales. Para Suárez, aunque cada estado sea autosuficiente necesita de los otros estados para su desarrollo y plenitud. Los estados no deben vivir aislados unos de otros ya que, por muy perfectos que sean, “no pueden prescindir de la recíproca ayuda, colaboración y entendimiento”.

Por esta razón, cada grupo nacional forma parte de la superior comunidad internacional, y cada estado tiene el derecho y la obligación de elaborar y concertar pactos con los demás estados con el fin de que puedan convivir en las mejores condiciones posibles, tanto en el orden físico como humano, moral y espiritual.

Suárez demandaba la creación de un Derecho internacional para regir esta sociedad universal y de un organismo internacional capaz de mantener la paz entre las naciones y sancionar a los culpables de los posibles enfrentamientos entre ellas. Este derecho está basado en dos fuentes: el Derecho natural, surgido de la razón; y el derecho de gentes, surgido de los usos locales y particulares de cada nación. Aquel organismo se materializaría siglos más tarde en la Organización de las Naciones Unidas. Esta es propiamente la misión que corresponde al ius gentium o Derecho internacional de gentes.


 

MONUMENTO A FRANCISCO SUÁREZ EN GRANADA

Por todo ello, Francisco Suárez ha sido reconocido como uno de los juristas que mayor aportación ha efectuado al Derecho natural y el Derecho internacional, la relación entre las personas y los pueblos. Sus escritos se caracterizaron por la profundidad, penetración y claridad de expresión.

Según James Brown Scott, Suárez completó la obra de Francisco de Vitoria desde el aspecto filosófico. Bossuet dijo que los escritos de Suárez contenían la totalidad de la filosofía escolástica. Werner afirmó que si Suárez no era el primer teólogo de su tiempo, pero sí era, fuera de toda duda, uno de los primeros. Grotius reconoció en él uno de los teólogos más grandes y un filósofo profundo. Por último, Mackintosh lo consideró como uno de los fundadores del Derecho internacional.


El concepto de substancia de Spinoza tiene su origen en Suárez, su teoría modal adelantó a la de Leibniz, su ius gentium al contrato social de Rouseau, y el sujeto trascendental de Kant se inspiró en la noción de analogía de atribución descrita por Suárez. Por último, su concepto del carácter democrático del Poder adelantó el Ensayo sobre el gobierno civil (1689), de John Locke.

Las obras de Suárez fueron mantenidas en la más alta estima en su época, como se muestra por las numerosas ediciones parciales que se hicieron de ellas en Lyon, Salamanca, Madrid, Coímbra, Mayence, Colonia, París, Évora, Génova, etc., como también por el hecho, relacionado por sus biografías, de que una de las alas del antiguo colegio de los Jesuitas en Salamanca fue restaurada con el producto de la venta de sus obras sobre metafísica.

En los medios católicos, tuvo numerosos discípulos y fue continuado por una pléyade de maestros. Para los protestantes, fue por mucho tiempo un modelo. El gran filósofo andaluz estuvo presente incluso en el seno de la filosofía nueva del Barroco y más tarde de la Ilustración. Su pensamiento ocupó un importante lugar en el pensamiento español y constituyó un giro capital en la evolución de la especulación mundial.

PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE ESPAÑA

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El patrimonio cultural inmaterial se define, según la Convención para la protección del patrimonio inmaterial de la Unesco, como los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades, los grupos y, en algunos casos, los individuos reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural. Algunas de sus características son las siguientes: se transmite de generación en generación; es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia; infunde a las comunidades y los grupos un sentimiento de identidad y de continuidad; promueve el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana; es compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos existentes; cumple los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de desarrollo sostenible.

El patrimonio cultural inmaterial se manifiesta, en particular, en los ámbitos siguientes: tradiciones y expresiones orales; artes del espectáculo, como la música tradicional, la danza y el teatro; usos sociales, rituales y actos festivos; conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo; técnicas artesanales tradicionales.

Los Tesoros del Patrimonio Cultural Inmaterial de España son 12 manifestaciones del patrimonio cultural de España declaradas por parte del Bureau Internacional de Capitales Culturales, y son:


1. Camino de Santiago
El Camino de Santiago ha significado en la historia europea el primer elemento vertebrador del viejo continente. El hallazgo del sepulcro del primer apóstol mártir, Santiago el Mayor, supuso encontrar un punto de referencia indiscutible en el que podía converger la pluralidad de concepciones de distintos pueblos ya cristianizados, pero necesitados en aquel entonces de unidad. La creencia cada vez más extendida en los milagros de Santiago provocó que la gente comenzara a peregrinar hacia Santiago de Compostela para obtener su gracia. El primer peregrino conocido fue Gotescalco, obispo de Puy, el año 950, en unión de una importante comitiva.

La Ruta Jacobea ha ido unido indisociablemente a la cultura, a la formación y a la información. Cuanto se decía, predicaba, contaba, cantaba, esculpía o pintaba en el camino alcanzaba siempre a más gente y a más lugares. Gracias a su influjo en el arte y la literatura, Compostela, junto con Jerusalén y Roma, se convirtió en meta de la sociedad cristiana, especialmente a partir del siglo XI al XIV. El Camino, fenómeno peregrinatorio jacobeo, llegaría a ser un foco catalizador de toda la sociedad cristiana.

Fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad; Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y ha recibido el título honorífico de Calle Mayor de Europa.





2. Bienal de Flamenco de Sevilla
 El Ayuntamiento de la ciudad de Sevilla ha mostrado su voluntad de participar en la campaña de elección de los 10 tesoros del patrimonio inmaterial de España al presentar como candidatura la celebración de la Bienal de Flamenco. A lo largo de 30 años de historia, ha demostrado ser el referente del flamenco en el mundo convirtiéndose en uno acontecimiento más atractivos culturalmente. El flamenco como patrimonio es un bien de interés cultural, un género artístico, una expresión cultural completa, un compendio de producción músico-oral, un ritual, y en definitiva, un modo de vida que transciende al propio arte. Por lo tanto, la Bienal es un fenómeno cultural que divulga, promueve, difunde y salvaguarda este rico patrimonio cultural inmaterial andaluz, español y europeo.



 
3. Leyenda de los amantes de Teruel

La historia o leyenda de los Amantes de Teruel cuenta la historia de amor entre dos jóvenes turolenses, Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla, conocido a partir de las recreaciones del teatro barroco como Diego. Desde 1996 se celebra en Teruel, como recordatorio de la tradición, la festividad de Las Bodas de Isabel de Segura.

La leyenda de los Amantes de Teruel procede de una antigua tradición. En los primeros años del siglo XIII vivían en la ciudad de Teruel, Juan de Marcilla e Isabel de Segura, cuya temprana amistad se convirtió pronto en amor. No querido por la familia de Isabel, debido a que carecía de bienes, el pretendiente consiguió un plazo de cinco años para enriquecerse. Así, pues, partió a la guerra y regresó a Teruel justo cuando había expirado el plazo. Para entonces, Isabel ya era esposa de un hermano del señor de Albarracín. Pese a tal hecho, Juan consiguió entrevistarse con Isabel en su casa y le pidió un beso. Ella se lo niega y el joven muere de dolor. Al día siguiente se celebraron los funerales del joven en San Pedro. Entonces, una mujer enlutada se acercó al féretro. Era Isabel, que quería dar al difunto el beso que le negó en vida. La joven posó sus labios sobre los del muerto y repentinamente cayó muerta junto a él. En 1555 se descubrieron las momias enterradas en la capilla de San Cosme y San Damián. Junto a ellas apareció un documento antiguo que recogía el suceso.




4. Tradición de la Virgen del Pilar de Zaragoza

En la tradición relativa a la Virgen del Pilar, íntimamente relacionadas a la historia de Caesar Augusta (Zaragoza), se encuentran los orígenes del cristianismo y de las primeras comunidades cristianas. El contenido fundamental de esta tradición trata de la aparición de la Virgen María, que aún vivía en Jerusalén, al Apóstol Santiago el Mayor sobre una columna en Caesar Augusta, para reconfortarlo en una misión evangelizadora en Hispania. Fruto de esa aparición, se levantaría en el mismo lugar una capilla para venerar su imagen sobre una columna, actual Basílica Catedral de Nuestra Señora del Pilar.

Esta tradición posee un gran valor cultural y está enraizada en la forma y modos de ser de las gentes de Aragón. Sin duda, la tradición pilarista es una de las de mayor arraigo y fecundidad a través de los siglos y ha convertido a la ciudad de Zaragoza en uno de los símbolos e iconos de la cristiandad, trascendiendo las propias fronteras del territorio aragonés e hispano.




 
5. Semana Grande o Aste Nagusia de Bilbao

La Semana Grande o Aste Nagusia es la principal fiesta de Bilbao, que se celebra anualmente durante 9 días, comenzando siempre el sábado de la semana del 15 de agosto. La Semana Grande como tal se celebra desde 1978, aunque anteriormente ya coincidían en agosto la visita del circo, barracas de feria, corridas de toros, combates de boxeo y espectáculos de danzas tradicionales. El acto inicial es el txupinazo, que tiene lugar desde 2001 en la Plaza del Teatro Arriaga. Incluye el lanzamiento de un cohete o txupin por la txupinera, y la lectura del pregón por parte del pregonero o pregonera.

Desde el año 1978, Marijaia es el símbolo oficial de las fiestas y desde 1997 tiene una canción propia, llamada "Badator Marijaia", compuesta por Kepa Junkera. Se trata de una señora regordeta que siempre tiene los brazos en alto como si estuviese bailando. Nació el 19 de agosto de 1978, creada por Mari Puri Herrero, quien la diseñó y construyó en tan solo 5 días, tras el encargo de la Comisión de Fiestas.



 
6. Fallas de Valencia

Las Fallas es una fiesta celebrada del 15 al 19 de marzo en algunas ciudades y pueblos de la Comunidad Valenciana, entre ellas principalmente en Valencia que se celebran en honor a San José, patrón de los carpinteros. La denominación de fallas corresponde a las construcciones artísticas de materiales combustibles en su conjunto, que representan figuras conocidas como ninots y composiciones de elementos. El día 15 de marzo empieza la plantà, más de 700 monumentos algunos de 25 metros de altura. De las 700 fallas con miles de ninots sólo uno se salvará del fuego gracias al sufragio popular: el ninot indultat que pasará al Museo Fallero. Los días 17 y 18, las flores y la Virgen dels Desamparats son las protagonistas del acto más emotivo para los falleros: la Ofrenda. Cientos de falleros, ataviados con el traje regional, desfilan desde su falla con sus bandas de música hasta la Basílica de la Virgen para ofrecer sus flores a la Cheperudeta. Ese día, una cita obligada es la Nit del Foc.

El origen de la fiesta de las Fallas se remonta a la antigua tradición de los carpinteros de la ciudad, que en vísperas de la fiesta de su patrón, San José, quemaban frente a sus talleres, en las calles y plazas públicas, los trastos inservibles junto con los artilugios de madera que empleaban para elevar los candiles que les iluminaban mientras trabajaban en los meses de invierno. Por ese motivo el día de la cremà (momento en el que arden los monumentos falleros) siempre coincide con el día 19, Festividad de San José. Estas Fallas fueron evolucionando y cargándose de sentido crítico e irónico, mostrándose sobre todo en los monumentos falleros escenas que reproducían hechos sociales censurables.





7. Patum de Berga
La Fiesta de la Patum de Berga es una celebración tradicional que se lleva a cabo durante las fiestas del Corpus Christi en la localidad barcelonesa de Berga. Ha sido declarada por la Unesco Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad el día 25 de noviembre del año 2005. La Patum fue fundada a fines del siglo XIV como una fiesta de carácter esencialmente popular, documentada desde el año 1525. La celebración consiste en diversas representaciones de figuras místicas y simbólicas, que bailan al ritmo de la música y los tambores. Los bailes se caracterizan por su solemnidad, así como por la utilización de fuego y artefactos pirotécnicos.

El miércoles anterior al jueves de Corpus, el tabal (pregonero de la fiesta) y los gigantes recorren la ciudad anunciando el comienzo de las fiestas. Más tarde comienza el drama mímico, dividido en varios actos, que representan las intensas luchas de los cristianos contra los moros; al arcángel San Miguel que, ayudado por ángeles, lucha contra Lucifer y sus diablos; o las burlas contra el caudillo árabe Abul-Afer o Bullafer, conquistador de la zona. En cambio, el acto del águila expresa la satisfacción de Berga por haber acabado con el dominio feudal y pasar a depender directa y exclusivamente del Rey.




8. Carnaval de Cádiz

Cada febrero, durante los diez días más intensos del año, la ciudad de Cádiz se inunda de disfraces originales para parodiar la realidad. Los más apasionados del carnaval preparan sus disfraces, letras satíricas y músicas desde que acaba el verano. En la calle se escuchan los grupos formados por los aficionados, denominados murgas o chirigotas, que suelen llevar guitarra, bombo, pitos carnavaleros y toneladas de buen humor. Pero también existen grupos más preparados que buscan la gloria, los premios y el reconocimiento a través del concurso oficial de chirigotas que acoge el Gran Teatro Falla. Desde principios de enero estas chirigotas, comparsas, coros y cuartetos profesionalizados compiten entre sí y van superando distintas fases hasta alcanzar la gran final, que se celebra el día antes al comienzo oficial del carnaval en la calle.

Los historiadores opinan que el nacimiento del Carnaval de Cádiz fue en el siglo XVI, cuando Cádiz era un puerto muy importante. Una de las principales influencias para el desarrollo de su carnaval fue Venecia. A lo largo de los siglos, el carnaval gaditano ha superado dictaduras e intentos para que desapareciera.

 

 

9. Misteri d'Elx o Misterio de Elche

Es un drama sacro-lírico religioso que recrea la Muerte, Asunción y Coronación de la Virgen María. Dividida en dos actos, la obra se escenifica cada 14 y 15 de agosto en el interior de la Basílica de Santa María, en la ciudad alicantina de Elche. Investigaciones recientes sitúan el origen de dicha obra en torno a la segunda mitad del siglo XV, contradiciendo así a las tradiciones locales, que la relacionan, por una parte, con la conquista del Elche musulmán (1265) y, por otra, con el hallazgo de la imagen de la Virgen, dentro de un arca de madera, el 29 de diciembre de 1370, en la cercana localidad costera de Santa Pola. Se trata de la única obra en su género que ha sido representada sin interrupción hasta la actualidad.

Todos y cada uno de los personajes son representados por varones, tratando de respetar así el origen litúrgico-medieval de la misma. El texto del Misteri, a excepción de algunos versos en latín, se encuentra íntegramente escrito en valenciano antiguo. El 18 de mayo de 2001, la Unesco la declaró Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.



10. Filandón de León

“Filandón”, ("fiandón", "filorio", "hilandorio", "hilandera") es una vieja palabra dialectal leonesa de etimología latina, derivada de ‘filum’, hilo, que designa las reuniones nocturnas en que las mujeres hilaban, mientras los asistentes se contaban cuentos, chistes e historias diversas, y se cantaban canciones tradicionales al son de los instrumentos de la zona correspondiente. Eran habituales en años no tan lejanos aunque en la actualidad no gozan de la importancia que tuvieron antes, cuando la economía obligaba a ahorrar carbón y las familias de una determinada localidad se congregaban en un mismo enclave para calentarse y entretenerse. Estaríamos ante una celebración de la palabra en su designio socializador, el primitivo reflejo de la oralidad y los géneros literarios populares, donde la cultura oral pasaba de abuelos a padres e hijos. En la actualidad numerosos grupos y asociaciones culturales están reivindicando esta forma de oralidad de la cultura tradicional a través de convocatorias públicas de filandones.



11. Procesión de la Virgen de la Salud de Algemesí
Cada 7 y 8 de septiembre las calles y plazas de la ciudad valenciana de Algemesí son el escenario de una manifestación cultural y religiosa única, heredera de una tradición de siete siglos. Son las tres procesiones en honor a la Virgen de la salud que llenan las calles del color y de la música que recrean los movimientos de las torres de la Muixeranga y las danzas de Bastones, Cintas, Arcos, Pastorcillos, Bolero y del Torneo bailes interpretados por más de 600 personas.

Indumentaria, música y danzas de un pueblo que, de generación en generación, participa en la construcción de su propia identidad, una fiesta en la que no hay espectadores, donde todos son protagonistas. La procesión está declarada de interés turístico desde 1977 y una de la 7 maravillas valencianas desde 2008.


12. Leyenda del Lagarto de la Malena de Jaén
Es la más famosa de la capital jiennense y constituye posiblemente la creación más destacada de la literatura popular. La influencia de esta leyenda es tal, que el lagarto se ha convertido en símbolo de la ciudad, siendo presente en su espacio urbano, en sus cabalgatas, conciertos, canciones populares, etc. Su origen es desconocido pero parece compartir idénticos precedentes culturales relacionados con los mitos de la lucha, representativos de la creatividad humana, observable en el folklore de todos los pueblos mediterráneos. Esta leyenda ha permanecido viva en la ciudad de Jaén a lo largo del tiempo, con aportaciones de las distintas culturas que han pasado por ella (romanos, visigodos, árabes, judíos y cristianos).

Transmitida de generación en generación, por vía oral y literaria, todavía se encuentra viva y fuertemente enraizada, siendo unas de las señas de identidad más singulares de Jaén.

RADIOTELEFONÍA INALÁMBRICA POR JULIO CERVERA

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Julio Cervera fue el ingeniero y comandante del Ejército español que inventó el primer sistema técnico de radiotelefonía de voz inalámbrica, es decir, la primera Radio. Su patente quedó registrada en 1902, más de una década antes que el italiano Marconi, como siempre se había pensado.


JULIO CERVERA
 
 
Julio Cervera Baviera nació en Segorbe (Valencia) el 26 de enero de 1854.

Estudió Ciencias Físicas y Naturales en la Universidad de Valencia. Tras entrar en el Ejército como cadete de caballería en Valladolid, en 1878 cursó estudios en la Escuela de Ingenieros Militares de Guadalajara. Llegó a ser Comandante de Ingenieros del Ejército español, convirtiéndose en un militar y científico experto en diseño de tranvías.

En 1877 la Armada le envía a Marruecos. Tras años de exploraciones en el territorio publicó dos libros: Geografía militar de Marruecos (1884) y Expedición geográfico-militar al interior y costas de Marruecos (1885).

En 1886, con el patrocinio de la Sociedad Española de Geografía Comercial, Cervera comando la Expedición científica al Sáhara Occidental junto al geólogo Francisco Quiroga y el intérprete Felipe Rizzo.

Participó en la Guerra Hispano-Americana de 1898, encargado de reforzar las instalaciones de defensas y comunicaciones.



HUNDIMIENTO DEL USS MAINE EN LA GUERRA HISPANO-AMERICANA


Una vez finalizada la guerra, y centrándose ya en su faceta de ingeniero, el comandante Cervera estuvo trabajando en Londres durante 3 meses con Guillermo Marconi y su ayudante, George Kemp hasta finales de 1899. En diciembre de ese mismo año, tras resolver las dificultades técnicas de su investigación, obtuvo sus primeras patentes de la telefonía sin hilos.

Así lo explica el profesor honorífico de Comunicaciones de la Universidad de Navarra Ángel Faus, quien tras siete años de investigación publicaba La Radio en España. 1896-1977. Para la redacción del libro, cuya investigación está respaldada por más de 8.000 documentos procedentes de los archivos históricos españoles, consultó más de 50 archivos y bibliotecas, además de una veintena de colecciones completas de publicaciones periódicas nacionales e internacionales.

Desafiando las tesis de muchos especialistas europeos y basándose en los originales de dos patentes inéditas en Inglaterra y Alemania, atribuye a Julio Cervera la invención del primer sistema técnico de la radio con estas palabras: "el inventor de la radio no es Marconi, ni John Ambrose Fleming, ni Lee de Forest, Fesseden o David Sarnoff, sino el español Julio Cervera Baviera".



ÁNGEL FAUS
 
 

A principios de siglo XX, Cervera consiguió inventar una máquina telegráfica sin hilos capaz de transmitir la voz humana. Durante los años 1901 y 1902, mantuvo emisiones regulares de voz sin cables entre Tarifa y Ceuta durante tres meses consecutivos, así como entre Jávea e Ibiza, estableciendo así el segundo y tercer servicio regular en la historia de la radiotelegrafía mundial.

El primer sistema regular de transmisión inalámbrica fue puesto en marcha por Marconi en 1898 entre la isla de Wight y Bournemouth. Cierto es que Marconi inventó la telegrafía sin hilos antes que Cervera, demostrando su eficacia en diciembre de 1901, pero se trataba de una telegrafía para transmitir señales, no sonidos. Es por ello que, según las investigaciones realizadas por Ángel Faus, Julio Cervera desarrolló la radio once años antes de que lo hiciese Marconi, el cual no trabajó en la radio hasta 1913. Esto le convierte en el pionero indiscutible de la radiotelegrafía en España y la radiotelefonía en el mundo entero.
 
 



 
PRIMER MODELO COMERCIAL DE RADIO
 
 RADIO ANTIGUA
 

La patente alemana fue inscrita en el registro de Berlín de 1900, después de que Julio Cervera presentara en Madrid su primera solicitud de patente sobre telegrafía sin hilos. También registró patentes en Francia, Suecia, Noruega, Estados Unidos, Bélgica, Suiza, Portugal, Italia, Austria y Dinamarca.
 
Más tarde, solicitó el registro de patentes en el Reino Unido, donde trabajaba Marconi. Allí las patentes se consiguieron sin oposición del italiano y su entorno empresarial, lo que indica que se trataba de un sistema distinto. El español no tuvo problema alguno con el italiano, que en ese momento no mostraba interés alguno por desarrollar la radio. En ese momento ningún científico ni técnico en el mundo hablaba de telefonía de voz sin hilos.
 
El 22 de marzo de 1902 fundó en Madrid la Sociedad Anónima Española de Telegrafía y Telefonía sin Hilos y registró sus patentes de ingeniería ante el notario Antonio Turón y Biscá.

 
GUILLERMO MARCONI


Cervera fue trabajador incansable que no consiguió el respaldo institucional y mediático necesario para que sus avances técnicos tuvieran trascendencia. Al contrario que Marconi, que tenía el apoyo del diario The Times, uno de los más influyentes en Europa del momento, anunciando cada objetivo que conseguía. Esa fue la razón por la que muchos atribuyen la invención de la radio a Marconi.

Pero tras las investigaciones de Ángel Faus, los medios de comunicación extranjeros fueron los que sacaron a la luz este descubrimiento. Julio Cervera fue reconocido justamente como el padre de la comunicación sin hilos.

En agosto de 1899 Cervera presentó, además, la patente del Telemando de equipos y sistemas, antecesor del mando a distancia tan común en aplicaciones civiles y militares. Marconi investigó estos aspectos años después.

Las patentes de Cervera son cuatro años anteriores a los primeros diseños del audión de Lee de Forest y también al funcionamiento del robot teledirigido de Leonardo Torres Quevedo en Paris. Sus estudios son aplicables a la explosión de minas y torpedos a distancia, al movimiento de máquinas terrestres y marinas, etc.
 
 
ÁNGEL FAUS


Otra notable contribución fue la creación en 1903 de la Internacional Institución Electrotécnica en Valencia, que daba títulos propios de ingeniero mecánico, electricista y mecánico-electricista, denominados libres. Fue una de las primeras experiencias de educación a distancia de todo el mundo. En 1908 pasa a llamarse Institución de Enseñanza Técnica ofreciendo cursos en disco. Publica la revista Electricidad y Mecánica desde 1905 hasta al menos 1920.

También fue el creador del diseño del antiguo tranvía de Tenerife.

Además, escribió un libro sobre dos territorios de la España Africana La Isla del Perejil y Santa Cruz de Mar Pequeña.


PLACA MONUMENTO EN SEGORBE

BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE POR FRANCISCO JIMÉNEZ DE CISNEROS

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La Biblia políglota complutensees la primera edición plurilingüe de una Biblia completa escrita en la Cristiandad. Promovida por el cardenal Cisneros, incluye las primeras ediciones del Nuevo Testamentoen griego, la Septuaginta y el Targum Onkelos. Esta obra es cumbre de la tipografía española, considerada una de las obras más representativa del Renacimiento español, y la más destacada de las obras religiosas impresas en el siglo XVI.

 

 PORTADA DE LA BIBLIA POLIGLOTA DE CISNEROS
 

La dedicación del humanismo cristiano al servicio del movimiento reformista español se hizo especialmente patente en el desarrollo de los estudios bíblicos que alcanzaron su punto culminante en España antes de que Lutero y los reformadores protestantes comenzaran a reclamar para sí la exclusividad de la Biblia. En esa labor destacó al cardenal Cisneros, quien organizó una edición crítica de la Biblia mediante la consulta de varios textos, con el objetivo de otorgar a los estudios sagrados una base firme en las fuentes de la revelación.

El cardenal Francisco Jiménez de Cisnerosnació en Torrelaguna, en 1436, fue arzobispo de Toledo y primado de España y consejero espiritual de la reina Isabel I la Católica. Perteneció a la Orden Franciscana, fue tercer inquisidor general de Castilla y presidente del Consejo de Regencia desde la muerte de Felipe el Hermoso hasta la llegada de Fernando el Católico. En el ámbito cultural favoreció los estudios de las lenguas latina, griega y hebrea dentro de la corriente del Humanismo cristiano.

En 1499, fundó la Universidad de Alcalá de Henares a partir del antiguo Studium Generale convirtiéndose en una de las instituciones que más ha influido en la cultura española y la primera universidad renacentista, humanista y universal.


EL CARDENAL CISNEROS, POR EUGENIO CAJÉS


Su interés por el conocimiento filológico de los textos bíblicos y de los Padres de la Iglesia le hizo conseguir importantes manuscritos, en una época en la que tras el descubrimiento de la imprenta en la década de 1450 se publicó la Bibliacon mayor eficiencia.

Más tarde, se rodeó de los mejores filólogos y teólogos que entonces enseñaban en España así como de tres maestros judíos que fueron claves en la composición de la obra. Entonces, los invitó para trabajar sobre la ambiciosa tarea de compilar una enorme y completa Biblia políglota con el objetivo de reavivar el decaído análisis de las Sagradas Escrituras. Los estudiosos se reunieron en la Universidad de Alcalá de Henares, la Complutense. Los trabajos comenzaron en 1502 bajo la dirección de Diego López de Zúñiga y se continuaron durante 15 años. El proyecto se financió con dinero procedente de impuestos, multas de la Inquisición y del patrimonio del arzobispado de Toledo.

Cisneros coleccionó manuscritos, consiguió el oportuno permiso para que sus colaboradores consultaran los códices de la Biblioteca del Vaticano. Después aportó una Biblia en los idiomas originales y una traducción latina mejorada a cada traductor y estudioso de su equipo.

La intención de Cisneros era la de reunir todas ellas en una sola publicación, lograr una Biblia políglota, o plurilingüe, que contara con el mejor texto hebreo, griego y latín, incluidas algunas partes en arameo. Dado que el arte de la impresión se hallaba en sus inicios, marcaría un hito en su historia la consecución de esta empresa. Esta histórica herramienta de traducción llegó a conocerse como la Políglota complutense.

En ella participaron, entre otros, los judíos conversos Alonso de Alcalá, Pablo Coronel y Alfonso Zamora, que se encargarían de cotejar los textos en hebreo y arameo, y de establecer una versión correcta. La parte griega la trabajaron el cretense Demetrio Ducas, y los españoles Hernán Núñez, Juan de Vergara, Diego López de Estúñiga y Antonio de Nebrija.


ANTONIO DE NEBRIJA


Antonio de Nebrijaera catedrático de Elocuencia Latina en la universidad alcalaína y lingüista, escritor de la primera Gramática de la Lengua Española, la primera gramática de una lengua vulgar que la convirtió en culta. Intervino especialmente en la corrección de la Vulgata, texto latino de San Jerónimo, que abandonó pronto por diferencia de criterios con el cardenal.

Destacable fue la aportación de Arnaldo Guillén de Brocar, quien se encargó de la impresión de esta biblia con el texto latino de la Vulgata, la versión griega de los Setenta con traducción latina interlineal, el texto hebreo del Antiguo Testamento y la paráfrasis caldea de Onkelos, fijados por los especialistas de la Universidad de Alcalá dirigidos por el cardenal en persona. Brocar resolvió la difícil composición de los textos, que resultaron excelentes por su tamaño y nitidez, además de claros y hermosos, tanto los griegos como los hebreos.

El resultado no pudo ser mejor: una Biblia que contenía todo el texto de la Sagrada Escritura en sus más fiables versiones en las distintas lenguas. Su coste final ascendió a los 50.000 ducados.

Se publicaron 600 ejemplares con diferencias en las decoraciones xilográficas en papel y 6 en vitela, y se sabe de la supervivencia de 123 con variaciones en la portada, conservadas en bibliotecas de todo el mundo, la mayoría a falta del volumen sexto.

Con esta publicación se abrió una rica tradición que se extendería por otras naciones durante el Renacimiento. Esta Biblia políglota complutense influyó en la elaboración de la mejorada Biblia Políglota Regia, publicada en Amberes, entre 1568 y 1573, patrocinada por el rey Felipe II, bajo la supervisión de Benito Arias Montano y la impresión de Plantino.
 
 
 
FACHADA DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ DE HENARES
 

La Biblia políglota complutenseconsta de seis volúmenes, de los cuales los cuatro primeros contienen el Antiguo Testamento, el quinto el Nuevo Testamento, y el sexto los textos filológicos complementarios: un Vocabularium Hebraicum atque Chaldaicum y unas Introductiones artis Grammatice Hebraice. El Antiguoy el Nuevo Testamento conforman la Biblia.

El Nuevo Testamento se completó e imprimió en 1514, pero su publicación se retrasó mientras se trabajaba en el Antiguo Testamento, para que se pudieran publicar ambas partes juntas como una sola obra.

Cada página está dividida en tres columnas paralelas de texto: en hebreo la exterior, la Vulgata latina en el medio y la Septuaginta griega en el interior. En cada página del Pentateucose añade el texto en arameo (el Targum Onkelos) y su propia traducción al latín en la parte inferior de la página.

Entretanto, rumores del trabajo de la Complutense llegaron hasta Desiderius Erasmus en Rotterdam, que produjo y editó su propia edición del Nuevo Testamento en griego. Erasmus obtuvo un privilegio exclusivo de 4 años de publicación del emperador Maximiliano I de Habsburgo y del papa León X en 1516. El texto de Erasmus fue conocido como el Textus Receptus y ediciones posteriores sirvieron de base del Nuevo Testamento de la Biblia del rey Jaime.

El Antiguo Testamento Complutensese compiló en 1517. Debido al privilegio exclusivo de Erasmus, la publicación de la Complutense se retrasó hasta que el papa León X la sancionó en 1520. Se cree que no fue ampliamente distribuida hasta 1522.


BIBLIA PLURILINGÜE ESCRITA EN LATÍN, GRIEGO, HEBREO Y ARAMEO


Contiene las Escrituras Griegas dispuestas en dos columnas: una con el texto griego y la otra con su equivalente en latín, tomado de la Vulgata. Ambos textos están vinculados entre sí mediante letras voladitas que remiten al lector a la palabra equivalente de cada columna. El texto griego de la Políglota fue el primer Nuevo Testamento, o Escrituras Griegas, en imprimirse de la historia, seguido poco después por la edición que preparó Erasmo.

Se puso tanto esmero en la corrección del quinto volumen que solo se han hallado 50 erratas, lo que ha impulsado a los críticos modernos a considerarlo superior al célebre texto griego de Erasmo. Los elegantes caracteres griegos están a la altura de la primorosa belleza de los más antiguos manuscritos unciales. En el libro The Printing of Greek in the Fifteenth Century (La impresión en griego en el siglo XV), Robert Proctor afirma: “Pertenece a España el honor de haber producido en el primer intento lo que sin duda es el más delicado tipo griego jamás grabado”, este considera que la tipografía de Brocar es la cima del desarrollo tipográfico de la edición primitiva, antes de que el manuscrito de Aldus Manutius sobre tipografía dominara el mercado los siguientes dos siglos.

El sexto y último volumen de la Políglota es un anexo de aclaraciones lingüísticas y teológicas. Reúne para el estudio de la Biblia entre otros elementos un diccionario hebreo y arameo, interpretaciones de los nombres hebreos, arameos y griegos, una gramática hebrea y un índice latino para el diccionario. No es de extrañar que se haya calificado a la Políglota complutense de “monumento del arte tipográfico y de la ciencia escritural”.

Un facsímil a tamaño folio fue publicado en Valencia entre 1984 y 1987. Se ha reproducido tomando como base para los textos de la Biblia la copia que se encuentra en la Sociedad de Jesús en Roma; para la reproducción del raro volumen sexto con los diccionarios se tomó la copia de la biblioteca de la universidad de Madrid.


CISNEROS VISITA LA CONSTRUCCIÓN DEL HOSPITAL DE LA CARIDAD DE ILLESCAS, POR ALEJANDRO FERRANT


El cardenal Cisneros murió en julio de 1517, cinco meses después de la finalización de la Biblia y nunca la vio publicada, en cambio, otros planes de ediciones de textos clásicos y teológicos se quedaron en proyectos. Ante la impresión del último volumen Cisneros exclamó: "Aunque hasta el presente he llevado a cabo muchas empresas duras y difíciles por la nación, nada es más de mi agrado, por lo que debáis felicitarme con más efusión, que por esta edición de la Biblia".

Ante este hecho, Alcalá de Henares cayó en declive ya que la orden dominica se hizo con el control de la Inquisición y los profesores hebreos y moriscos que trabajaron en la elaboración de la Biblia suponían un problema a solventar. La Biblia políglota complutense llegó a convertirse en un libro prohibido.

Entonces Guillén de Brocar viajó a Roma con varios ejemplares de la Biblia en busca de una autorización del Papa para su publicación. Allí, tras tres años de espera, lo consiguió en 1520, pero como el Papa necesita visar todos los ejemplares, estos fueron trasladados desde Alcalá a Valencia, donde embarcarán destino Roma.

Durante el viaje, el barco se hundió con casi todos los ejemplares a bordo recuperándose una treintena. Por este motivo, la obra religiosa más importante del siglo XVI no se publicó hasta 1522. Mayor valor tuvo en los círculos protestantes la Biblia Regia de Benito Arias Montano que se publicó en Amberes entre 1568 y 1573.

Mientras la Biblia de Cisneros esperaba la aprobación del Papa, el Nuevo Testamento de Erasmo de Rotterdam fue publicado un año antes, pero con mucho menos valor en cuanto a investigación y erudición. Erasmo poseía un conocimiento imperfecto del griego y realizó su obra con un material manuscrito insuficiente.


BIBLIA PLURILINGÜE ESCRITA EN LATÍN, GRIEGO, HEBREO Y ARAMEO

 

ORIGEN DE LA FÍSICA MODERNA POR DOMINGO DE SOTO

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Domingo de Soto fue fraile dominico y teólogo español considerado como el promotor de la Fí­sica Moderna.Fue el primero en establecer que un cuerpo en caída libre sufre una aceleración constante. Su teoría del movimiento uniformemente acelerado y la caída de los graves fue el precedente de la Ley de la Gravedad de Newton.



ESTATUA DE DOMINGO DE SOTO EN LA SEDE SEGONIAVA DE LA UNIVERSIDAD DE VALLADOLID

 
Estudió en la Universidad de Alcalá de Henares y en París desde 1516. En la capital francesa amplió sus estudios en la Filosofía nominalista. En 1520 regresó a la Universidad de Alcalá para ocuparse de la cátedra de Metafísica. En 1525 ingresó en la Orden de los Predicadores Dominicos. En 1532 ingresó en la denominada Escuela de Salamanca, la fundadora de la Ciencia Económica Moderna, mientras impartía como catedrático de Teología en la Universidad de Salamanca durante dieciséis años. Fue uno de los grandes alumnos de Francisco de Vitoria.

Escribió numerosas obras de teología, derecho, filosofíay lógica, entre las que destacaron De iustitia et iure (1557) y Ad Sanctum Concilium Tridentinum de natura et gratia libri tres (1547), de orientación tomistay De dominio (1534), de orientación iusnaturalista. También comentó varios libros de física y lógica aristotélica, el más importante fue Quaestiones super octo libros physicorum Aristotelis (1551), sobre cinemática y dinámica.

Domingo de Soto fue el primero en establecer que un cuerpo en caída libre sufre una aceleración uniforme con respecto al tiempo y su concepción sobre la masa fue extremadamente avanzado en su época.

En su libro Quaestiones explica la aceleración constante de un cuerpo en caída libre de esta manera: "Este tipo de movimiento propiamente sucede en los graves naturalmente movidos y en los proyectiles. Donde un peso cae desde lo alto por un medio uniforme, se mueve más veloz en el fin que en el principio. Sin embargo el movimiento de los proyectiles es más lento al final que al principio: el primero aumenta de modo uniformemente disforme, y el segundo en cambio disminuye de modo uniformemente disforme."
 
Soto ya relacionaba dos aspectos de la física: el movimiento uniformemente disforme (movimiento uniformemente acelerado) y la caída de graves (resistencia interna). En su teoría combinaba la abstracción matemática con la realidad física, clave para la comprensión de las leyes de la naturaleza. Tenía una claridad rotunda acerca de este hecho y lo expresaba en ejemplos numéricos concretos.

Anteriormente a Soto, hubo varios autores contemporáneos que llegaron a describir el movimiento de un cuerpo en caída con dos variables independientes: el tiempo y el espacio; lo que no les permitió llegar a la descripción correcta. Otro español, llamado Diego Diest, partió de utilizar una sola variable, pero utilizó de forma errónea la espacial.

Soto, en cambio, describió el movimiento con una sola variable independiente: el tiempo. Este hecho está comprobado en la obra de William Wallace llamada The Enigma of Domingo de Soto: Uniformiter Disformis and Falling Bodies in Late Medieval Physics.

Clasificó los diferentes tipos de movimiento en:

Movimiento uniforme respecto al tiempo:
"Es aquel por el que el mismo móvil en iguales intervalos de tiempo recorre iguales distancias, como se da perfectamente en el movimiento extremadamente regular del cielo."

Movimiento disforme con respecto al tiempo:
"Es aquel por el cual, en partes iguales de tiempo son recorridas distancias desiguales, o en (tiempos) desiguales, (espacios) iguales."

Movimiento uniformemente disforme con respecto al tiempo:
"Es el movimiento de tal modo disforme, que si dividimos según el tiempo, (la velocidad de) el punto medio de la proporción excede (la velocidad de) el extremo más lento lo que es excedida por el más rápido."

"El movimiento uniformemente disforme respecto al tiempo es aquel cuya diformidad es tal, que si se le divide según el tiempo, es decir, según las partes que se suceden en el tiempo, en cada parte del movimiento del punto central excede del movimiento extremo el menor de esa misma parte en cantidad igual a aquella en la que él mismo es superado por el movimiento extremo más intenso."

De Soto describió el movimiento de caída libre como ejemplo de movimiento unifórmemente acelerado por primera vez, cuestión que sólo aparecerá posteriormente en Galileo:

"… este tipo de movimiento propiamente sucede en los (graves) naturalmente movidos y en los proyectiles. Donde un peso cae desde lo alto por un medio uniforme, se mueve más veloz en el fin que en el principio. Sin embargo el movimiento de los proyectiles es más lento al final que al principio: el primero aumenta de modo uniformemente disforme, y el segundo en cambio disminuye de modo uniformemente diforme."

Por lo tanto era aplicable la Ley de la velocidad media para calcular el tiempo de caída: "Esta especie de movimiento es la propia de los cuerpos que se mueven con movimiento natural y la de los proyectiles."

"En efecto, cada vez que cae una masa desde una cierta altura y en el seno de un medio homogéneo, se mueve al final más de prisa que al principio. Pero el movimiento de los proyectiles es más lento al final que al comienzo, y así el primero se intensifica, y el segundo se debilita uniformemente."

Movimiento diformente disforme con respecto al tiempo:
"Es el movimiento en tal modo disforme, que si es dividido según el tiempo, no ocurre que el punto medio de cada parte en la misma proporción excede (en velocidad) a un extremo cuanto es excedido por el otro. Este tipo de movimiento es el que esperamos en los animales, donde se observa el aumento y la disminución."


UNIVERSIDAD DE SALAMANCA


Este fue un descubrimiento clave en física, y base esencial para el posterior estudio de la gravedad por Galileo Galiley e Isaac Newton. Ningún científico de las Universidades de París y Oxford de aquella época había conseguido describir la relación entre movimiento uniformemente disforme en el tiempo y la caída de los graves como lo hizo Soto. Este hecho debería reconocer tal descubrimiento al español.

Domingo de Soto publicó sus ideas sobre la caída de graves en la obra Quaestiones super octo libros physicorum Aristotelis (1551). Esta obra fue publicada en varias ciudades italianas, influyendo en personajes como Benedetti o Galileo. Sus ideas son originales y que no corresponden a un conocimiento colectivo de la época.

Fue un logro tan avanzado que los autores Juan José Pérez Camacho e Ignacio Sols Lucía en su trabajo Domingo de Soto en el origen de la ciencia moderna, publicado en 1994, terminaron escribiendo que: "Ante el resultado de nuestro análisis de las aportaciones de Domingo de Soto a la física, proponemos esta consideración: es en la década que abraza las obras de Copérnico (1543), Soto (1551) y Benedetti (1554) donde debemos situar la línea divisoria entre la ciencia del Renacimiento y la ciencia moderna. Tras una lenta maduración, al fin sus ideas contaron con un magnífico aliado en Galileo Galilei."


Otro de los que llamaron la atención de las aportaciones de Soto fue el historiador francés de principios del siglo XX Pierre Duhem.

Este teorema de caída de graves es el principio que Galileo buscaba en 1604 para establecer el fundamento de la cinemática. En sus primeras investigaciones partió de una concepción equivocada porque consideraba que la velocidad aumentaba con respecto al espacio de la caída en lugar de con el tiempo. Así escribió: "El cuerpo que cae naturalmente va incrementando continuamente su velocidad a medida que la distancia desde el punto de partida aumenta."Con posterioridad, al darse cuenta de su error, formuló matemáticamente el movimiento uniformemente acelerado, pero éste se había definido 50 años antes por de Soto.

Galileo citó a Soto en dos ocasiones aunque no relacionadas con la caída de graves. Sin embargo las concepciones de Soto como mínimo le llegaron de manera indirecta a través de discípulos de Soto.

Pero Soto no solamente acertó en la cinemática, sino también en la dinámica. En su libro Quasetiones planteaba
la resistencia interna de los cuerpos: "Lo que es movido es una resistencia, que ha de ser superada por la fuerza motriz." Pérez y Sols plantean que no hay duda sobre el carácter de esta resistencia (que hoy llamaríamos masa inerte) como en primer lugar interna y no sólo resistencia externa del medio y en segundo como proporcional al peso. Eso se desprende de sus textos y los ejemplos que puso. Concluyen que aunque no lo haya formulado explícitamente, si uno parte de todas sus concepciones y le preguntase a Soto ¿con qué velocidad caen los graves en el vacío? Soto habría respondido: "Todos los cuerpos caen en el vacío con la misma velocidad, que aumenta uniformemente disforme con el tiempo de caída."

 
 
 

Una de las características más destacadas del pensamiento sotiano fue la preocupación por la justicia social, tan común en los miembros de la Escuela de Salamanca. Así en su Deliberación en la causa de los pobres (1544), escribió: “So pena de pecado mortal son obligados los ricos a hacer limosna de los que les sobra”. Con excepción de lo que el hombre necesita para su sustento personal y familiar, todo lo demás ha de darlo “al que tiene dello necesidad”.

En su libro De dominio (1534), escrito en Salamanca, establecía que Dios ha había criado “todos los bienes del mundo en común para el linaje humano”, de manera que quien no se atiene a esta norma de conducta atenta contra la ley divina y también contra el Derecho Natural, ya que “por Derecho Natural todas las cosas son comunes en cuanto al dominio". Según De Soto, si los bienes materiales han de quedarse divididos y privatizados han sido como consecuencia del pecado original.

El maestro de Salamanca dio una nueva dimensión a la teoría del Derecho de Gentes formulada ya antes por Francisco de Vitoria, el gran precursor de los Derechos Humanos y del pensamiento anti-colonialista. Para De Soto era un error considerar que fuera de la Cristiandad nadie es señor del mundo, tampoco el Emperador ni el Papa, así como que querer justificar el dominio del mundo en nombre de Cristo, ya que sería “maravilla que viniendo Cristo a predicar la pobreza en el mundo, recibiese el dominio del mundo".

Su respuesta ante esta cuestión la resolvía así: “Si es lícito apoderarse por la fuerza de las ciudades de los infieles y gentiles a causa de su idolatría es rotundamente negativa, ya que tales guerras las llevamos a cabo contra las leyes divinas”, por lo que “estamos de atendernos a los cometidos de la Fe”. Matando a los gentiles, “no sólo saldamos las exigencias de la caridad, sino que también nos hacemos odioso e infecciosos a ellos y, por ende, ineptos para inducirles a aceptar nuestra fe”. La misión de los católicos no es la de castigar a los infieles por sus pecados, sino la de perdonarlos: “La predicación de la Fe tiene como finalidad el perdón y remisión de los pecados. Es así que castigar los pecados de los infieles se opone diametralmente a la misma. Luego, la fe católica no nos concede potestad alguna para castigarlos”. Se explica que contradiciendo a San Agustín negarse que los romanos tuvieran derecho a invadir y conquistar a otros pueblos. “El Derecho Natural es igual para todos los hombres, ya que todos son de la misma naturaleza; por consiguiente, nadie es de esta manera señor de los demás”.


REPRESENTACIÓN TEATRAL DE LA CONTROVERSIA DE VALLADOLID


Participó en la comisión de teólogos y juristas de la denominada Junta de Valladolid de 1550-1551, el primer debate oficial sobre los Derechos Humanos, donde se discutió la forma de proceder en la conquista de América por España y la naturaleza de los indios. En este debate, también fue llamado de los justos títulos o Polémica de los naturales, discreparon los frailes Juan Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas como líderes de dos modelos de colonización antagónicos. Soto se inclinó en su resumen hacia las tesis del este último.

Otra de las materias de las que se interesó Domingo de Soto fue la Economía, tan entre característico de los miembros de la Escuela de Salamanca, los fundadores de la Ciencia Económica Moderna. Analizó numerosos problemas como la usura, los contratos, la actividad del intercambio mercantil, la determinación del precio justo, así como las variaciones del mismo. Llegó a recomendar desde su cargo, ciertas intervenciones en precios.Rothbard lo criticó porque, en su opinión, de Soto rompió con la tradición escolástica de la defensa del precio de mercado como precio justo.

Su obra más importante es De Iustitia et Iure(1557), escrito en Salamanca, del que se publican al menos 27 ediciones en los 50 años siguientes a su primera edición.


SESIÓN DEL CONCILIO DE TRENTO, POR TIZIANO
 
 
En 1545 fue enviado al Concilio de Trento en calidad de teólogo imperial de Carlos V ante la imposibilidad de que fuera Francisco de Vitoria. En sus intervenciones defendió la Escolástica y atacó el Protestantismo y el Nominalismo como desviaciones de la doctrina cristiana, tesis que luego desarrollaría más ampliamente en obras posteriores, sobre todo en Ad Sanctum Concilium Tridentinum de natura et gratialibri tres (1547), publicado en Venecia. Frente a la tesis luterana de que la Fe basta por sí sola como justificación ante Dios, Soto afirmaba, al igual que los demás teólogos católicos, que la Fe es inseparable de la Caridad y que sin ésta se convierte en una abstracción vacía de contenido.


Separada de las obras concretas de caridad, la sola fides de Lutero se revela como un solipsismo o subjetivismo carente de la categoría de alteridad, esencia y condición del amor al prójimo y clave del verdadero Cristianismo. Este concepto activo y solidario de la Fe concuerda con la importancia que el maestro salmantino adjunta a la conducta moral o bonum honestum, que es la vía hacia Dios. La Fe es virtud moral. El hombre tiene dos fines, uno sobrenatural y otro natural. Aquél consiste en la contemplación de Dios, éste en el obrar de acuerdo con la Razón, operari secundum naturem, cuyo fruto es la obra buena y honesta. A este proceder racional pertenece el esfuerzo por el advenimiento de un Estado justo. Cuando uno hace lo que debe hacer, puede contar con la gracia o auxilio especial de Dios. A su regreso a España, el Emperador le nombró su confesor personal, cargo que aceptó a su pesar, porque su deseo era el de proseguir su labor docente.
 
En 1548 intervino, como teólogo católico frente a los protestantes, en la redacción del Interim de la Dieta de Augsburgo. Allí coincidió con el también dominico Pedro de Soto, confesor real, a quien sustituyó en el cargo en 1548. Ambos intentaron, pero no consiguieron, impedir la influencia que sobre el emperador Carlos V tenía el cardenal Granvela. El emperador le ofreció el nombramiento como obispo de Segovia, que no lo aceptó, y el de confesor personal, que dos años de oficio renunció al mismo para continuar su trabajo en Salamanca.


Segovia, ciudad natal de Domingo de Soto, tiene dedicado a su hijo ilustre una estatua y un centro de enseñanza primaria, y colegio universitario conocido como Campus de Segovia, dependiente de la Universidad de Valladolid.
 
 
ESTATUA DE DOMINGO DE SOTO EN LA SEDE SEGONIAVA DE LA UNIVERSIDAD DE VALLADOLID

MONARQUÍA HISPÁNICA PRECURSORA DE DERECHOS HUMANOS

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El español fue el primer Imperio en cuestionarse la legalidad y legitimidad de unas tierras conquistadas, nunca otro había reparado en esta cuestión. De la necesidad de establecer normas de convivencia con los indígenas del descubierto Nuevo Mundo, la Monarquía hispánica organizó durante el siglo XVI una serie de Juntas Consultivas de Indias formadas por juristas y teólogos. El resultado de aquellos debates fue la aprobación de las sucesivas Leyes Protectoras de Indias, precedentes de los actuales Derechos Humanos

La Junta de Valladolidde 1550 y 1551, que planteó  a fondo la "cuestión de los naturales", fue el origen hispánico de la fundación definitiva de los Derechos Humanos y antecedente de las actuales resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas. Esta controversia tuvo como referente el pensamiento de Francisco de Vitoria, fundador del Derecho Internacional de Gentes, y como protagonistas a Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda.


RECOPILACIÓN DE LEYES DE LOS REYNOS DE LAS INDIAS


Durante la Edad Media, los reinos cristianos nunca habían necesitado un Derecho Internacional ya que sus necesidades se habían limitado a las relaciones de vasallaje entre los estamentos sociales y el rey. Con la entrada de la Edad Moderna, los reinos de Europa formaron un grupo de personalidades internacionales que demandaban unos nuevos principios y derechos jurídicos para el arbitraje de sus relaciones políticas, comerciales y sociales.

El detonante que propició la ruptura de los rígidos principios medievales fue el descubrimiento de América, el 12 de octubre de 1492. Entonces, España se había convertido en la gran potencia de Europa,y en el centro intelectual durante el siglo XVI. Como consecuencia de la política exterior y expansión territorial, necesitaba un nuevo derecho que regulase las relaciones entre monarquías, la disciplina en los ejércitos, la distribución del botín y la autoridad sobre los vencidos.


DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA POR CRITÓBAL COLÓN


Hasta el descubrimiento de América, la licitud de conquista se basaba en tres fuentes de derecho que nadie discutía: el romano, el medieval y pontificio.


El derecho romano establecía que el descubrimiento y ocupación de un territorio era título suficiente para ejercer un pleno dominio con total legitimidad.


El derecho medieval se basaba en que las personas no cristianas carecían de personalidad jurídica y, por tanto, no podían ser sujetos de derecho. Además, toda aquella tierra sin relación alguna de soberanía o vasallaje con algún príncipe cristiano se consideraba como “tierra de nadie”, Terra Nullis.

El derecho pontificio se asentaba en la suprema jurisdicción internacional del Papa, considerado como Dominus Orbis, y la Santa Sede podía otorgar el Derecho de Conquista a un rey, o a un “príncipe cristiano”.

Cuando la expedición de Colón descubrió el Nuevo Mundo, lo hizo con estos tres títulos, por lo que la conquista era estrictamente legal.

El derecho medieval para el descubrimiento y ocupación de nuevas tierras estaba basado en textos legales como Las Siete Partidasde Alfonso X, que concedía la potestad de las islas a quienes las descubrieran. Pero los territorios del Nuevo Mundo estaban frecuentemente poblados por indígenas, y en estos casos Las Siete Partidas solo reconocían el señorío de un reino por herencia, matrimonio, libre consentimiento de los naturales u otorgamiento del Papa o del Emperador. Ante esta cuestión los Reyes Católicos recurrieron al otorgamiento papal.

Mediante la Bula Inter Caetera, otorgadas por el papa Alejandro VI (Rodrigo Borja) el 4 de mayo de 1493, el Reino de Castilla tenía permiso al dominio de la tierras descubiertas y por descubrir en el Nuevo Mundo, pero como contrapartida estaban obligados a evangelizar y convertir a los pueblos nativos. En esta concesión se hizo fundamento jurídico suficiente.
 
 
TRATADOS DE ALCAÇOVAS Y TORDESILLAS


Una bula posterior, conocida como Tratado de Alcaçovas, estableció la línea de demarcación de las zonas de influencia castellana y portuguesa. Los dominios castellanos serían los comprendidos más allá de una línea imaginaria trazada a cien leguas de las Azores, y los portugueses los comprendidos más acá de dicha línea. Por último, el Tratado de Tordesillas de 1494 fijó la frontera entre ambas zonas sobre el meridiano situado a 370 leguas de Cabo Verde.

Pero pronto, esta justificación, basada en las Bulas Alejandrinas y en argumentos de carácter teológico, empezó a ser criticada tanto desde América como desde el interior del Reino de Castilla. Además, esa nueva situación cambió la perspectiva del proyecto ya que los indios, una vez conversos, eran sujetos de derecho.

De esta forma, con una legalidad propia de la Edad Media, mezcla entre derecho romano y germánico, se creyó legitimada la conquista, pero al poco tiempo buena parte de la intelectualidad española comenzó a preguntarse sobre la licitud y legalidad de obligar a todo un continente a formar parte de un Imperio con el que no les unía ninguna relación previa, y con base en un derecho que ni conocían ni habían aceptado. Fue el nacimiento de una nueva mentalidad de la Edad Moderna, contraria a la opinión legal y cultural de la época en Europa, y sobre todo contraria al propio interés económico y político de su propio país. Aún no se habían conquistado México ni Perú y ya había un problema político, jurídico y moral de gran importancia.

Surgía entonces una pregunta: “¿Tenemos la legitimidad suficiente para conquistar las Indias?”

El español fue el primer Imperio en cuestionarse la legalidad y legitimidad de unas tierras conquistadas, nunca otro había reparado en esta cuestión.

Este fue el tema central de las Juntas Consultivaspara las Indias realizadas a lo largo del siglo XVI, auspiciadas por los monarcas hispánicos y materia de debate por teólogos y juristas españoles. Estas Juntas trataban de establecer unas nuevas normas de convivencia entre los hombres, desechando la mentalidad europea de la época y basándose en unos valores comunes a todos los hombres.


ISABEL I DE CASTILLA


La primera persona en preocuparse por la defensa de los derechos del indio fue Isabel la Católica. Desde los primeros momentos del descubrimiento, la reina de Castilla dictó leyes tanto a favor de la protección real de sus nuevos súbditos americanos, como también en la regulación de la posible ambición que pudiese tentar a los conquistadores. En este sentido estableció que seguirían siendo propiedad de los indios aquellas tierras que les pertenecían con anterioridad, mientras que el resto de territorios libres pasarían a titularidad de la Corona, para posteriormente ser repartidos entre los colonos.

En el año 1500, Isabel dictó un decreto por el que se prohibía la esclavitud, y cuyas disposiciones suponían una auténtica revolución en cuanto a Derechos humanos para la mentalidad de la época. Estas leyes quedaban aún englobadas en el Derecho medieval, ya que estaban dictados por la libre disposición de un monarca que obra con una legitimidad emanada de una bula papal. No obstante, suponían el inicio de las Leyes de Indias.

En 1503, se reunieron en junta consultiva consejeros reales con teólogos y canonistas, bajo la presidencia del arzobispo de Sevilla, y se consideró legítima la ocupación española de los territorios americanos. Además, se implantó el sistema de encomiendas, por el que se establecía el servicio de los indios por uno o dos años. Pero en la práctica se cometieron numerosos abusos, pasándose de la justificación jurídica al dominio. La teoría siguió siendo, sin embargo, que era lícito el dominio de las tierras obtenidas por extensión y difusión del evangelio, y no por afán de lucro.

Durante los primeros años del siglo XVI, los colonos españoles habían conseguido asentarse de forma estable en Cuba y el resto de las islas mayores del Caribe. La colonización se esperaba que discurriese pacífica, pero pronto se descubrió un belicismo indígena  como resistencia a los abusos de los primeros colonos.
 
 
MONUMENTO A ANTONIO DE MONTESINOS EN LA ISLA LA ESPAÑOLA

 
Con la llegada de los dominicos al Nuevo Mundo, aparecieron los primeros defensores de indios y las primeras denuncias a la Corte. El sermón de Antonio deMontesinos, pronunciado en diciembre de 1511 en la isla La Española (Santo Domingo), fue el hito iniciador de la lucha por la justicia, según el historiador norteamericano Lewis Hanke. Su sermón tuvo como tema central el cuestionamiento de la licitud del dominio español en las Antillas, así como la censura frente a la explotación a la que los colonizadores, especialmente los encomenderos, sometían a la población nativa.

Montesinos defendió que si los indios son humanos, tenían plenitud de derechos, y como humanos tenían que ser tratados, y planteó tres graves preguntas a los colonos:

- ¿en qué condiciones podía hacerse la guerra justa contra los indígenas?

- ¿con qué título ejercía el rey de Castilla su dominio sobre América?

- ¿podía emplearse la fuerza contra los indígenas para predicar el cristianismo, o esta predicación debía realizarse solo por medios pacíficos?

Al mismo tiempo, el superior de la orden dominicana en La Española, Pedro de Córdoba, negó la absolución a cuantos colonos abusaran de los indígenas.

Ante estas denuncias, Fernando el Católico encargó un estudio jurídico y teológico a Juan López de Palacios y Matías de Paz.

Juan López de Palacios Rubios fue jurista, doctor en cánones y catedrático en las Universidades de Salamanca y Valladolid, miembro del Consejo de Castilla y redactor de las Leyes de Toro, en 1505. Como ministro del Consejo de Indias y conocedor de la situación, se convirtió en uno de los principales defensores de la cuestión de los Justos Títulos del dominio de Castilla sobre las Indias. En su obra Libellus de insulis oceanis realizó un concienzudo razonamiento sobre la legitimidad de la soberanía castellana de los territorios americanos.


En 1512, redactó un Requisimientopor el cual obligaba a los indígenas a someterse pacíficamente como vasallo del monarca y súbditos del papa que era, y, en el caso de que opusiesen resistencia, se les anunciaba que serían sometidos por la fuerza y convertidos en esclavos.
 

EVANGELIZACIÓN DE INDÍGENAS POR DOMINICOS

El defensor de indios Matías de Paz, de la orden de los Dominicos, fue catedrático de teología en la Universidad de Valladolid, y de escritura en la de Salamanca. Fue el promotor del hospital de los indios de Santiago de los Caballeros de Guatemala.

Su única obra es De dominio Regum Hispaniae super Indos, publicada en 1512, en la que consideraba hostiles a los indios infieles, pero defendió un trato digno basado en el derecho natural sobre sus tierras y súbditos a los príncipes infieles, y el de los monarcas cristianos a extender y propagar la fe católica.

Su pensamiento puede resumirse así:

1- no es lícito a los príncipes cristianos hacer la guerra a los infieles por el afán de dominio y riquezas, aunque sí por extender la fe; si los infieles la reciben de buen grado, no se les puede atacar.

2- los indios pueden defenderse en caso de ser atacados, si antes no se les amonesta y requiere para que acepten la fe católica; pero si tras ser vencidos obedecen al príncipe cristiano y abrazan la fe católica, entonces no quedan convertidos en esclavos.

3- el dominio sobre los indios en régimen de vasallos libres sólo puede ser ejercido por el rey y por la autoridad del papa.

Matías de Paz aceptaba pues el derecho del papa y los reyes cristianos a invadir las tierras de infieles y destronar a los príncipes indios, pero defiende que debe evitarse la coacción en la propagación evangélica, porque anula la libertad de la fe. Aceptanban la erradicación de costumbres salvajes e inhumanas por los indios, que debían ser combatidas incluso con la fuerza. También la opción de la fuerza era justificada cuando los caciquez indígenas prohibían la libre conversión a sus súbditos.


PANEL CONMEMORATIVO DEL 5º CENTENARIO DE LEYES DE BURGOS


Antes estos hechos, la Corte convocó junta consultiva en diciembre de 1512, la Junta de Burgos, mediante la cual se legitimaron las encomiendas, reconociendo libertad a los indios, e imponiendo responsabilidades a los encomenderos. Concretamente respecto a los nativos, se aprobó:

1- los indios eran libres,

2- debían ser instruidos en la fe católica,

3- tenían obligación de trabajar en forma provechosa para ellos y la República,

4- el trabajo tenía que ser soportable e ir acompañado de los necesarios descansos,

5- debían recibir un salario justo por su trabajo

6- los indios debían tener casas y haciendas propias,

7- tenían que procurar una comunicación con los cristianos.

Estas leyes estaban destinadas a resolver los problemas prácticos de las encomiendas, pero no el de la legitimidad moral de la soberanía española en el Nuevo Mundo. Progresivamente, una nueva generación de juristas, teólogos y filósofos fue ampliando y mejorando dichas leyes mediante una serie de compilaciones indianas e introduciendo un nuevo concepto de derecho en base a la filosofía iusnaturalista.


ESTATUA DE JUAN DE ZUMÁRRAGA EN DURANGO


El Iusnaturalismo católico es una corriente de pensamiento que afirma la existencia de unas leyes naturales creadas por Dios y que rigen la vida del hombre y de las sociedades. Esta visión del hombre fue novedosa en el contexto socio-político del momento, pero más innovador fue el ambiente de libertad con el que los intelectuales fueron formulando estos principios que estaban cuestionando la presencia española en el Nuevo Mundo, incluso con el apoyo de los monarcas.

A diferencia de los estadistas y militares que la establecían la ley en concreto, según fuese conveniente a sus intereses, estos intelectuales escribieron sus disquisiciones sobre la ley en abstracto.

Una Real Orden de Carlos I dispuso que, a partir de 1526, cualquier expedición militar vaya acompañada de clérigos legitimados para evitar abusos o desautorizar la lucha cuando esta se considere inncesaria.

El primer arzobispo de México y protector de indios, Juan de Zumárraga, redactó uno de los primeros documentos clave en la historia de la defensa de los Derechos Humanos, llegando a cuestionar la licitud de la conversión de los indios y de la presencia española en América.


ESTATUA DE FRANCISCO DE VITORIA EN SALAMANCA


El más influyente intelectual de la época fue Francisco de Vitoria, firme seguidor del Iusnaturalismo católico, catedrático de teología de la Universidad de Salamanca y fundador de la Escuela económica Salamanca.

Además de promover una reflexión moral sobre la economía totalmente novedosa en su tiempo, fue defensor de la igualdad de todos los hombres y concibió el mundo como una comunidad de pueblos organizada de forma política y basada en el Derecho Natural de gentes. Su pensamiento se desarrolló en torno a la dignidad y problemas morales de la condición humana, convirtiéndose en el primer español en negar la validez política de las Bulas Alejandrinas sobre los territorios americanos.

Vitoria definió una serie de títulos justos a partir de los cuales la Corona castellana podría declararse como legítima poseedora del continente americano. Se refería a unos derechos que pretendían romper con argumentos teológico, que se fundamentaran en criterios de la razón natural, que pudieran ser aceptados por todos los hombres, por tanto aspiraban a tener reconocimiento universal: las bases del Derecho Público Internacional.

Sus ideas, reunida en sus Relecciones sobre los indios, se pueden concentrar en las siguientes tesis:

1- Derecho territorial: los indios son dueños de sus tierras, por tanto, sus Estados, aunque infieles, tendrían los mismos derechos que los cristianos. El descubrimiento no produce derecho a la conquista ni al dominio.

2- Derecho de tránsito y permanencia: todos los humanos tienen libertad de viajar y permanecer en el continente americano sin dañar a los naturales. Si estos impidieran ejercer el derecho de tránsito y permanencia, entonces podrían tomar la tierra sin su consentimiento.

3- Derecho a la negación del rey como poder divino: el emperador no puede valerse de una ley universal para reconocerse como dueño patrimonial del mundo y, del mismo modo, tampoco el papa puede hacer uso de su poder temporal divino para asignar territorios de infieles a otros príncipes.


4- Derecho de prédica del evangelio: los indígenas deben permitir la libre evangelización de los cristianos, pero en caso negativo, estos no se deben tomar este hecho como licencia para la agresión.


5- Derecho a la defensa interior: los príncipes indígenas no pueden forzar la vuelta a la idolatría de algún natural convertido al cristianismo.

6- Derecho de libre soberanía: los indios sometidos a príncipes tiranos puede elegir de forma cierta y voluntaria la protección de señores cristianos. Además, los colonizadores pueden usar la fuerza si es para derrocar a crueles soberanos indígenas y salvar a gente inocente de una muerte injusta, como por ejemplo los rituales del sacrificio humano.

 
ESTATUA DE BARTOLOMÉ DE LAS CASAS EN GUATEMALA


Bartolomé de las Casas se erigió en el principal seguidor del pensamiento de Vitoria. Muy influyente en la Corte, continuó la defensa de la dignidad del indígena. Justificó el dominio español en América sólo si se predicaba pacíficamente el evangelio. Condenó el uso de las guerras contra los indígenas americanos, aunque fueran guerras justas, pues para él, los soldados tienen la obligación de respetar a los inocentes, entre los que citaba a mujeres, niños, sacerdotes, agricultores, obreros y mercaderes.

Para Las Casas, los pueblos organizados como países independientes no constituyen algo separado de los demás, sino unido a estos por los vínculos de un común origen, de análogas necesidades y limitaciones. Para la superación de los males todos deben colaborar en una obra armónica; es en suma, una comunidad internacional lo que forma el conjunto de las sociedades políticas que deben vivir en situación de interdependencia.

Sobre la base de estos nuevos principios filosóficos, jurídicos y morales emprendidos por Vitoria y Las Casas, el emperador Carlos I convocó una Junta Consultiva de Salamanca, en la universidad de dicha ciudad en junio de 1540. El debate trataría la denominada Polémica de los naturales entre teólogos y juristas.

El informe concluyente aconsejaba que el rey, los gobernadores y los encomenderos deberían mantener un absoluto respeto a la libertad de conciencia de los indios, así como la prohibición expresada de cristianizarlos por la fuerza o en contra de su voluntad, tal como se estaba haciendo desde el inicio de la conquista.

Se determinó: “Los indios no deben ser bautizados antes de haber sido suficientemente instruidos no solo en los artículos de la fe, sino también en las costumbres cristianas y en todo aquello que es necesario para la salvación, hasta que ellos sepan lo que reciben, y profesen en el bautismo, y empiecen a dar pruebas de que es su voluntad venir y perseverar en la Fe y Religión Cristiana.”


 
RECOPILACIÓN DE LEYES DE LOS REYNOS DE INDIAS (1681)


Los consejos de estos juristas, junto a las indicaciones de clero indigenista, se fueron implantando con una extraordinaria agilidad legislativa en los diversos textos que fueron componiendo las Nuevas Leyes de Indias de 1542, aprobadas por el emperador Carlos I en Barcelona. Algunas de estas Nuevas leyes para el buen tratamiento y preservación de los Indios fueron un claro ejemplo del grado de innovación jurídica, adelantándose en varios siglos a la legislación moderna:

- Prohibición de injuriar o maltratar a los indios. (libro VI, título X, ley XXI)

- Obligación de pagarles salarios de “justa y razonable estimación”. (libro VI, título XII, ley II)

- Reconocimiento del derecho al descanso dominical. (libro VI, título XV, ley XX)

- Jornada laboral máxima de ocho horas en las fábricas. (libro III, título VI, ley VI)

- Normativa protectora de la salud de los indios, especialmente en lo referido a mujeres y niños.

 
EVANGELIZACIÓN DE INDÍGENAS POR DOMINICOS


Las Leyes Nuevas incluían claras disposiciones en favor de un mejor trato al indígena, que los ponían bajo la protección de la Corona, y establecería un mayor control en cuanto al comportamiento de los colonos para asegurar ese objetivo. Se inspiraban en la concepción de los reinos de indias como otros tantos más de la Monarquía española, como los de Aragón, Navarra, Sicilia, etc.

Aun así, la disposición más dura de ese cuerpo de leyes para los conquistadores fue la drástica limitación en la posesión de las encomiendas, lo cual levantó protestas en varios puntos del territorio colonizado. La rebelión más cruenta fue la que lideró Gonzalo Pizarro a los encomenderos del Virreinato del Perú. Aquel levantamiento provocó que, al poco de su promulgación, esas Leyes Nuevas fueran suspendidas, pero su sola publicación es reveladora de la preocupación que había en la Corte española por la justicia en la empresa colonizadora.

En 1546, se celebró la Junta Eclesiástica de México, convocada por el visitador Francisco Tello Sandoval, del Consejo de Indias. La Declaración expresaba claramente la posición de aquellos que estaban convencidos de que los "Reinos de Indias" no podían ni debían ser objeto de una conquista.

"La causa única y final de conceder la Sede Apostólica el Principado Supremo de las Indias a los Reyes de Castilla, no fue la mira de ensanchar sus dominios, sino la de dilatar el orbe cristiano con la conversión de los indios.

Al realizar la Santa Sede este acto no entendió despojar a los monarcas y señores naturales de las Indias de sus Estados, Señoríos, Jurisdicciones, Lugares y Dignidades; ni dar a los Reyes de Castilla ninguna facultad capaz de impedir la propagación de la fe retardando la conversión de los indios. Todos los infieles, sean cuales fueren su secta y pecados, tienen, por derecho natural, divino y de gentes, señorío sobre sus cosas adquiridas sin perjuicio de tercero, y con la misma justicia poseen sus Principados, Reinos, Estados, Dignidades, Jurisdicciones y Señoríos."


Los misioneros desplazados en América acordaron aceptar como política misionera las doctrinas de De las Casas y la Orden de los dominicos.


CATEDRAL DE MÉXICO, SEDE DE LA JUNTA ECLESIÁSTICA CONSULTIVA DE 1546



Como las leyes de 1542 fueron difíciles de en su aplicación y las denuncias continuaron, Carlos I tomó la decisión de someter a debate definitivo el debate legitimista convocando una gran asamblea de sabios. Mientras tanto, el Consejo de Indias ordenó detener el proceso de conquista en 3 de julio de 1549 hasta que se tomara una nueva resolución. 

España se había convertido en el primer Imperio que no sólo se cuestionó la licitud de sus conquistas, sino que además, había parado la empresa colonizadora. Ningún otro Imperio en la Historia de la humanidad tuvo un precedente de estas consideraciones. Esta actitud proteccionista fue un rasgo característico de la expansión española en América, Asia y Oceanía durante la Edad Moderna, desconocida por otras potencias, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XIX en la Edad Contemporánea, fase histórica de gran difusión de las prácticas colonialistas europeas como consecuencia de la industrialización.

El debate de indias que organizó la Junta Consultiva de Valladolid de 1550 y 1551, denominada Controversia de Valladolid, fue el origen hispánico de la fundación definitiva de los Derechos Humanos.

Esta polémica de los naturales tuvo en esta ocasión a dos grandes protagonistas: Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda.  Las Casas afirmaba que no era justo hacer la guerra a los naturales, y que la evangelización debía realizarse de modo pacífico. Sepúlveda, en cambio, aludía a la gravedad de los pecados de los indígenas y a la rudeza de su naturaleza como razones, entre otras, que hacían legal y necesaria la guerra contra ellos. La polémica tuvo su punto culminante en el debate que ambos protagonizaron en Valladolid entre 1550 y 1551. Si bien es conocido que, por diversas razones, Las Casas no tuvo éxito en sus intentos de poner en práctica una conquista pacífica en cuantos lugares de América, y a pesar de haber incurrido en ciertas exageraciones al hacer referencia a la historia de la conquista y colonización de América, lo cierto es que fue un hombre que se adelantó a su tiempo.


 
REPRESENTACIÓN TEATRAL DE LA CONTROVERSIA DE VALLADOLID DE 1550


Los indios fueron sometidos a un régimen de vasallaje semejante al que se aplicaba en Europa. Es verdad que durante el proceso de conquista hubo encomenderos brutales, pero es muy meritorio la voluntad política de la Monarquía española y los logros conseguidos por sus juristas y teólogos para la mentalidad de la época. Todas las grandes potencias hacían esclavos los naturales de las tierras que iban tomando: los portugueses, los árabes; pronto los ingleses, los holandeses, los franceses.

La prohibición de la esclavitud de los indígenas americanos tuvo un enorme impacto psicológico en la concepción de los colonizadores españoles desde el reinado de Isabel la Católica, en una época donde la esclavitud seguía siendo una institución social vigente en Occidente.

El emperador Carlos I lo dejó claro en las Leyes de Indias: “Es conformidad de lo que está dispuesto sobre la libertad de los indios, es nuestra voluntad, y mandamos, que ningún Adelantado, Governador, Capitán, Alcaide, ni otra persona de cualquier calidad, en tiempo de paz o de guerra, sea osado de cautivar indios naturales de nuestras Indias y Tierra Firme del Mar Océano, descubiertas o por descubrir...”.

Insistía en esta idea: “que los descubridores guarden lo dispuesto en favor de los indios”; encomendó a los clérigos “que fueren en descubrimiento”, que vigilen “el buen tratamiento de los indios” y prohibiesen a los gobernadores “tener indios si no es como intérpretes”.


CARLOS I


Su sucesor Felipe II repitió, más tarde, la misma orden: “que los descubridores no se embaracen en guerras ni bandos entre los indios, ni les hagan daño, ni tomen cosa alguna”.

Esto fue muy difícil de llevase a cabo con total control, de hecho las crónicas indias están llenas de sucesos sobre abusos cometidos por encomenderos e incluso por funcionarios reales de alto nivel jerárquico, pero fueron investigados por la justicia, arrestados, llevados a España, juzgados por estas leyes, encarcelados e incluso ejecutados.

En 1573, Felipe II prohibió definitivamente cualquier utilización de la fuerza militar en América y confió sus más extensas y ricas posesiones a un nuevo ejército compuesto de frailes y maestros.

Para el monarca, la evangelización de América solo podía apoyarse en la predicación y en el ejemplo, lo que requería personas capaces de exhibir una conducta orientada por valores y virtudes. Las órdenes religiosas organizaron sucesivas expediciones misioneras y humanitarias avanzando por territorios vírgenes.

Una vez que habían convenido con la población indígena las bases del asentamiento, se adentraban más tarde las fuerzas militares, seguidas poco después por los civiles. Nunca en la historia, ningún otro país del mundo ha desarrollado una política semejante. Este fue el verdadero y definitivo modelo de conquista del continente americano.  
 
 
FELIPE II


Las Nuevas Ordenanzas fueron especialmente beneficiosas para Filipinas, donde se garantizaron los derechos de la población nativa casi desde el principio, desde 1571 cuando los dominicos obtuvieron de Felipe II garantías de protección.

Para lograr el éxito de la difusión de las relaciones sociales y económicas españolas en Indias, entendían que los pobladores y descubridores deberían ser un modelo de convivencia a imitar. Los indios solo adoptarían elementos culturales europeos de manera voluntaria, haciendo uso de su libre albedrío y determinación, después de juzgar las ventajas que la comunidad cristiana les puede ofrecer. De manera recíproca, los españoles deberían conocer las instituciones, creencias, culturas y lenguas indígenas.

En síntesis, esta forma de pensamiento, que no buscó la identificación con el punto de vista del indio, sino la defensa de los Derechos naturales y universales de todos los hombres (entre los que se encuentran españoles e indios) fue el deber ser sobre el cual muchas personas comprometidas con la justicia como valor social edificaron el nuevo orden indiano.

Guillermo Céspedes del Castillo escribió: “Representa un hecho único en la historia que un pueblo someta a dura autocrítica su propia conducta y que aplique a sus mayores éxitos políticos y militares el más severo escrutinio moral”.

Ramiro de Maeztu, escritor de Defensa de la Hispanidad, afirmó: “El debate de Valladolid, en 1552, y las disposiciones reales que se derivan de él, constituyen la primera ocasión en que un gran poder expansivo hace el alto para resolver problemas de justicia y de conciencia que el hecho le plantea”.


DEFENSA DE LA HISPANIDAD POR RAMIRO DE MAEZTU


Las Juntas Consultivas que los monarcas españoles organizaron sobre la polémica de indis fueron un claro antecedente de las actuales resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas sobre la oportunidad y la necesidad de intervenciones militares, para salvaguardar los Derechos Humanos.

Debido a esta forma de entender el Derecho y la ciudadanía, un tercio de los diputados presentes en las Cortes reunidas en Cádiz en 1812 procedía de lugares como Honduras, Guayaquil, Buenos Aires, Venezuela, Chile o incluso Filipinas. De entre aquellos hombres que firmaron las primera Constitución de España y la América hispánica destaca el diputado representante del Virreinato del Perú Dionisio Inca Yupanqui. Este diputado había recibido una esmerada educación en la armada español y en el Colegio de Nobles de Madrid. Se declaraba “nieto legítimo por línea directa del Inca Huayna Cápac duodécimo y último Emperador del Perú“, y aseguraba que su antepasado fue el “primer vasallo“ del rey de España. En su discurso ante las Cortes de Cádiz criticó los abusos que existían en América, y defendió sin ambages la plena igualdad de ciudadanía, dentro de una concepción liberal. Su alegato en favor de negros, indios y mestizos le valió el fervoroso aplauso por parte del resto de diputados, Según aquella Constitución,“la nación español es la reunión de todos los españoles de ambos emisferios“.


SEDE DE LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS EN NUEVA YORK

 

GENERADOR PORTATIL DE RAYOS X POR MÓNICO SÁNCHEZ

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Inventor e ingeniero, Mónico Sánchez fue pionero de la radiología y electroterapia. Pasó a la historia de la ciencia por inventar un generador portátil de rayos X y corrientes de alta frecuencia en 1909, que salvó la vida a miles de militares que combatieron en la I Guerra Mundial. Además, desarrolló otras varias innovaciones en el campo de la electromedicina.


MONICO SÁNCHEZ


Mónico Sánchez Moreno nació en 1880 en Piedrabuena, una villa de la provincia de Ciudad Real que basaba su economía rural en la agricultura de secano y en la ganadería. A principios del siglo XX, esta villa tenía una población de 3.810 habitantes, siendo la mayoría analfabeta. El padre de Mónico se dedicaba a la fabricación de tejas y ladrillos, mientras que su madre lavaba ropa ajena en el paraje del río Tabla de la Yedra, ayudado por Mónico, el menor de cuatro hermanos.

En 1901, a pesar de que ni siquiera tenía el bachiller elemental, Mónico marcho a Madrid para estudiar ingeniería eléctrica, en plena implantación del alumbrado eléctrico y de la electrificación del tranvía sustituyendo al de tracción animal.

Cuando llegó a la capital, la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid estaba cerrada por las huelgas estudiantiles. Mónico decidió matricularse en un curso a distancia de electrotecnia impartido por The Electrical Institute of Correspondence Instrucion de Londres y dirigido por el ingeniero Joseph Wetzle.  A pesar de que el temario se impartía en inglés y del desconocimiento por completo esta lengua, siguió el curso durante tres años de forma rigurosa mientras también aprendía este idioma. Al finalizarlo el propio Joseph Wetzler, que se movía en los entornos de Thomas Edison, se puso en contacto con el joven español y le promocionó como empleado en una empresa de Nueva York.




GENERADOR PORTATIL DE RAYOS X




El 12 de octubre de 1904, Mónico, con 23 años y a penas recursos económicos, Mónico se embarcó en Cádiz con destino a Nueva York. Esta era la capital cultural del mundo, que sufría una efervescencia de inmigrantes procedentes de todo el mundo para construir sus primeros rascacielos, y que la mayoría no encontrarían el sueño americano.

Empezó a trabajar de ayudante de delineante y pronto se matriculó en el Instituto de Ingenieros Electricistas, un centro de formación profesional. Más adelante pudo asistir a un curso de electrotecnia de unos meses de duración de la Universidad de Columbia, perfeccionando sus conocimientos sobre tecnología eléctrica.

Era la época del desarrollo de las corrientes eléctricas, cuando las centrales eléctricas de Nueva York quemaban carbón y petróleo en abundancia. La energía resultante movía dinamos que producían la electricidad, pero surgía el problema de su distribución hasta los tranvías y las bombillas de las casas.

Thomas Edison, propietario de la compañía General Electric, defendía el uso de la corriente eléctrica continua, un flujo perpetuo que implicaba grandes pérdidas en forma de calor por la resistencia de los cables. Mientras tanto, aparecía el ingeniero serbio Nikola Tesla, en la empresa Westinghouse, que propuso utilizar una corriente alterna, en la que el flujo varía cíclicamente. La solución era magistral ya que minimizaba las pérdidas.

Sin embargo, Edison no aceptó las evidencias de Tesla e inició una campaña para demostrar los peligros que la corriente alterna suponía para los ciudadanos. Así pues, se dedicó a electrocutar animales en público, sobre todo perros y gatos, llevando al extremo de su espectáculo siniestro la electrocutación de un elefante.

Mientras tanto, Tesla reaccionó y demostraba en teatros que la corriente alterna no era tan peligrosa. Su propio espectáculo consistía en pasar por su cuerpo un flujo de corriente alterna en medio de una tormenta de relámpagos, pero protegido por un suelo aislante de corcho bajo sus pies. Lo más probables es que Mónico Sánchez, tan apasionado de la electricidad, acudiera a ver estos espectáculos públicos. De aquella guerra salió vencedora la corriente alterna de Nikola Tesla, que es la que actualmente se emplea en la distribución eléctrica en todo el mundo.

Y mientras Tesla y Edison se empeñaban en su guerra de corrientes eléctricas, surgía la figura de otro gran científico, Wilhelm Conrad Röntgen, que descubría los rayos X hacia el año 1895.

Investigaba la fluorescencia producida por rayos catódicos mediante ensayos con tubos de vacío y descargas eléctricas de alto voltaje, pero encontró un tipo de nueva radiación invisible que podía atravesar la materia e impresionar placas fotográficas. Incapaz de definir ese tipo de radiación misteriosa la denominó X. Cuando ganó, en 1901, el premio Nobel de Física, sus aparatos de rayos X se vendieron con éxito, pero eran voluminosos, estáticos y caros, llegando a pesar más de 400 kilogramos.


MÓNICO SÁNCHEZ Y SU GENERADOR PORTATIL DE RAYOS X

Mónico Sánchez fichó como ingeniero de la Van Houten and Ten Broeck Company, dedicada al diseño y fabricación de aparatos de radiología y electromedicina para hospitales. En esta empresa pudo desarrollar la innovación por la que pasó a la Historia de la Ciencia universal, el Aparato Portátil de Rayos X y Corrientes de Alta Frecuencia, que fue patentado en 1908. Su generador de rayos X estaba basado en la corriente de alta frecuencia, y era capaz de producir tensiones de 100.000 voltios con una corriente continua o alterna de 25.

La máquina de Mónico Sánchez suponía toda una revolución que cambió el panorama del diagnóstico médico para siempre. Hasta el momento la máquina deRöntgen no era muy práctica para aplicaciones a gran escala. Su coste de fabricación era altísimo y su instalación completa era complicada ya que se trataba de un sistema de máquinas voluminosas que llegaban a pesar varios cientos de kilos. Además, para hacerla funcionar, necesitaba la energía de un generador eléctrico capaz de producir corrientes de alto voltaje. Estas adversidades hacían que el aparato de rayos X de Röntgen solo se pudiera utilizar en algunos hospitales.

En cambio, el portátil de Mónico Sánchez tenía escasos 10 kilogramos de peso y ocupaba el volumen de una pequeña maleta de viaje. Supuso un gran avance en comparación a los equipos de Röntgen, porque permitía ser transportado con sencillez y desplegado en unos minutos. Para su funcionamiento, sólo necesitaba ser enchufada a la red eléctrica, no necesitaba generadores.


MÓNICO SÁNCHEZ HACIENDO UNA DEMOSTRACIÓN A UN MÉDICO

Mónico Sánchez se había ganado la admiración de los ingenieros neoyorquinos. La empresa Collins Wireless Telephone Company de Newark (New Jersey), le contrató como ingeniero jefe con la intención de vender su portátil de rayos X, que pasó a llamarse The Collins Sánchez Portable Apparatus. Frederick Collinsofreció 500.000 dólares a Mónico Sánchez por su invento.

Además de este invento, registró otra patente, una máquina para la métrica precisa de diversos parámetros eléctricos como la resistencia o el aislamiento.

Collins se dedicaba especialmente al desarrollo de la telefonía sin hilos, llegando a fusionase con otra, crearon una gran empresa, la Continental Wireless Telephone and Telegraph Company.

Mónico Sánchez participó en el equipo de ingenieros que desarrolló el primer teléfono sin hilos, capaz de comunicarse a más de cien kilómetros. El problema es que este aparato, con un micrófono de carbón, se calentaba poco a poco y terminaba ardiendo a los 15 minutos de conversación continuada. La empresa de Collins comenzó una gran campaña de propaganda para vender acciones, sugiriendo que la telefonía móvil en coches, trenes y barcos ya era una realidad.

En 1909, el Aparato Portátil de Rayos X y Corrientes de Alta Frecuencia fue presentado con notable éxito en la III Feria de la Electricidad, una exposición de tecnología eléctrica, celebrada en el Madison Square Garden de Nueva York. Se conserva una foto en la que Mónico Sánchez aparece junto altos directivos de la General Electric de Thomas Edison y de la Westinghouse de Nikola Tesla. En los carteles se leía: “No wires. No poles. No Franchises. The Collins Wireless Telephone Co.” (Sin cables. Sin postes. Sin franquicias. La compañía telefónica inalámbrica Collins).


MÓNICO SANCHEZ EN LA III FERIA DE LA ELECTRICIDAD EN NUEVA YORK


Lo cierto es que más que una realidad, la telefonía sin hilos de la Collins Wireless Telephone Company resultó una estafa y cuatro ejecutivos, incluido Collins, acabaron denunciados y sentenciados a prisión. El veredicto judicial aludía a un presunto fraude en sus demostraciones en lugares públicos, limitadas a conversaciones breves para que los teléfonos no echaran chispas. Cuando estalló el escándalo, Mónico ya había abandonado la empresa y regresado a Nueva York, donde, en solitario, fundaba la Electrical Sánchez Company.

En 1910 intervino en el V Congreso Nacional de Electrología y Radiología de Barcelona, donde firmó contratos para vender cuantos aparatos fabrique. Para comercializar su invento en Europa fundó la European Electrical Company, aunque su fabricación continuaba en EE.UU.

Entre 1909 y 1911 logró patentar otras máquinas, tal y como aparece en las patentes numeradas como 46537, 49075 y 51029, sobreaparatos de rayos X portátiles y generadores de alta frecuencia.

El éxito de su invento en Europa, le hizo regresar a España en 1912 con 32 años y convertido en un emprendedor millonario.

En 1913 construyó con su propia fortuna un centro de alta tecnología en su pueblo natal: el Laboratorio Eléctrico Sánchez. Ocupaba una superficie de 3.500 metros cuadrados, donde montó su laboratorio y fábrica de aparatos portátiles de rayos X. Como Piedrabuena carecía de electricidad, instaló se construyó un sistema de conducción de agua potable y una central eléctrica abastecida por el carbón llegado en carros tirados por mulas. Apenas un año más tarde, el centro era ya una realidad y casi todo el pueblo disponía de electricidad y agua. Entre sus empleados más cualificados estaba un soplador de vidrio alemán que contrató para la elaboración de tubos de vacío.


LABORATORIO ELECTRÓNICO SÁNCHEZ 

 
Los portátiles de rayos X se habían vendido a médicos de toda Europa y América, pero este revolucionario invento además salvaría miles de vidas en la I Guerra Mundial.

Se personó en Francia para conseguir un contrato de venta de sus portátiles mediante concurso, entre los que estaba Marie Curie. Tras entrevistarse Burdeos con autoridades y radiólogos, ganó el concurso. El Ejército francés compró 60 unidades de aparatos Sánchez para el auxilio de los heridos en sus ambulancias de campaña, lo que contribuyó a reducir el número de bajas durante la guerra.
Mujeres tan grandes para la ciencia como Marie Curie en un bando y Lise Meitner en el otro pudieron utilizar aparatos como este para mejorar el tratamiento de los heridos recorriendo los frentes. Solo en Francia, sacaron más de un millón de radiografías, en las cuales se veían los huesos rotos y las balas alojadas que podrían ser mortales.

Condecorado por el Gobierno francés, Mónico regresó a su laboratorio para atender pedidos que llegaban de todas las partes del planeta. Colaboró en revistas científicas nacionales y extranjeras, ofrecía conferencias y asistía a congresos siendo nombrado Doctor Honoris Causa en Ciencias Electrotécnicas por la Escola Livre de Engenharia do Rio de Janeiro y por universidades de diversos países.


AMBULACIA DE CAMPAÑA DEL EJÉRCITO FRANCÉS
DURANTE LA I GUERRA MUNDIAL


Sus innovaciones continuaron en el terreno de la electrofísica y la electromedicina. Aportaba máquinas de electroterapia, generadores de corriente y de onda corta, o accesorios como visores para radioscopias, chasis para radiografías, tubos protectores, etc. Diseñó un inhalador de ozono destinado al tratamiento de afecciones bronquiales con vapores de eucalipto. También desarrolló un cauterizador eléctrico de tejidos, invento que utilizaba para tratar daños dermatológicos. Otro de sus innovaciones revolucionarias para la época fue un bisturí eléctrico.

A lo largo de su vida hizo muchísimas demostraciones públicas de los beneficios que proporcionaba su generador portátil de altas frecuencias. Para ello empleaba tubos y bombillas con pequeñas cantidades de materiales radioactivos, que producían extrañas luminiscencias y fulguraciones. Eran los precursores de los actuales tubos de neón.

El responsable de la sección médica del laboratorio y fábrica  de Mónico Sánchez era su yerno, el doctor José Estébanez López, él y otros médicos fueron los divulgadores de sus innovaciones, consiguiendo curar el terrible ántrax o rebajar la tensión arterial humana.

ANUNCIO DEL LABORATORIO ELÉCTRICO SÁNCHEZ


Pero mientras tanto, Mónico Sánchez tuvo que hacer frente a otras dificultades de carácter socio-político: primero, su pueblo era una pequeña villa mal comunicada y con cierto ruralismo que originó un resentimiento de la clase dominante por ser demasiado moderno, y un desprecio de la clase obrera por ser demasiado moderno.

Mónico celebró la caída de la Monarquía y la llegada de la II República en 1931, pero cuando comenzó la Guerra Civil sufrió la hostilidad de ambos bandos implicados. Primero, los milicianos y autoridades locales afines a la república incautaron sus instalaciones y actividades del laboratorio. Un día fueron a detenerlo, pero como no estaba, se llevaron a su segundo al mando, que fue asesinado. Después, en época franquista, la política autárquica denegó los permisos de importación, lo que propició su ruina económica.

Además, su familia sufrió el fallecimiento de la esposa y de cinco de sus seis hijos, circunstancias que poco a poco pusieron fin a la industria.

Aunque continuó diseñando todo tipo de aparatos novedosos, nunca conseguía reunir un equipo de expertos colaboradores, ni volvió a la primera línea del mercado de aparatos radiológicos.

Hacia el final de su vida en 1961, dejó de vender sus aparatos y tuvo ciertas dificultades económicas, siempre innovando para elevar el nivel de vida de las personas. A pesar de que la tecnología ha avanzado muchísimo en ese campo, éste aparato ha sido utilizado hasta no hace muchos años por numerosos servicios médicos rurales.


DEMOSTRACIÓN E INSTRUCCIONES DEL PORTATIL DE RAYOS X SÁNCHEZ



Muchos de los aparatos que fabricó en su pueblo a partir de 1913 se exponen hoy en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, con sedes en La Coruña y Madrid. Tras su muerte el Laboratorio Eléctrico Sánchez se cerró. En la actualidad está ocupado por un colegio, un centro de salud y un centro cultural.
El físico Manuel Lozano Leyva, catedrático de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Sevilla, narró la apasionante vida y magníficos logros  en su libro El gran Mónico. Asegura que se ha convertido en un ejemplo por el cual “en condiciones más adversas que las actuales, es posible no sólo salir adelante, sino llevar a cabo proezas admirables”.

Según la física, Rosa Martín Latorre, que fue comisaria de una exposición en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología sobre el inventor castellano-manchego: “Es complicado encontrar a alguien innovador, atrevido y osado, capaz de salir de un entorno rural, de hacerse ingeniero sin saber inglés y de convertirse en un emprendedor. Mónico Sánchez fue un personaje muy singular”.


SALA MÓNICO SÁNCHEZ, MUSEO NACIONAL DE LA CIENCIA DE LA CORUÑA


COLECCIÓN PROCEDENTE DEL LABORATORIO ELÉCTRICO SÁNCHEZ

LO QUE EL MUNDO LE DEBE A ESPAÑA

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Lo que el mundo le debe a España
Luis Suárez, Editorial Ariel (2009)

En este ensayo, Luis Suárez destaca, una a una y en conjunto, las aportaciones hispanas, desde los inicios mismo del Cristianismo hasta la preconización de una forma alternativa a la Ilustración, aquella que no renunciaba en modo alguno a la herencia del pasado, el libre albedrío y la trascendencia, y que se ve reflejada en los avances científicos en España y América en el siglo XVIII.

A través de sus más destacadas figuras y del legado de las instituciones nacidas en el mundo hispano, Luis Suárez nos ofrece un singular fresco de la grandeza de España, situándola en el lugar que le corresponde: el de portadora de unos valores profundos y un quehacer único que contribuyen, a su vez, a la grandeza de Europa y del mundo occidental.

Europa es el resultado de las interrelaciones entre 5 ámbitos culturales a través del tiempo, que se han expresado por medio de 5 grandes idiomas: italiano, francés, alemán, inglés y español (castellano). La ciencia alemana o su música, el teatro británico, la ópera italiana, o el academicismo francés tienen para los europeos un valor absoluto. Lo mismo debe solicitarse en relación a las aportaciones españolas.

Hispania obtuvo su identidad a través de Roma. A principios del siglo IV, cuando el Imperio ejecutaba el tránsito desde el helenismo al cristianismo, fue reconocida como "diócesis" o ámbito de convivencia, iniciándose así la construcción de un patrimonio que abarcaba la Península e islas adyacentes. Los visigodos, pueblo germánico, se asentaron en estas tierras al producirse la caída del Imperio, sustituyendo su legitimidad.

Aquellos godos intentaron adoptar su particular forma de cristianismo, con las tesis arrianas, marcando así las diferencias entre germanidad y romanidad. Pero, cuando en el siglo VI, consiguieron unir políticamente el espacio hispano, se invirtieron los términos y fueron los hispanorromanos los que impusieron su modo de ser y vivir.

El III Concilio de Toledo (589) fue la primera aportación decisiva: el arrianismo fue sustituido por el catolicismo, se sometieron todos los habitantes a una Lex romana aparada por los visigodos, que renunciaron a la lengua goda imponiéndose el latín y formas de vida autóctonas. Existió, por lo tanto, un paralelismo entre Hispania y Bizancio, por la herencia romana.

Isidoro de Sevilla asignó al saber una misión genérica de llegar a conocer el orden de la Creación, utilizando para ello los libros y sus lecturas, es decir, bibliotecas y lecciones, que forma la base sobre la que se construyen las escuelas que desembocan en las universidades, típicamente europeas. Dos o tres generaciones después, los continuadores de san Isidoro se integran en el Renacimiento carlovingio.

Esta Hispania, que conservó su nombre demostrando fidelidad a la herencia romana, se perdió en 711 a causa de la expansión islámica, pero ciertos núcleos de resistencia, con el apoyo de Francia (los europenses como les llama un anónimo cronista mozárabe), pudieron emprender una tarea de siglos, a la que lamamos Reconquista. Durante ella se constituyen hasta cinco reinos, pronto reducidos a cuatro, cristianos, que invocan la vieja herencia. Las circunstancias, desde el siglo X, hacen que se produzcan determinados fenómenos que hemos de tener en cuenta.

En primer término el vasallaje, heredado de los germanos, no se convierte en feudalismo sino que se mantiene dentro de las estrictas relaciones de fidelidad entre vasallo y señor. Pero el vasallaje es un contrato que se ratifica mediante juramento y sólo personas libres pueden prestarlo. El León nace, al restaurarse la legislación gótico-romana, las primeras leyes que permiten al siervo salir de esta condición. Un avance que se extiende luego a toda Europa.

En la época de los Reyes Católicos, España es el primer país en donde se dicta una ley disponiendo la nulidad de cualquier vínculo se servidumbre que aún subsistiera. De aquí nacen otras dos consecuencias: a las Asambleas de la Corte son invitados también los representantes del tercer Estado. Un modelo que Simón de Monfort aplicará en Inglaterra creando los Comunes; la condición de súbdito se identifica con la libertad, asegurada mediante el recíproco cumplimiento de la ley.

La Monarquía hispana, desde la segunda década del siglo XIV avanza, por la vía de la Corona de Aragón, hacia un reconocimiento de que la potestad regia se garantiza por medio de tres poderes, legislativo (Cortes), administrativo (Consejo) y Judicial (Audiencia o Chancillería). Es el antecedente necesario para comprender el gran descubrimiento de Montesquieu.

Otra de las aportaciones importantes se produce mediante el contacto con musulmanes y judíos, que aportaban de Oriente algunas versiones del helenismo y de la sabiduría oriental. Entre otras, el texto de al-Kwarizmi, introducía en Europa el cero y el infinito, y sustituía los números romanos por guarismos. El futuro Papa, Gerberto de Aurillac, viajó hasta España para adueñarse del texto y exportarlo a toda Europa. Por esta vía, mediante la Escuela de Traductores de Toledo se investiga el pensamiento de Aristóteles. La versión de las Categorías que se empleaba en la Universidad de París se llamaba "Gundisalvus" porque era producto de un canónigo de Segovia llamado Domingo González. La ciencia podría entrar de este modo por las vía de la modernidad.

Fue un español, Raimond Llull, quién trató de convencer a los europeos, en los inicios mismos del Humanismo, de que la Fe puede explicarse por medio de la Razón, haciendo ver que el cristianismo constituye el modo más racional de explicar la existencia de Dios y de la naturaleza humana. Por esta vía, aprovechando de una manera especial influencias italianas y borgoñesas, España puso en marcha una reforma religiosa que aportaba dos valores opuestos a los del nominalismo, que desembocaría en Lutero: capacidad racional para el conocimiento incluso especulativo, y libre albedrío, como explicarían Manrique o Calderón, entre otros autores. A esta aportación deberíamos sumar una tercera de enorme importancia en razón de las peregrinaciones a Santiago. No existe pecado, por grave que sea, que no pueda alcanzar su perdón mediante verdadera y fructuosa penitencia. Tras elementos esenciales.

De aquí procede la Escuela de Salamanca, que tendrá en Suárez su punto culminante. Europa recibió el mensaje: partiendo de la base de la libertad racional, e incorporando las enseñanzas de la Iglesia, puede descubrirse que todos los seres humanos, sin distinción de raza, de color o de origen, se encuentran dotados en su naturaleza de ciertos derechos inalienables, como son la vida, la libertad y la propiedad. Las Monarquías estaban llamadas a reconocerlos y defenderlos pero no podían ser sustituidos. Una línea de razonamiento que coincide con la Constitución norteamericana, pero que se sitúa en una dimensión opuesta a la de la Revolución francesa.

En la culminación de la reforma española que alimenta al Teatro de Siglo de Oro (Zalamea, La vida es sueño, El burlador de Sevilla o El condenado por desconfiado) se encuentran las aportaciones de santa Teresa y de san Juan de la Cruz, que llegan a descubrir el secreto: "a la tarde te examinarán en el amor".

Pero en torno a este planteamiento, Europa se dividió partiendo de las universidades, entre racionalistas y nominalistas. España abraza el Tomismo y defiende esta línea de pensamiento. En la primera coyuntura, y a pesar de disponer de una Papa español, España da el paso decisivo para la solución del Cisma de Occidente abandonando la coyuntura de mantenerse en línea inexorable con Benedicto XII. En la segunda no hubo entendimiento y se aprestó a vencer la "rebelión protestante".

Entre 1648 y 1659 esta rebelión es vencida, predominando las razones políticas sobre las ideológicas, y se inicia una desvalorización de los principios esgrimidos por las escuelas españolas.

La decadencia política, que se prolonga durante más de dos siglos, lleva a algunos de los intelectuales de la Enciclopedia, a suponer que de ningún valor pueden considerarse las aportaciones españolas.

Visión incorrecta. Algunos grandes pensadores, en línea con el padre Feijóo, entre los que destacan Jovellanos y Campomanes, preconizaron una fórmula distinta para la Ilustración: aquella que no renunciaba en modo alguno a la herencia del pasado, el libre albedrío y la trascendencia. Durante dos o tres décadas, como demuestran los avances científicos en España y América, pareció a punto de alcanzarse esta meta. Pero la Revolución francesa provocó primero un freno radical y después una reacción contra los propios ilustrados españoles. Jovellanos, que fue un católico profundo y así lo demostró en Valldemosa, pudo ser calumniado por muchos clericales y presentando como algo que nunca fue, hasta el punto de que la Logia masónica de su ciudad natal emplearía su nombre.

Tiempos difíciles, de ruptura interior. Lo que España en el siglo XIX aportaba a Europa, envolviéndolo en la hazaña de las victorias sobre Napoleón, no era precisamente recomendable. Pues tradicionalismo y liberalismo no se presentaron como peldaños para un ascenso en la cultura, sino como enemigos que trataban de descubrir en el de enfrente, un peligro, un mal. Y así hemos vivido un siglo de guerras civiles, en el corazón y en la conducta que el Europeísmo debe borrar permitiendo el retorno a esos valores profundos que Europa necesita.

DETERMINACIÓN DE PESOS MOLECULARES POR ENRIQUE MOLES

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Químico y físico español, Enrique Moles consiguió una gran relevancia internacional durante la primera mitad del siglo XX por determinar el peso atómico de varios elementos orgánicos. Sus valores hallados fueron incorporados a la tabla periódica internacional. 


ENRIQUE MOLES


Enrique Moles Ormella nació en Barcelona, en 1883. Estudió Farmacia en Barcelona y Madrid, doctorándose en 1906 con la tesis titulada Procedimientos de análisis de silicatos seguidos en el análisis cuantitativo de algunas micas españolas. En 1907 es profesor auxiliar supernumerario gratuito en la Universidad de BarcelonaFue pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios para trabajar en Alemania, en las ciudades de Leipzig y Munich, entre 1908 y 1911.

En 1908, publicó su primer trabajo de investigación, en colaboración con Antonio Novellas y el profesor Karl Drucker, titulado Formulario-guía de farmacología, terapéutica y análisis químico-farmacéuticos. En Leipzig se doctora en ciencias químicas con Wilhelm Ostwald, cuya tesis fue titulada Revisión químico-física del peso atómico del flúor. Contribución a la química del mismo elemento. Durante estos años tradujo varias obras de bacteriología y patentó algunas medicinas.

Una nueva beca le llevó a Zurich en 1912, y más tarde a Ginebra, entre 1915 y 1917, donde trabajó con Philipe Guye y se familiarizó con los métodos fisicoquímicos para la determinación de los pesos atómicos. Sobre esta materia versó la tesis con la que alcanzó el doctorado en ciencias físicas por la Universidad de Ginebra, tras superar las dificultades administrativas que ello supuso. En la Escuela de Química de aquella universidad ejerció como docente en 1916 y 1917, impartiendo un curso sobre técnicas de precisión en el estudio de los gases.



ENRIQUE MOLES EN LEIPZIG (1911)


En 1927, ingresó en la Universidad Central de Madrid para impartir la cátedra de química inorgánica, cargo que desempeñó hasta 1936. Y, en 1934, entró como miembro en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales con su discurso Del momento científico español 1785-1825. Su labor docente fue excepcional; fue el maestro de las nuevas generaciones de químicos españoles; tuvo como discípulo a Augusto Pérez-Vitoria; y promovió nuevos planes de estudios en diversas carreras.

En estas instituciones apoyó la apertura de una especialidad de química física como ya existía en otros países cuyo resultado fue la fundación del Instituto Nacional de Química y Física.
También llevó sus actividades docentes hasta Hispanoamérica, principalmente en el año 1930, e impartió lecciones en Argentina, Uruguay y Cuba que le reportaron un merecido prestigio.

Como miembro de la secretaría de la Comisión de Pesos Atómicos de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada, solicitó la oficialidad del idioma español y la organización de un congreso internacional en Madrid. Finalmente, el IX Congreso de Investigación Química Pura y Aplicada se celebró en la capital española del 5 al 11 de abril de 1934, resultado exitoso. Ayudó a la creación de un que pondría la investigación en España en las mismas condiciones que otras naciones europeas.


ENRIQUE MOLES Y SUS COLABORADORES EN EL LABORATORIO
DE INVESTIGACIONES FÍSICAS (1921)


Su gran aportación a la investigación científica la efectuó en el Laboratorio de Investigaciones Físicas que dirigía Blas Cabrera, siendo jefe de la sección de química física.

Las investigaciones que le aportaron mayor prestigio fueron las relativas a la determinación de pesos atómicos. Según sus análisis, sólo la teoría de las densidades límites de los gases, enunciado por Marcellin Berthelot, tenía validez para establecer los pesos atómicos y moleculares sobre la base exclusiva de datos experimentales, en ausencia de otras hipótesis. Parecía un planteamiento teórico muy simple, pero la ejecución práctica de cálculos en temperatura, presión, pesos requería una gran complejidad y precisión. Estas investigaciones fueron iniciadas en Ginebra y continuadas en Madrid alcanzando un alto reconocimiento internacional.

Para determinar los pesos con la mayor pureza posible puso en marcha técnicas altamente sofisticadas:
- la desecación de los gases, para evitar la humedad en las muestras;
- la determinación de los coeficientes de corrección a introducir como consecuencia de la absorción de los gases por las paredes del vidrio;
- la corrección para la contracción del vidrio al trabajar en vacío;
- el empleo de filtros de vidrio prensado para la purificación de los gases;
y otras muchas técnicas.

Enrique Moles determinó los pesos atómicos de flúor, bromo, iodo, oxígeno, nitrógeno, azufre, sodio, argón, y otros cuantos más. También se ocupó de otras materias, como la determinación de los volúmenes moleculares.


ENRIQUE MOLES Y NEGRÍN


Hasta 1924, no existía una tabla de masas atómicas vigentes por parte de la Comisión Internacional de los Elementos. Tras los resultados de Enrique Moles, la Comisión Española emitió un informe que reunía las correcciones propuestas por los investigadores firmantes, entre los que se encontraban, además de Moles, Blas Cabrera, José Rodríguez Mourelo y Ángel del Campo. Estos valores de pesos atómicos fueron incorporados a la tabla periódica por la Comisión Internacional.

Todas estas aportaciones le valieron un gran reconocimiento internacional y los premios CannizzaroVan't Hoff y Solvay.

Durante la Guerra Civil fue director general de pólvoras y explosivos del gobierno de la II República. Al terminar la guerra se exilió a Francia, trabajando para el Collége de France de París. En 1941, regresó a España y fue encarcelado, para ser liberado en 1945.

Bajo el Régimen franquista, Moles nuca consiguió volver a ocupar sus anteriores cargos. Ya sólo pudo emplearse durante diez años más como consejero técnico en el laboratorio farmacológico IBYS, llevando investigaciones de menor relevancia.

Aunque en España no fue tratado como merecía, tenía una gran prestigio internacional y, en 1951, Moles fue nombrado secretario de la Comisión Internacional de Pesos Atómicos de la Unión Internacional de Química.

Entre los estudios dedicados a otras materias cabe destacar los de magnetoquímica, realizados en colaboración con Cabrera, y los estudios sobre disolventes no acuosos, tanto orgánicos como inorgánicos. También tuvieron resonancia los numerosos trabajos relativos a la aditividad de los volúmenes moleculares en compuestos inorgánicos en forma cristalina, en los que llegó a establecer la estructura de los hidratos que más tarde confirmaría Eugen W. Biltz.

Se le atribuyen 264 publicaciones científicas, la mayoría de ellas incluidas en los Anales de la Sociedad Española de Física y Química. A toda su trayectoria hay que sumarle varias traducciones de obras de farmacia y bacteriología.

Los trabajos de Moles se pueden dividir según la obra Enrique Moles, La vida y obra de un químico español:

1. Magneto-química: Medidas del magnetismo del hierro y del níquel resolviendo dificultades encontradas por Piccard.

2. Disoluciones: Solubilidades de gases en diversos solventes y mezclas y propiedades de los disolventes.

3. Determinación de volúmenes moleculares

4. Farmacia: Estudió las propiedades y usos de peroxihidróxidos o perhidroles.

5. Industrial

6. Pesos atómicos: Es en la determinación de los pesos moleculares en la que Moles obtuvo reconocimiento mundial.

 

TABLA PERIÓDICA DE LOS ELEMENTOS

DERECHO INTERNACIONAL DE GENTES POR FRANCISCO DE VITORIA

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Francisco de Vitoria no sólo pasó a la historia por ser el fundador de la Escuela de Salamanca en el siglo XVI, escuela que inició los primeros estudios sobre ciencia económica moderna. Su aportación al derecho público fue reunida en su obra De potestate civili, que establecía las bases teóricas del Derecho Internacional de gentes, por lo que es considerado el fundador junto con Hugo Grocio.

Fue uno de los primeros pensadores en proponer una comunidad de todos los pueblos fundada en el derecho natural del hombre, por lo que es reconocido como el precursor de la idea de la Organización de las Naciones Unidas.

Sus tesis sobre la defensa de los Derechos Humanos de los indígenas durante la conquista del Nuevo Mundo sentaron las bases de las Leyes de Indias.




ESTATUA DE FRANCISCO DE VITORIA
FRENTE A LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA


Francisco de Vitoria fue un fraile dominico, catedrático de teología y de filosofía moral en la Universidad de Salamanca y un humanista con gran relevancia internacional. Aunque nacido en Vitoria, en 1483, creció en Burgos y recibió desde niño una buena formación humanística.

En 1504, ingresó en la Orden de los dominicos, que ejerció gran influencia en su época y en años posteriores. Estudió en el convento de San Pablo de Burgos, que había sido elevado en el siglo XV a la categoría de Estudio General, completando sus estudios clásicos.

Desde 1508 a 1523, estudió y enseñó artes y teología en París, donde los dominicos poseían el Colegio de Saint Jacques, adscrito a la Universidad de la Sorbona,
siendo discípulo de Pedro Crockaert y Juan Freyner. Durante su estancia en la capital francesa recibió la influencia de corrientes de pensamiento como el Nominalismo, el Tomismo y, gracias a que entabló amistad con Luís Vives, el Humanismo erasmista. Opinaba que la teología era una ciencia prácticamente omnicomprensiva, pues a su luz podía estudiarse todo.

Regresó a España en 1523 como profesor de teología en el Colegio de San Gregorio de Valladolid,
donde comenzaron sus inquietudes americanistas, hasta que en 1526 obtuvo la cátedra de teología de Salamanca, un cargo que desempeñó hasta su muerte.


UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

Durante los años que permaneció en la Universidad de Salamanca los catedráticos solían realizar una conferencia al final del curso académico que resumía las enseñanzas impartidas en las aulas. Estas conferencias o lecciones fueron recogidas por sus alumnos y por secretarios en el libro Relecciones Teológicas, basándose en las tesis iusnaturalistas, constituyó uno de los pilares del nacimiento del Derecho de Gentes. De ahí proviene el nombre de “relecciones”, es decir, de relecturas. Esta obra sintetizaba los valores humanos individuales y sociales, iluminándolos con su sabiduría práctica teológica, jurídica y humanística, y buscando una fundamentación sólida en los principios de la misma naturaleza racional, que dieran a su doctrina perpetuidad y universalidad, a lo largo del tiempo y para todo el orbe.

Fomentó el sistema de lecturas al considerarlo la mejor forma de compenetración entre profesor y alumno. Numerosos teólogos, juristas y universitarios recibieron la influencia de sus enseñanzas y métodos pedagógicos. Destacó por sus aportaciones jurídicas, por sus estudios teológicos y por sus innovaciones a los aspectos morales de la economía. Melchor Cano, Domingo Báñez, Domingo de Soto, Mancio de Hábeas Christi, Alonso de Veracruz, Diego de Covarrubias, Martín Pérez de Ayala, Francisco Suárez, Martín de Ledesma, Jerónimo de Loaísa, Vicente de Valverde y Bartolomé Carranza, fueron sus discípulos, algunos de los cuales formaron la llamada Escuela de Salamanca.

En Salamanca introdujo la Summa Theologiae de Tomás de Aquino como el libro de texto básico en teología, en sustitución de Las Sentencias de Pedro Lombardo. Además, renovó la enseñanza de la teología, dándole una proyección hacia los problemas del hombre como persona y como miembro de una sociedad nacional y universal. Como la Universidad de Salamanca era una de las más prestigiosas de España y Europa, el Tomismo fue pronto adoptado por otras.



UNIVERSIDAD DE SALAMANCA


La concepción vitoriana se basa en la doctrina cristiana, en la noción del Derecho Natural y del Derecho Romano, y en la Filosofía Moral de Séneca y Cicerón, también en Aristóteles. Pero no se dedicó a reproducir las ideas del pensamiento pagano y cristiano, sino que los relacionó con los problemas reales de su época. Su obra se desarrolló en torno a la dignidad y problemas morales de la condición humana. Fue especialmente influyente por sus aportaciones jurídicas, aunque también tuvieron gran repercusión sus estudios sobre teología y sobre aspectos morales de la economía.
 

 
Y, efectivamente, fue el fundador de la Escuela económica de Salamanca, una variante muy influyente de la escolástica que se convirtió en la primera escuela macroeconómica fundada en Occidente y que teorizó sobre la economía desde un punto de vista moral. Se trata de una escuela iusnaturalista (o del Derecho Natural) de gran influencia en el pensamiento político europeo y en el mundo universitario y gubernamental hispanoamericano. Este Iusnaturalismo católicofue muy distinto del de la mayor parte de los pensadores de la segunda mitad del siglo XVII y del siglo XVIII. El Iusnaturalismo positivo-voluntarista del Siglo de las Luces, establecía que la determinación del legislador era motivo suficiente para aprobar las leyes según la voluntad libre del hombre. En cambio, el iusnaturalismo de Vitoria y de su escuela no se apoyaba en la voluntad, sino en el propio ser del hombre, en su dignidad como persona o individuo inteligente y libre, imagen y semejanza de Dios. Este concepto del hombre con sus derechos originarios en su misma naturaleza es universal, aplicable a todos los pueblos del orbe.

La doctrina católica de su tiempo tenía el afán de lucro de los comerciantes por pecado, y los comerciantes se dirigieron a él para solventar sus dudas pues, o dejaban el comercio o se condenaban, lo que le indujo a tratar temas económicos. Según Vitoria el orden natural se basa en la libertad de circulación de personas, bienes e ideas. De esta manera los hombres pueden conocerse entre sí e incrementar sus sentimientos de hermandad. Esto implica que los comerciantes no son moralmente reprobables, sino que llevan a cabo un servicio importante para el bienestar general.

Según Francisco de Vitoria: “Si los bienes se poseyeran en común serían los hombres malvados e incluso los avaros y ladrones quienes más se beneficiarían. Sacarían más y pondrían menos en el granero de la comunidad.”

 

RETRATO DE FRANCISCO DE VITORIA

Su aportación al derecho público interno se resume en De potestate civili(Sobre el poder civil), donde se establecen las bases teóricas del Derecho Internacional Moderno, del cual es considerado el fundador junto con Hugo Grocio. Fue uno de los primeros en proponer la idea de una comunidad de todos los pueblos fundada en el derecho natural, y no basar las relaciones internacionales simplemente en el uso de la fuerza. Mientras que Nicolás Maquiavelo consideraba al Estado como un conjunto moralmente autónomo y que, por tanto, no podía ser juzgado según normas externas, Vitoria exponía que la actuación de un Estado en el mundo tiene límites morales.

Fue uno de los primeros en proponer una organización internacional base al derecho natural, formada por representantes de todos los pueblos y países, y con el objetivo de debatir sobre conflictos y evitar guerras entre los mismos.
Por ello es considerado como el precursor de la idea de la Organización de las Naciones Unidas, un siglo antes que William Peen. La diferencia estuvo en el hecho de que Vitoria la concebía en clave imperial y Penn como una federación de naciones.
 

En esta obra, De potestate civil, analizó la problemática del poder regio y su relación con la comunidad o República, estableciendo una diferencia específica entre potestad y autoridad, matizando en este contexto que la comunidad otorga la autoridad al rey, pero no el poder. El hecho de que el poder sea de origen divino no significa que el soberano pueda utilizarlo con plena libertad de mando, ya que el poder legislativo permanece en poder la comunidad. Por mucho poder ejecutivo de que disponga el rey, este no deja de ser un miembro más de la república, a cuyo derecho está sometido.

Para Vitoria, “la república no puede subsistir sin Derecho Natural, y dicha ley fue constituida para ser utilidad”. Por lo tanto, a todo rey que gobernase como un tirano “la República podría deponerlo, pues aunque la República le ofreciera su autoridad, permanece inherente el Derecho Natural a defenderse; y si no pudiera hacerlo de otro modo, puede rechazar al rey”.Continuó con que “el rey no puede por ninguna causa dar una ley para que se mate a inocentes, ni siquiera contra los infieles, porque esto está contra el precepto de Derecho Natural. Los que lo hacen son homicidas. Sólo Dios es señor de la vida y de la muerte”. Y concluyó con que el fin de la ley es la felicidad de la res publica.

También analizó las fuentes y los límites de los poderes civil y eclesiástico, rechazando ideas medievales como eran las jerarquías feudales y la supremacía universal del emperador o del papa: el poder civil está sujeto a la autoridad espiritual del papado, pero no a su poder temporal; distinguió entre orden natural y sobrenatural, y se preocupó del ser humano como persona racional, libre, moral y responsable, con derecho a la vida, a la integridad física y a la propiedad.


 
RETRATO DE FRANCISCO DE VITORIA


Se preocupó por los Derechos Humanos de los indios. Su obra De indis (Sobre los indios), escrita en 1538, recoge las relecciones en las que expresaba su postura ante el modo en que los colonizadores estaban efectuando la conquista en el Nuevo Mundo. En ella afirmó que los indios no son seres inferiores, sino que poseen los mismos derechos que cualquier ser humano y son dueños de las tierras descubiertas por los colonizadores: “Por todo lo dicho queda claro que cuando los españoles se embarcaron hacia las tierras de los bárbaros, no llevaban consigo el derecho a ocuparlas.”

En contra de los regímenes autoritarios típicos del Renacimiento, difundidos por Maquiavelo, Vitoria se atrevió a promover que el dominio de un país extranjero sobre un país subdesarrollado debe utilizase para mejorarlo y no dañarlo, protegiéndolo y promocionándolo en todas las manifestaciones del espíritu y en su progreso material.  

Para Vitoria, toda colonización es por naturaleza temporal, y debe esforzarse por prepararse para preparar lo más pronto posible la emancipación del país colonizado mediante un gobierno propio, en conformidad con la voluntad del pueblo. Ni el emperador ni el papa eran dueños de la Tierra, por lo tanto no pueden exigir a las gentes de ultramar que se sometan a su dictado. El hecho de que sean bárbaros y no profesen el Cristianismo no es motivo para hacerles la guerra ni apoderarse de su bienes. Este es el inicio del Derecho Internacional de Gentes.

Frente a la tesis de John Wycliff y la secta de los waldenses, quienes postulaban que aquellos que vivían en pecado mortal perdían los derechos civiles y la potestad sobre las cosas, Vitoria reivindicó el derecho de los incrédulos a regirse por sus propias leyes y costumbres. El desconocimiento de la doctrina cristiana por parte de los indios no es pecado y no puede por ello ser utilizado como pretexto para combatirles: “Si los bárbaros no han cometido ningún delito, no hay razón para hacerles la guerra”. Pero también cuando los bárbaros, después de haber sido instruidos en la doctrina de Cristo, la rechazan, no es lícito “declararles la guerra y despojarles de sus bienes”. Negaba también el derecho del papa a combatir a los indios por sodomía, adulterio, idolatría y otros pecados, ya que los cristianos también los cometían. Los indios tampoco estaban obligados a reconocer al emperador y al papa como soberanos.


Estas ideas se concretaron en la elaboración de siete Justos Títulos, cuya finalidad era la de justificar la conquista de la Monarquía española en América, y que fueron recogidos en las leyes de conquista durante el reinado de Felipe II. También desarrolló otros siete Ilegítimos Títulos con los que renegó de los derechos de conquista concedidos a los Reyes Católicos. Vitoria partía del derecho natural, del derecho de todos los hombres por su propia naturaleza. Ese derecho por origen debe regir el mundo, y una ley del ius gentium debía regir la guerra.

LECCIONES DE FRANCISCO DE VITORIA, CÁTEDRA DE DERECHO


Estos siete Justos Títulos fueron:

1- La propagación de la religión cristiana en América por los colonizadores.


2- La protección de los naturales convertidos al cristianismo cuando sean perseguidos por otros pueblos paganos.


3- Si los indios ya son cristianos, el Papa puede darles como señor cristiano a los Reyes Católicos.


4- Cuando hay delitos contra-natura, los españoles están obligados a intervenir.


5- Los indios libremente toman como rey al rey de España.


6- En las guerras indias, si los españoles actúan como aliados de unos u otros, también participan de los beneficios.


7- No podía ser afirmado con certeza, pero sí traerse a discusión. La consideración de los indios con su atraso, rústicos, discapacitados... deben ser protegidos.



Y los siete Ilegítimos Títulos pueden resumirse de esta manera:


1- El emperador no es dueño del mundo.


2- El Papa tampoco es dueño del mundo.


3- La conquista de América no es legítima porque estaba habitada por gentes.


4- Ante la negativa de los indios a recibir la fe católica sólo será pecado cuando han tenido oportunidad de conocerla.


5- Los pecados no autorizan a intervenir en sociedades infieles.


6- El requerimiento que se hace a los indios no es voluntariamente aceptado.


7- Dios no ha donado los indios a los españoles.


 
ESTATUA DE FRANCISCO DE VITORIA EN LA CIUDAD DE VITORIA

Vitoria fue muy respetado por su valía intelectual hasta el punto de ser consultor del emperador Carlos I. Sus ideas y las de Bartolomé de las Casas fueron cuestiones del debate efectuado en las Cortes, por la cuales se promulgaron las Leyes de Indias de 1542, que ponían a los indios bajo la protección de la Corona.

Después de su muerte en 1546, el propio Las Casas y varios de sus discípulos como Cano, Soto, o Bartolomé de Carranza protagonizaron la Junta de Valladolid de 1550. En aquel debate, conocido como la Polémica de los naturales, las ideas de Vitoria se utilizaron contra las de Juan Ginés de Sepúlveda. Los seguidores de Vitoria defendían sus siete títulos ilegítimos y sus otros siete legítimos para la conquista de América.

Vitoria consideró como título seguro la elección voluntaria del Derecho de Conquista, la deposición de un tirano, y la incapacidad de los indios para gobernarse. Pero Las Casas tuvo otras orientaciones, no siendo las Bulas Alejandrinas suficientes para conceder el dominio sobre las Indias.


Por otra parte, en el pensamiento de los juristas y teólogos se abrió camino la idea del pacto o la libre elección, uno de los títulos de Vitoria, que encontraba oposición real en los intereses obtenidos, volviéndose a la idea de la validez de los títulos pontificios por parte de algunos humanistas como en el citado Sepúlveda.
 
Fue uno de los precursores teóricos del concepto de guerra justa. Mientras Lutero afirmaba que “a los cristianos les es lícito hacer la guerra", Vitoria analizó los límites del uso de la fuerza para dirimir las disputas entre pueblos en su obra De iure belli(Sobre el derecho de guerra). Su idea principal se basaba en que la única guerra justa y legítima es aquella que se hace para la autodefensa contra agresiones tanto a la comunidad como a individuos. Es decir, la única causa para comenzar una guerra de forma justa era respondiendo proporcionadamente a una injuria. Pero todos los conflictos bélicos son siempre “terribles y crueles”, tanto si son ofensivos como defensivos.

Como en las tierras del Nuevo Mundo, los indígenas ya formaban comunidades políticamente organizadas, sólo se las podía declarar la guerra en caso de negar a otros pueblos vecinos el derecho concedido por el orden natural, como impedir el desarrollo del comercio, la predicación del evangelio y las relaciones diplomáticas.

Según Vitoria, el rey tiene la obligación de proteger a la comunidad ante posibles agresiones de elementos tanto interiores como exteriores, pero bajo ningún concepto puede considerarse lítica la proclamación de una guerra simplemente por interés particular, para extender su dominio a otros territorios o por motivos religiosos. El dominico lo dejó bien claro: “Las diferencias de religión no pueden ser motivo de una guerra justa”.

El objeto de la guerra no es tampoco la venganza sobre el vencido, sino la consecución de la paz, ya que “no es lícito obrar mal, tampoco para evitar males mayores”. El objetivo del rey no es “la destrucción de los adversarios, sino la consecución de la paz por la que lucha”, por lo que debe obrar con “moderación y humildad cristiana”.

Como gran católico que era, combatió el Protestantismo y acusó a Lutero de “hereje impío”, entre otras cosas por haber leído la Biblia sola grammatica y haber prescindido de las enseñanzas de la Patrística y la Escolástica.

Por último, fue el fundador de una escuela de importantes teólogos, principalmente dominicos, que tuvieron una importancia decisiva en el Concilio de Trento.

CONCILIO DE TRENTO

Estos escritos tuvieron una enorme repercusión tanto en España como en el extranjero, hasta el punto en que los profesores Anthony Pagden y Jeremy Lawrance, de las Universidades de Cambridge y de Manchester, le califican de “master of masters” y de haber sido “uno de los teóricos políticos más influyentes del siglo XVI en la Europa católica”.

El gran maestro de Escuela de Salamanca expuso su doctrina en una etapa de la historia en la que imperaba en el contexto internacional la ley del más fuerte, empezando por la política imperialista de Carlos V. Su defensa de los pueblos débiles y oprimidos, su condena a las guerras y su reivindicación de la paz y la justicia como fundamentos de la convivencia internacional constituyen no sólo una anticipación, sino en parte también una superación del anti-imperialismo promovido por los teóricos socialistas y comunistas de las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX.

Mientras que el ateo
Carlos Marx interpretaba en su libro Miseria de la Filosofía la esclavitud de los negros en América como un signo de progreso, unos siglos antes, en el XVI, el dominico Francisco de Vitoria había defendido el derecho natural de los indígenas americanos a la libertad y la autodeterminación.

Lenin escribió en su famoso libro El imperialismo, último estadio del Capitalismo, pero cuando conquistó el poder impuso una dictadura de hierro sobre Rusia, faltando con ello a la “moderación y la humildad” que Vitoria había recomendado a los gobernantes victoriosos.

Kautsky y otros destacados teóricos socialistas habían alzado durante años su voz contra el imperialismo y el belicismo. Pero en agosto de 1918, el partido socialdemócrata alemán decidió apoyar con sus votos y sus junkers prusianos la guerra imperialista del Káiser, una actitud que Vitoria no hubiera aprobado nunca.

Con todo merecimiento el gran teólogo y humanista Francisco de Vitoria ha pasado a la historia como el
fundador del Derecho Internacional de Gentes. Hay protestantes que han pretendido adjudicar este logro al holandés Grocio o al alemán Pufendorf. Pero también hay protestantes honestos, como el jurista estadounidense James Brown Scott, expresidente del Instituto de derecho Internacional de Ginebra que declaró: “Yo, James Brow Scott, anglosajón y protestante, declaro que el verdadero fundador de la escuela moderna del Derecho Internacional es fray Francisco de Vitoria, español, católico y monje dominico”.

Desde 1927, en homenaje a su labor se instauró la
cátedra Francisco de Vitoria, en la Universidad de Salamanca.

ESTATUA DE FRANCISCO DE VITORIA
FRENTE A LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

INFLUENCIA CULTURAL EN FRANCIA DURANTE EL SIGLO DE ORO ESPAÑOL

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Al poder militar, la expansión territorial, la influencia diplomática y la hegemonía monetaria que acaparaba durante el siglo XVI, España añadió la influencia en la producción cultural del Siglo de Oro. La hegemonía cultural es siempre consecuencia de la hegemonía política. Uno de los países que más recibió la influencia de la literatura españolafue, paradójicamente, uno de sus principales rivales: Francia.

 
ESTATUA DE ANTONIO DE NEBRIJA EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DE MADRID


En 1492, año del descubrimiento del Nuevo Mundo y del final de la Reconquista, el humanista Antonio de Nebrija tuvo la idea de aplicar el modelo de estudio de una lengua culta (latín y griego) a una lengua romance y escribió la primera Gramática de la lengua castellana. Fue un acontecimiento cultural de primer orden, pues nunca antes en Europa se había publicado una gramática de una lengua vulgar, sentando el precedente a las demás lenguas romances, germánicas, eslavas, etc. El italiano fijó su primera gramática en 1529, el portugués en 1536 y el francés en 1550.

En el siglo XVIII, Castilla, obligada a cargar a solas con el peso de la política imperial, logró alzarse hasta el primer puesto en la esfera de la cultura. Desde ese punto de vista, los resultados fueron espectaculares y Voltaire no ocultó su admiración hacia España en su Ensayo sobre las costumbres: “Los españoles tuvieron una clara superioridad sobre los demás pueblos: su lengua se hablaba en París, en Viena, en Milán, en Turín; sus modas, sus formas de pensar y de escribir, subyugaron a las inteligencias italianas y desde Carlos V hasta el comienzo del reinado de Felipe III España tuvo una consideración de la que carecían los demás pueblos.”

El llamado Siglo de Oro español se sitúa entre 1580 y 1680, pero en el reinado de Felipe II fue cuando se establecieron los primeros focos de dicha irradiación. Por mucho que los franceses criticasen a la España imperialista, no por ello dejaron de sufrir la irradiación “de un pueblo fuerte, de un imperio inmenso (…), de una civilización más refinada que la nuestra”, como así escribió F. Braudel.

Dicha influencia fue apreciable sobre todo durante el reinado de Luis XIII. Entonces la moda procedía de Madrid: blanco de España, bermellón de España, artículos de cuero (guantes, botas, zapatos, etc.). La moda que en la actualidad puede asignarse a París, era España la que suministraba a Francia, del mismo modo que, un poco más tarde, la etiqueta de la Corte de Versalles se inspiró en la de Madrid. Antonio Pérez, ex ministro de Felipe II, exiliado político en Francia, lo sabía perfectamente, pues mandó traer de España guantes y artículos de lujo para ofrecérselos a sus anfitriones parisinos.


DESEMBARCO DE FRANCISCO I DE FRANCIA TRAS SER CAPTURADO EN LA BATALLA DE PAVIA, POR IGNACIO PINAZO


Lo mismo ocurrió con la lengua y la literatura. En ese entorno, España recogió los resultados de un siglo de progresos continuos. Brantôme apreciaba mucho la lengua castellana hasta el punto de calcar palabra a palabra su vocabulario. Tras él, los hispanismos florecieron en la lengua francesa como en la actualidad los anglicismos en la española, señal indiscutible su influencia cultural. Algunos de esos préstamos que se incorporaron definitivamente al vocabulario francés fueron: bizarre, camarade, casque, escamoter, fanfaron…

Había tratados para facilitar la enseñanza del castellano a los extranjeros. En 1596 apareció en Francia una Parfaite méthode pour entendre, escrire et parler la langue espagnole, obra de Nicolas Charpentier, apaleado en París por haber participado en una conspiración a favor de España.

A principios del siglo XVI, tres hombres destacaron en las traducciones y enseñanzas de la lengua española en Francia: Juan de Luna, Ambrosio de Salazar y Cestar Oudin.

Juan de Luna escribió Arte breve y compendiosa para aprender a leer, pronunciar, escrevir y hablar la lengua española, impresa en París en 1616, unos Diálogos familiares escritos en París en 1619, y una antología de poesías llamada Ramillete de flores poéticas, seguida de un corto método para aprender a pronunciar, escribir y leer correctamente el español, publicado también en París en 1620, algo así como un “español sin esfuerzo”.

Ambrosio de Salazar fue un murciano que había servido en Francia. En 1612 publicó en París un manual que reunía todo lo necesario para conocer España: historia, geografía, hombres ilustres, producciones, situación administrativa, estado de las carreteras, etc. En 1614, publicó en Ruán, donde se había establecido como maestro de escuela, un Moroir général, manual de gramática y pronunciación que tuvo dos ediciones, una en francés y otra en español. Luis XIII lo contrató como profesor particular de español.

A Salazar le surgió un competidor, Cestar Oudin, quien a diferencia de sus otros dos predecesores era francés. Su Grammaire espagnole data de 1597. En 1605, publicó una traducción de proverbios españoles. Su gran éxito fue el Tesoro de las dos lenguas, de 1607, tratándose de un léxico español-francés y español-francés. Oudin no se contentó con enseñar las particularidades de la lengua, también deseaba dar a conocer la literatura y comenzando con lo esencial: primero tradujo de Cervantes algunas Novelas Ejemplares, después La Galatea, y finalmente la primera parte de Don Quijote, menos de diez años después de publicarse la primera edición española.


THESORO DE DIVERSALICION, POR AMBROSIO DE SALAZAR


GRAMMAIRE ESPAGNOLLE EXPLICQVEE EN FRANCOIS, POR CESTAR OUDIN
 

A comienzos del siglo XVII, Francia se encaprichó con lo español hasta el punto de que Miguel de Cervantes pudo escribir en el Persiles: “En Francia, ni varón ni mujer deja de aprender la lengua castellana”. Sin dudas es exagerado pero sitúa perfectamente un momento excepcional en la historia de las relaciones culturales entre los países.

La influencia de la literatura española en Francia comenzó ya desde el siglo XVI, cuando se realizaron las primeras traducciones de autores españoles en los años que siguieron a la cautividad del rey francés Francisco I en Madrid tras su derrota por las armas españolas en la batalla de Pavía. Durante su presidio, ese rey, primo de Carlos I de España, cogió gusto por ciertas novelas que le habían ofrecido en español, o tal vez traducidas al francés.

Tres géneros consiguieron el aplauso del público francés: el ensayo, la novela, el teatro y, en menor medida, la historia. En ensayo estuvo representado por Pero Mejía (Pierre Messie) y más aún por Antonio de Guevara. De este último las Epístolas familiares, el Marco Aurelio, el Reloj del príncipe y el Aviso de privados y doctrina de cortesanos, traducidos de 1531 a 1540, fueron éxitos de librería. Montaigne debió mucho a esos dos autores y la fábula de La Fontaine El campesino del Danubio atestiguaba aún, un siglo después, la novela en todas sus formas: relatos psicológicos como la Cárcel de amor de Diego de San Pedro; novelas sobre el tema caballeresco que ponían en escena a caballeros moros y cristianos a cuál más bravo, más generoso y más galante durante la última guerra de la Reconquista, la que acabaría con la toma de Granada; Chateaubriand lo recodaría al escribir las Aventuras du dernier des Abencérages.

Dos géneros novelescos cautivaron más en particular a los franceses: la novela pastoril y la de caballerías. El modelo a seguir de la novela pastoril fue el de la Diada de Montemayor, publicada en 1542 y traducida en 1578, y La Galatea de Cervantes en 1584. En cuanto a novelas de caballerías, el Amadís, sus continuaciones e imitaciones, encantaría a varias generaciones de lectores desde la primera versión francesa, obra de Herberay des Essarts, en 1540. Las aventuras heroicas o galantes de los caballeros andantes y los pastores brindarían un pretexto para muchas diversiones a los asiduos del Hôtel de Rambouillet. Aspectos fundamentales del preciosismo o de la novela de análisis franceses, de Honoré d´Urfé a Madame de la Fayette, resultan incomprensibles sin esa influencia española. En menor medida, la vena realista (La Celestina, la novela picaresca, Cervantes,…) inspiraron a Charles Sorel antes de Lestage.


DON QUIJOTE Y LA MULA MUERTA, HONORÉ DAUMIER

Por último, el teatro español, el de Lope de Vega, Guillén de Castro, Tirso de Molina, Calderón de la Barca, etc., proporcionó a los dramaturgos franceses del reinado de Luis XIII temas, situaciones, adaptaciones, por no hablar de plagios. Ejemplos claros se encuentran en la obra de Hardy, de Rotrou, de Boisrobert, de Scarron, de Thomas Corneille…; ejemplos también son el Don Juan de Moliére y El Cid de Corneille, autor que representó la inspiración del teatro español, asimiló sus lecciones de heroísmo y temas novelescos y los transformó en expresión del genio francés. Al parecer, aprendió el español en Ruán para leer el texto de Guillén de Castro y el Romancero.

La espiritualidad francesa del siglo XVII debió mucho también a fuentes españolas. Pierre de Bérulle introdujo en Francia la reforma carmelita. Mandó a llamar a Francia a seis religiosas, dos de las cuales (Ana de Jesús y Ana de San Bartolomé) habían sido discípulas directas de Santa Teresa de Ávila; fueron las que fundaron el primer Carmelo francés, en la Rue Saint-Jaques de París. En 1622 se tradujo en francés el Cántico espiritual de San Juan de la Cruz y varios pasajes de los Pensamientos de Pascal parecen directamente inspirados en autores españoles: Santa Teresa, San Juan de la Cruz, Fray Luis de León, etc.

La influencia española en Francia siguió manifestándose durante algún tiempo con la boga del cortesano de Gracián, cuyo Héroe se tradujo en 1645, pero el clasicismo le debió poco. En adelante, fue Francia la que tomó el relevo de España como modelo cultural, como también la suplantó en el plano diplomático. La hegemonía cultural de España reflejó una civilización superior que no descansaba solo en la fuerza de las armas, sino también en la de las letras.
 

OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS DE JOSÉ JOAQUÍN FERRER

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Uno de los más grandes científicos europeos del Siglo de la Ilustración fue José Joaquín Ferrer, gracias las aportaciones a la astronomía, cartografía e hidrografía tanto en Europa como en América.


JOSÉ JOAQUÍN FERRER Y CAFRANGA

Entre España y América vivió José Joaquín Ferrer y Cafranga, un comerciante y astrónomo natural de Pasajes, donde nación en 1763. Fue un extraordinario astrónomo, notable empresario y viajero incansable. Criado desde pequeño en el entorno del comercio colonial y tránsito marino que se desarrollaba en el puerto de su villa y más directamente por su familia. Fue su padre, contador de la Real Armada, quien le introdujo en las ciencias matemáticas, en la navegación y en la cosmografía.

Terminado sus estudios, se sintió atraído por la marina, pero siguiendo los consejos de su familia, aceptó un empleo que le había ofrecido un pariente suyo en la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas. En 1780, en viaje de negocios de su compañía mercante, partió a la capital venezolana, pero el barco fue apresado a mitad de travesía por la flota inglesa comandada por el almirante Rodney. Fue llevado a una cárcel de Inglaterra donde le quedaron recuerdos de malos tratos y la propagación de una epidemia que acabó con muchos de sus compañeros de infortunio.

Tras el rescate, influenciado por su familia, decidió quedarse allí y estudiar matemáticas y astronomía, además de aprender el idioma inglés a la perfección, un dominio que le permitiría más tarde publicar en EEUU e Inglaterra.



PUERTO DE PASAJES, LA VILLA NATAL DE FERRER,
Y NAVÍOS DE LA COMPAÑÍA GUIPUZCOANA DE CARACAS

Cuando regresó a España en 1786. Entonces, su padre lo convenció para que tomara parte de la  expedición de la marina española que partiría al año siguiente desde Cádiz en la fragata Pájaro, con el objetivo de realizar tareas geográficas en Perú. Aquella expedición le proporcionó una reputación como científico, además en América consiguió una considerable fortuna gracias a sus negocios sobre análisis y estudios geográficos, cartográficos y astronómicos. Todo esto le sirvió para que una importante compañía mercante se hiciera con sus servicios.

Tuvo que viajar de nuevo a Cádiz y desde allí partió otra vez a América, esta vez con rumbo a Veracruz, en el virreinato de Nueva España (México), al mando de una expedición financiada por su empresa. Durante su segunda expedición, compaginó las misiones náuticas con las actividades comerciales. Se ocupó de la determinación geográfica, una tarea que consiste en fijar la posición y altura de ciudades y montes mediante observaciones astronómicas, y mediante esta técnica averiguó la posición geográfica y la altura de las cotas de Onzaba, Perote, Xalapa y Enceo, siendo sus resultados muy apreciados en Europa y América.

De nuevo en Cádiz, realizó colaboraciones en el Observatorio Astronómico de San Fernando y entró en contacto con importantes marinos científicos ilustrados de su generación como Cosme Churruca y Dionisio Alcalá Galiano, quien publicó en 1858 la Biografía del astrónomo español don José Joaquín de Ferrer y Cafranga, o como el bilbaíno José de Mazarredo, con los que compartió conocimientos y experiencias en astronomía y náutica.



REAL OBSERVATORIO ASTRONÓMICO DE SAN FERNANDO DE CÁDIZ

Nuevamente viajó a América en 1799, pero esta vez fue a Estados Unidos, a Nueva York, donde se instaló durante una década y desde donde viajó con frecuencia a Cuba y a otras islas del Caribe, bien por motivos puramente científicos o por negocios mercantiles. Allí realizó importantes observaciones astronómicas al tiempo que mantenía sus actividades empresariales. Ferrer determinó la posición geográfica de varias ciudades de Estados Unidos, mostrando que muchas habían sido determinadas de manera errónea, en base a coordenadas inexactas. Su investigación concluyó, tras seguir desde Kinderhook un eclipse total del sol ocurrido el 16 de junio de 1806, que la aureola visible alrededor de la Luna no correspondía como se creía a la atmósfera del satélite, sino que se debía a un efecto solar. Aquella investigación fue seguida mediante un cronómetro de Arnold, un círculo de reflexión y un telescopio que había sido diseñado y construido por Edward Troughton.

Todas estas observaciones aparecieron en la importante publicación Transactions of the American Philosophical Society, publicada por la Sociedad Filosófica Americana de Filadelfia, de la que fue miembro, y le granjearon una fama notable como uno de los astrónomos más importantes de su tiempo.

Con las contribuciones efectuadas por Ferrer, la geografía americana dio un salto cualitativo. Astrónomos como Joseph Lalande, François Aragó y Jean Baptiste Delambre se interesaron por las determinaciones geográficas y reconocieron lo adecuado de las conclusiones que Ferrer había extraído de sus estudios en los EEUU y en las islas caribeñas. Su trabajo, Astronomical observations... for determining the geographical positions of various places in the United States, publicado en 1809, es considerado como un clásico en el establecimiento de las posiciones geográficas de la moderna Norteamérica, en la que se subraya el valor de las observaciones astronómicas, las matemáticas y la geodesia. En 1811 se trasladó a Cuba, en donde determinó la posición geográfica de la isla, así como la del canal de Bahamas, Puerto Rico, Santo Domingo y las islas de Barlovento.

El mundo académico europeo comenzó a advertir la talla científica de aquel marino pasaitarra, por eso viajó a Inglaterra en 1813. Se instaló en Londres y colaboró en los progresos del Observatorio de Greenwich, donde concluyó algunas mediciones y contactó con astrónomos que le suministraron instrumentos de precisión.


REAL OBSERVATORIO ASTRONÓMICO DE GREENWICH, INGLATERRA

Tras el final de la Guerra de la Independencia española en 1814, llegó a Francia y se instaló en París, ciudad en la que continuó ejerciendo su actividad astronómica. Allí mantuvo contactos con ilustres astrónomos a través de los cuales sería nombrado socio del Instituto Nacional de Francia y de la Junta de Longitudes. Pierre-Simon Laplace le llamaba el "sabio astrónomo español".

A finales de 1814, regresó a España y se instaló, de nuevo, en Cádiz. Consiguió ser miembro de la Real Academia de la Historia, y de las Real Sociedad Económica de Vascongadas y de Cádiz. Pero rechazó la dirección del Observatorio Astronómico de San Fernando, en la Isla de León, que hubiese sido su más importante cargo académico.

Durante este tiempo, realizó estudios en diversas provincias españolas, mantuvo contactos con los astrónomos Churruca y Felipe Bauzá, y correspondencia con los científicos extranjeros Joseph Jerome Le François de Lalande, Jean Baptiste Joseph Delambre, Dominique François Jean Arago, Alexander von Humboldt, Franz Xaver Zach y Pierre Simon de Laplace, entre otros.

Según la publicación Connaisances des temps, publicada por la Junta de Longitudes de París en 1815, Ferrer concretó la situación geográfica de la isla de Barlovento, Cuba, Puerto Rico, del canal de Bahamas y de Ohio, entre otros lugares. También determinó el diámetro de la luna y el del paralelaje solar.

Vivió en Madrid en 1815 y, finalmente, fijó su residencia en Bilbao en 1817 hasta su muerte en 1818.

REAL SOCIEDAD VASCONGADA AMIGOS DEL PAÍS, AZCOITIA

JOSÉ ORTEGA Y GASSET, DEL CIRCUNSTANCIALISMO AL RACIOVITALISMO

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Si en el siglo XX existió un filósofo español cuyo pensamiento traspasó nuestras fronteras e influyó en las generaciones contemporáneas y posteriores ese fue sin duda José Ortega y Gasset. Fue un difusor de ideas que alcanzó un enorme reconocimiento y admiración en los círculos culturales y filósoficos tanto nacionales como extranjeros de Europa y América. Su pensamiento filosófico desarrolló varios movimientos: el Objetivismo, el Perspectivismo o Circunstancialismo del Yo, el Existencialismo y, especialmente, el Raciovitalismo o Filosofía de la Razón Vital.


JOSÉ ORTEGA Y GASSET, POR ZULOAGA

José Ortega y Gasset nació en Madrid en 1883, ciudad en la que murió en 1955. Su familia era burguesa, liberal, ilustrada y propietaria del periódico El Imparcial. Era la época de la Restauración de la Monarquía (Alfonso XII, regencia de María Cristina). Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid. Entre los años 1905 y 1908 pasó por las universidades alemanas de Leipzig, Berlín y Marburgo, recibiendo en esta última la influencia de los filósofos neokantianos Hermann Cohen y Paul Natorp.

En 1910 ganó la cátedra demetafísica, lógica y ética en la Universidad Complutense de Madrid, antes fue profesor de la Escuela Superior del Magisterio en Madrid, cargo que desarrolló hasta el comienzo de la Guerra Civil.

En marzo de 1914, fundaba en el Teatro de la Comedia de Madrid la Liga de Educación Política Española, de corte liberal y socializante. El discurso fundacional, titulado Vieja y Nueva política, promulgaba la llegada de una nueva generación, la Generación del 14, muy alejada del espíritu de la Generación del 98. Se postulaba como la vanguardia de la “España vital” frente a la “España oficial”, refiriéndose a las “dos Españas que viven juntas y son perfectamente extrañas”.

En 1917 fundó el diario El Sol, y en 1923, la Revista de Occidente, donde dio cabida a los grandes cerebros del momento, publicando muchas obras de autores extranjeros. Se opuso a la dictadura de Primo de Rivera y al gobierno Berenguer.

Fue diputado por León y Jaén en las Cortes Constituyentes de la II República, miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas y presidente del Pen Club. En 1930, fundó junto a Miguel de Unamuno, Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala la Agrupación al servicio de la República; sin embargo, pronto comenzaron sus críticas contra la nueva situación. Ortega se distanció del nuevo régimen cuando dijo “no es eso, no es eso”, refiriéndose a cómo se estaba desarrollando la II República. Por eso, en1933 se retiró de la política activa.

Cuando estalló la Guerra Civil, en 1936, firmó un manifiesto de apoyo a al régimen legítimo y tras su caída por el grupo de generales africanistas dirigidos por Franco, se exilió a París, luego a Holanda, Argentina y Portugal. Su vuelta a la España franquista, en 1945, estuvo permitida por motivos tácticos pero también su obra, además de reducida, fue controlada. Su discípulo Julián Marías, fundó en 1949 el madrileño Instituto de Humanidades.

Dede entonces, tuvo una actividad pública bastante escasa, pero realizando frecuentes viajes al extranjero donde pasó gran parte de sus últimos años y donde consiguió algunos de sus éxitos, principalmente en Alemania. En 1951 y 1953 realizó dos encuentros con Heidegger.



ANTONIO MACHADO, GREGORIO MARAÑÓN,
ORTEGA Y GASSET Y PÉREZ DE AYALA
 
Desde comienzos de su labor como catedrático, escritor y periodista y hasta la Guerra Civil fue el intelectual más influyente de España, especialmente desde la publicación de La rebelión de las masas, éxito que también se extendió hacia el extranjero. El documentalista Gregorio Morán escribió en su biografía El maestro en el erial que “Toda su vida personal e intelectual, hasta bien entrada la II República, es una cadena de éxitos ininterrumpidos”. Sus primeros éxitos los consiguió como profesor, hecho que explica en gran número de notables discípulos que difundieron su obra con posterioridad.

El hecho de que Ortega haya sido, ante todo, un ensayista y periodista, revela su preocupación prioritaria por la renovación cultural y la introducción en España del pensamiento europeo: su actividad intelectual enlaza con lo que entonces se llamó Regeneracionismo.

Ortega vivió en una época en la que en España existía una intensa actividad de reconstrucción cultural y apertura a Europa, como respuesta a la grave crisis de la identidad nacional. El Krausismo, iniciado por Julián de los Ríos y que tuvo numerosos seguidores como Francisco Giner de los Ríos (fundador de la Institución Libre de Enseñanza), había perdido ya fuerza. Fue la Generación del 98, con Gavinet, Maeztu, Baroja o Azorín, la que tomó el relevo. Pero sobre todo destacó un pensador original, asistemático y solitario, Miguel de Unamuno, que recogió temas de Kierkegaard cuando éste era prácticamente desconocido en Europa. El literato y filósofo bilbaíno fue un precursor del Existencialismo, del que trata sus obras Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos (1913) y La agonía del cristianismo (1931). El vitalismo trágico de Unamuno fue el movimiento filosófico que más influyó en España de aquella época.

Al igual que aquellos regeneracionistas como Ganivet y Unamuno, Ortega defendía el surgimiento de una nueva España, pero a diferencia de ellos creía en la influencia que ejercería Europa y no en la propia capacidad auto-regenerativa del pueblo español. Y dentro de Europa, Alemania era su gran referente, como declaró en sus Meditaciones del Quijote, en el que reconoció su poca admiración por el mundo latino-mediterráneo. Para Ortega, si la cultura latina representa las realidades superficiales, la cultura germánica las realidades profundas. Por ello, Unamuno llegó a calificar el Europeismo germanizante de Ortega propio de “papanatas”.

Se preguntó con pesimismo por qué España se olvidó de su herencia germánica. Y de igual manera en su España invertebrada lamentó por qué los visigodos no consiguieron forjar una casta de señores feudales como hicieron los francos, fenómeno en el que intuyó que fuese la causa de la decadencia española:

“En España no ha habido apenas feudalismo; sólo que esto, lejos de ser una virtud, fue nuestra primera gran desgracia y la causa de todas la demás… Por eso es un grandísimo error suponer que fue un gran bien para España la debilidad de su feudalismo… Convendría, pues invertir la valoración habitual. La falta de feudalismo, que se estimó salud, fue una gran desgracia para España.”


MEDITACIONES DEL QUIJOTE

 

Se ha discutido mucho sobre la originalidad del pensamiento de Ortega. Él mismo, en 1939, reconocía “deber a Alemania las cuatro quintas partes de su haber intelectual”. En Alemania entró en contacto con la filosofía alemana durante la II Guerra Mundial. En Marburgo fue discípulo de los neokantianos Hermann Cohen y Paul Natorps, aunque no siguió su línea de pensamiento, donde tuvo como condiscípulos a Nicolas Hartman, Paul Scheffer y Heinz Heimsoeth. Como fuentes de pensamiento fueron más importantes sus lecturas de Nietzsche, Husserl, y de los fenomenólogos Dilthey, G. Simmel, Renan, Bergson y Heidegger, tal era su admiración por Alemania que llegó a estar toda su vida obsesionado por la grandeza de la filosofía, la ciencia y la técnica alemanas.

Ningún escritor español del siglo XX ha alcanzado tanto reconocimiento y ha despertado tanta admiración en los círculos cultos nacionales y extranjeros, y este éxito se debe a su modo humano de enfrentarse con la cultura, a la fina penetración de su espíritu y al arte exquisito de su estilo, seductor y persuasivo.

Durante buena parte de su vida dio conferencias y asistió a congresos en varias ciudades de Estados Unidos, Alemana, Suiza e Italia, e influyó directa o indirectamente en Iberoamérica, especialmente en México y Argentina. Fue pues un difusor de ideas, que tuvo muchos discípulos: José Gaos, José Ferrater Mora, María Zambrano, Manuel García Morente, Fernando Vela, Paulino Garagorri, Julián Marías, Joaquín Xirau, Xabier Zubiri, Luis Recaséns Siches, Manuel Granell, Francisco Ayala, Pedro Laín Entralgo, José Luis López-Aranguren, Paulino Garagorri, etc.

Para Ortega y Gasset toda sociedad humana comporta una élite, compuesta por hombres que han sabido imponer la más elevada disciplina espiritual ganándose la confianza de las masas, aunque en ocasiones surgiesen grandes crisis de desafección de las masas hacia las minorías.

Para salir del atraso que necesitaba España, Ortega no dudó, entre otras cosas, en hacer una apología a las élites, a las que denominaba como “minorías selectas”. Este fue un tema presente en todas sus obras, especialmente en La rebelión de las masas y en la segunda parte de España invertebradacon el título de Ausencia de los mejores. Se refería a “minorías selectas” como una variante semántica y mezcla híbrida de los áristoi de Platón, de la “selección natural” de Darwin, del elitismo sociológico de Wilfredo Pareto, Gaetano Mosca y Max Weber, y del “superhombre” de Nietzsche, de quien asumía también el concepto del “animal-rebaño”, que el filósofo madrileño denominó como “hombre-masa”.

“En una buena ordenación de las cosas públicas, la masa es la que no actúa por sí misma. Tal es su misión. Ha venido al mundo para ser dirigida, influida, representada, organizada. Pero no ha venido al mundo para hacer todo eso por sí. Necesita referir su vida a la instancia superior, constituida por las minorías excelentes.”

Esta era la versión orteguiana del pensamiento cartesiano, que sustituyó el “pienso, luego existo”, por “pienso, porque vivo yo, que soy un ser con el mundo”. Su tesis de la realidad auténtica del “pensamiento en acción” le llevó a la noción del “ser-ejecutivo” y al “carácter ejecutivo de la conciencia”. “La sociedad es siempre la unidad dinámica de dos factores: minorías y masas”, escribió Ortega en La rebelión de las masas, donde instaba a la restauración de una aristocracia intelectual. La función del “hombre masa” no es otra que obedecer: “La masa ha venido al mundo para ser dirigida, influenciada, representada, organizada”. Esta obra fue una de las que le proporcionó más celebridad internacional. Pero, con este pensamiento, Ortega rompía con los anteriores ideales socialistas y sindicalistas de su juventud.

JOSÉ ORTEGA Y GASSET

Uno de los rasgos principales de la obra de Ortega es el virtuosismo formal, la belleza de su prosa y la audaz y fecunda fantasía de sus metáforas. Estas virtudes estilísticas y estéticas en muchas ocasiones van en detrimento del rigor lógico de su discurso y de la coherencia de su pensamiento. El autor de la Encyclopedia of philosophy, Neil Mc Ilnnes, criticó la tendencia a mantener la brillantez literaria y las metáforas espectaculares en lugar de realizar argumentos y explicaciones cruciales. A pesar de la influencia cultural alemana que adquirió, Ortega no escribió de manera sistemática. Tampoco dejó un sistema de filosofía concreto y terminado, más bien tuvo un discurso  discontinuo, cambiante e improvisado. Eso explica que en ocasiones su pensamiento fuese antagónico, y que no se encuentre con precisión el lugar que le corresponde en la Historia del Pensamiento Universal. Entre sus méritos se halla la habilidad para exponer complejas ideas con un lenguaje sencillo y que además resulte incitante al receptor. Y es que Ortega quiso reformar la filosofía española, adoptando una filosofía de conocimiento directo que no fuese percibida a través de sistemas filosóficos estructurados.
 
Ortega no elaboró un cuerpo homogéneo y cerrado de doctrina filosófica, pero existe una variedad temática que recoge el raciovitalismo (Razón Vital), el historicismo (Razón Histórica), el existencialismo, el perspectivismo del Yo, etc. Estos temas son abordados durante su vida en cuatro etapas sucesivas: Objetivismo, Perspectivismo, Raciovitalismo y Existencialismo. Paralelamente a su pensamiento filosófico, el político también atravesó diferentes etapas: Socialista marxistizante (1908-1914), Liberalismo anticapitalista (1914-1929) y Republicanismo (1929-1955); Antifranquismo a partir de 1936.

En su primera etapa, desde 1902 hasta 1910, abordó el Objetivismo. Un periodo que incluye su estancia en Alemania y en el que publicó únicamente algunos artículos. Le preocupaba el tremendo desfase de España respecto a Europa y pensaba que esa distanciasólo podría ser superada si se eliminaba el subjetivismo y el personalismo dominantes. “¡Salvémonos en las cosas!”era su consigna. Hacía falta, pues, disciplina, método, crítica, racionalidad; objetividad, en suma. “Lo subjetivo es el error”, llegó a escribir. Las cosas parecen ser más importantes que los hombres; o, por amor a la objetividad, hay que tratar a los hombres como “cosas”. Este fue su pensamiento antihumanismo y objetivismo del que más tarde se retractaría.


JOSÉ ORTEGA Y GASSET

La segunda etapa, desde 1910 hasta 1923, Ortega trató el Perspectivismo o Circunstancialismo del Yo. Publicó Meditaciones del Quijote (1914), El espectador (1916), España invertebrada (1921). En 1913 tuvieron lugar dos acontecimientos filosóficos importantes para Ortega: Husserl publicaba su obra fundamental Ideas, y Unamuno Del sentimiento trágico de la vida. Ortega se distanciaba, entonces, de ambos buscando su propio camino, igualmente alejado del idealismo de Husserl y del irracionalismo de Unamuno. Los dos grandes temas que llenaron este período fueron los de la “circunstancia” y la “perspectiva”.

La idea de circunstancia tiene su antecedente en el concepto de Umwelt creado por el biólogo Jacob von Uexküll y utilizado por Husserl: cada animal, de acuerdo con su estructura biológica y con su capacidad perceptiva y su actividad, posee un “mundo en torno” específico. Ortega desarrolló su tesis sobre la relación del hombre con el mundo, pero su concepto de “circunstancia” no es un concepto meramente biológico, incluyendo también el propio cuerpo y, además, la circunstancia es estrictamente real (y no sólo intencional, como en Husserl). El sentido de este concepto de “circunstancia” es aclarar que no existe un “yo” aislado del mundo real:

“La reabsorción de la circunstancia es el destino concreto del hombre. Mi salida natural hacia el universo se abre por los puertos del Guadarrama o el campo de Ontígola. Este sector de realidad circunstante forma la otra mitad de mi persona; sólo a través de él puedo integrarme y ser plenamente yo mismo. (…) Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo. (…) En la escuela platónica se nos da como empresa de toda la cultura, ésta: “salvar las apariencias”, los fenómenos. Es decir, buscar el sentido de lo que nos rodea.” (Meditaciones del Quijote, en Obras completas)

Ortega pensaba que la filosofía se encuentra unida a la palabra “circunstancia”. Siguió el método del perspectivismo, que para este pensador español es la forma que adopta la realidad para el individuo.

El concepto de perspectiva aparecía ya en Leibniz y en Nietzsche, pero también en G. Teichmüller, autor a quien Ortega cita. Mediante este concepto, Ortega quiso superar al escepticismo y el racionalismo como actitudes ilegítimas y contrapuestas:

“La historia de la ciencia del conocimiento nos muestra que la lógica, oscilando entre el escepticismo y el dogmatismo, ha solido partir siempre de esta errónea creencia: el punto de vista es falso. De aquí emanaban las dos opiniones contrapuestas: es así que no hay más punto de vista que el individual, luego no existe la verdad (escepticismo); es así que la verdad existe, luego ha de tomarse un punto de vista sobreindividual-racionalismo.

El Espectador intentará separarse igualmente de ambas soluciones, porque discrepa de la opinión donde se engendran. El punto de vista individual me parece el único punto de vista desde el cual puede mirarse el mundo en su verdad.  Otra cosa es un artificio.” (El Espectador, “Verdad y perspectiva”)

Circunstancia y perspectiva se articulan, por tanto, en una particular concepción de la verdad. Sobre ficciones o abstracciones pueden coincidir todos los hombres. “Pero la realidad no puede ser mirada sino desde el punto de vista (la circunstancia) que cada cual ocupa, fatalmente, en el universo. Aquella y ésta (realidad y circunstancia) son correlativas, y como no se puede inventar, tampoco puede fingirse el punto de vista.” En conclusión, la realidad sólo puede ofrecerse en perspectivas individuales, lo cual no las invalida, sino que las hace supremamente valiosas: “somos insustituibles, somos necesarios (…); en vez de disputar, integremos nuestras visiones en generosa colaboración espiritual”. Para Ortega, la verdad absoluta, omnímoda, puede ser la suma de las perspectivas individuales.

Postulaba que la esencia de la realidad no se reduce a la razón pura de Kant, sino a un principio originario fundamental, que es la vida. En este sentido, la Historia es el elemento más importante para las personas. El individuo es historia y se va constituyendo a lo largo del tiempo. De esa idea parten los conceptos de “razón vital” y “razón histórica”, que desarrollaría en una próxima etapa.

JOSÉ ORTEGA Y GASSET

La tercera etapa de su pensamiento es la del Raciovitalismo, que abarcó desde 1923 hasta 1945. Esta etapa de madurez comenzó con El tema de nuestro tiempo (1923), siguieron La rebelión de las masas (1930), Ideas y creencias (1940), Historia como sistema (1941), etcétera. Algunas obras claves fueron publicadas después de su muerte por sus seguidores: La idea de principio en Leibniz (1958), Sobre la razón histórica (1979), etc.

Sus discípulos más devotos elevaron a la categoría de gran sistema filosófico su pensamiento sobre el Raciovitalismo. Aunque en realidad, se trataba de un intento de armonizar el Raciovistalismo con el “élan votal” de Henri Bergson y el Irracionalismo de la “Lebensphilosophie” o “Vitalismo o filosofía de la vida” representando por Nietzsche, Max Scheler, Oswald Spengler, Ludwig von Klages y otros pensadores alemanes de principio de siglo. Ortega se distanció tanto del Biologicismo latente en el Vitalismo como del Racionalismo mecanicista de Descartes y sus sucesores, pero sus preferencias se inclinarían hacia la Razón Vital.

En su concepción filosófica, la Razón Vital es un nuevo tipo de razón. De ahí surgió el sistema del Raciovitalismo, que es otra manera de pensar basada en dicha Razón Vital, la que se va realizando en la vida.

En su obra El tema de nuestro tiempohablaba del “absolutismo racionalista” y afirmaba que “el Racionalismo se queda con la verdad y abandona la vida”. Ortega se remontó al denominado “error de Sócrates” afirmando que “la Razón Pura no puede suplantar a la vida”, o también que “la Razón Pura tiene que ceder su imperio a la Razón Vital”.

Si el ser humano se ve llamado siempre a dar razón de cuanto se cruza en su camino, más lo estará a dar razón de los hechos vitales que le afectan más decisivamente. Por este motivo, Ortega establecía una relación entre vida y razón. El ser humano tiene que utilizar la razón para vivir, que no es otra cosa que un habérselas con el mundo y dar cuentas de él de un modo concreto y efectivo.

Ortega partía de una crítica, mucho más cauta que la de Nietzsche, a Sócrates. Con él, Platón realizó un descubrimiento admirable, el de la razón. Por eso “el tema del tiempo de Sócrates consistía en el intento de desalojar la vida espontánea para suplantarla con la pura razón”. Pero más tarde se descubrió que lo racional limitaba con lo irracional:

“Hoy vemos claramente que, aunque fecundo, fue un error el de Sócrates y los siglos posteriores. La razón pura no puede suplantarla a la vida: la cultura del intelecto abstracto no es, frente a la espontánea, otra vida que se baste a sí misma y pueda desalojar a aquella. Es tan sólo una breve isla flotando sobre el mar de la vitalidad primaria. (...) A través de la racionalidad hemos vuelto a descubrir la espontaneidad. Esto no significa una vuelta a la ingenuidad primigenia semejante a la que Rousseau pretendía. La razón, la cultura more geométrico, es una adquisición eterna. Pero es preciso corregir el misticismo socrático, racionalista, culturalista, que ignora los límites de aquella o no deduce fielmente las consecuencias de esa limitación. La razón es sólo una forma y función de la vida. La cultura es un instrumento biológico y nada más. Situada frente y contra la vida, representa una subversión de la parte contra el todo. Urge reducirla a su puesto y oficio. El tema de nuestro tiempo consiste en someter la razón a la vitalidad, localizada dentro de lo biológico, supeditarla a lo espontáneo. (…) Esto significa una nueva cultura: la cultura biológica. La razón pura tiene que ceder su imperio a la razón vital.” (El tema de nuestro tiempo)

Pero Ortega se defendió contra los que consideraban su pensamiento como un “vitalismo”. Nunca pretendió reducir todo lo humano a pura biología, ni desvalorizar la razón. Pero tampoco quiso ser “racionalista”: el Racionalismo pretende imponer a la realidad las estructuras de la razón, y se convierte, así, en Idealismo. El Raciovitalismo pretende ser un punto medio: Ortega reconocía el valor de la razón, pero reconocía también sus raíces irracionales (la intuición), poniéndolas al servicio de la vida.

En esta misma línea de pensamiento, Ortega afirmaría que la vida es la realidad radical (el “ser” de la metafísica es una abstracción vacía). Igualmente, afirmaba que “el hombre no es naturaleza, sino historia”, puesto que la vida, en la que consistimos, no es sino “lo que hacemos y lo que nos pasa”. De este modo, Ortega se acercaba notablemente a los análisis existencialistas, especialmente de Heidegger: vivir es encontrarse en el mundo, entre las cosas, ocupándose de ellas y dándoles finalidades prácticas, es un quehacer, un proyecto, un problema, un vivir con los otros, etc.

Guiado por el pensamiento de su admirado Nietzsche, está en todo caso bordeando siempre el Irracionalismo y el Biologicismo. Su fobia contra el Racionalismo estuvo unida a su animadversión por lo que, en El hombre y la gente, llamaba “beatría de la cultura” y“aberración intelectualista”.


ESTATUA DEDICADA A ORTEGA Y GASSET
JODAR, JAÉN, OCTUBRE 2012

En la cuarta y última etapa de su vida Ortega ha conocido el fracaso de la II República española, el estallido de la Guerra Civil, la amargura del exilio, los horrores de la II Guerra Mundial y el ambiente desolador europeo de la postguerra. Su pensamiento trata el Existencialismode Heidegger y Sartre. Ortega se fue distanciando de esta nueva corriente de pensamiento ocupándose más de la Fenomenología de Husserl que del Ser y tiempo de Heidegger y del Ser y la nada o La náusea de Sartre.

En la anteriormente citada obra El hombre y la gente reunió los principales textos de esta fase creadora. La principal idead no fue su confrontación con Husserl, sino su pesimismo antropológico, intersubjetivo y social. Ortega juzgaba a “El Otro” de Martin Buber y Feuerbach como negación de lo que uno es o puede ser, cuando los precursores lo habían interpretado en sentido positivo fecundo del propio yo.

Según Ortega: “Todo otro ser humano no es peligro, cada cual a su modo y en su particular dosis. El otro Hombre, el tú, es constitutivamente peligro, nuestra relación social con él es siempre, más o menos, lucha y choque.” Sin pretenderlo retrocedió a Hobbes y a su tesis de que “el hombre es un lobo para el hombre” y que la convivencia interpersonal y social una “lucha de todos contra todos”. En contra de lo que pensaba Aristóteles o Tomás de Aquino, el hombre no es por naturaleza un ser social, sino todo lo contrario: “La expresión tradicional de que el hombre es un animal sociable, en el sentido que se ha solido entender, ha obturado siempre el camino hacia una firme Sociología”.

Ortega continuaba:“la interpretación automáticamente optimista de las palabras social y sociedad no se puede mantener y hay que acabar con ella”. De ahí que en otro momento haya afirmado que el mundo está lleno de “anti-yoes”.

El Ortega de los últimos años escribía que el hombre es “radicalmente soledad”:“En la soledad el hombre es su verdad, en la sociedad tiende a ser su mera convencionalidad o falsificación”.
 

JORGE JUAN: EL HIJO PRÓDIGO DE LAS LUCES

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Jorge Juan: marino, ingeniero, matemático, astrónomo, viajero, diplomático, espía y promotor de tertulias literarias y científicas. Fue uno de los personajes del siglo XVIII que mejor encarnó el espíritu de la Ilustración española, convirtiéndose en un gran promotor de la reforma náutica y científica.

Desarrolló su actividad innovadora y reformista al servicio de los primeros reyes Borbones, convirtiéndose en una de las autoridades científicas que renovaron la Marina española. Con muy poco presupuesto, consiguió que la España del siglo XVIII volviera a recuperar el protagonismo y esplendor que merecía el todavía mayor Imperio universal tras una larga decadencia por los Habsburgo en el siglo anterior. Sin duda fue el modelo de científico y marino del Siglo de las Luces.


 
RETRATO DE JORGE JUAN


Jorge Juan Santacilianació en Novelda el 5 de enero del año 1713 en la finca El Fondonet, propiedad de su abuelo Cipriano Juan Vergara. Descendía de dos ilustres familias: la de su padre Bernardo Juan y Canicia era de Alicante y provenía de la rama de los condes de Peñalba; su madre, Violante Santacilia y Soler de Cornellá, pertenecía a una hacendada familia de Elche. Habitaban en su casa de Alicante de la plaza del Mar, pasando sólo temporadas de descanso en Novelda.

A los tres años de edad quedó huérfano de padre, estudiando las primeras letras en el colegio de la Compañía de Jesús de Alicante bajo la tutoría de su tío Antonio Juan, canónigo de la colegiata. Poco después, estudió Gramática en Zaragoza, ya que esta materia constituía una enseñanza preparatoria para otros estudios superiores. A los doce años, recibió el hábito de la Orden de Malta en dicha isla, en la religión de San Juan de Jerusalén, pasando al cabo de un año a ser paje del gran maestre Antonio Manuel de Villena, que le concedió el título de comendador de Aliaga en Aragón(su primer título a los catorce años), teniendo para ello que haber combatido contra los galeotes moros, cosa que debió influir en su vocación de marino. La condición de caballero de la Orden de Malta implicaba el celibato durante toda la vida.



ESTATUA DE JORGE JUAN Y SANTICILLA,
POR VICENTE LOUREIRO (1870), MUSEO NAVAL DE MADRID


En 1729, con dieciséis años de edad, ingresó en la Real Compañía de Guardias Marinas, escuela naval militar fundada por Patiñoen 1717 en Cádiz. Y, al año siguiente, pasó a la Academia de Guardias Marinas donde se impartían modernos estudios técnicos y científicos con asignaturas como geometría, trigonometría, observaciones astronómicas, navegación, cálculos de estima, hidrografía, cartografía, etc., completando una formación humanística con otras clases de dibujo, música y danza.

Durante tres años, alternó los estudios con las operaciones navales en el Mediterráneo, destacando de inmediato por su gran aplicación y alto nivel de conocimiento. Fue un alumno aventajado, siendo conocido por sus compañeros con el sobrenombre de Euclides.

Las avanzadas teorías de Newton eran divulgadas en esta reserva científica, de la que habrían de salir técnicos muy cualificados para la Armada. Cádiz era una puerta abierta a la Europa ilustrada, a las corrientes enciclopedistas y al comercio con América, en una España dieciochesca que se resistía al avance de las nuevas ideas. El mismo Voltaire tenía una casa comercial en Cádiz.

Todo esto debió de influir en la formación del joven Jorge Juan que en 1734, con 21 años de edad, finalizaba sus estudios de Guardia Marina, tras haber navegado durante tres años por el Mediterráneo, participando en numerosas expediciones, bien para castigar a los piratas, en la campaña de Orán, en la escuadra que acompañó a Nápoles para sentar en el trono al futuro rey Carlos III de España. Entre otros maestros en el arte de navegar tuvo como general al marqués de Mari, su capitán en la Academia de Cádiz, y como comandantes al conde de Clavijo, al célebre Blas de Lezo y a Juan José Navarro, después marqués de la Victoria.




MAQUETA DEL CASTILLO, SEDE DE LA ACADEMIA DE GUARDIAS MARINAS EN CÁDIZ



Justo en aquel año de 1734, Felipe Vrecibió la solicitud de su primo el rey Luis XVde Francia, para que una expedición de la Academie Royale des Sciences de Paris formada por Louis Godin, Pièrre Bouger y Charles M. de la Condamine, viajase a Quito, en el Virreinato del Perú, para medir un arco de meridiano terrestre y obtener el valor de un grado que pudiese ser comparado con otras mediciones practicadas por Maupertius en Laponia. Fue la llamada Expedición Geodésica franco-española. Esta fue la expedición científica española más importante durante la primera mitad de la centuria ilustrada.

Lógicamente un arco correspondiente a un radio menor sería más pequeño que el de otro radio mayor, siendo sus ángulos iguales. De estas mediciones se obtendrían distintos valores para los diferentes arcos medidos, que determinarían con exactitud la forma de la Tierra.

Este problema que venía planteándose desde los griegos, se convirtió en el siglo XVIII en una polémica que duraba casi un siglo, alcanzando el punto de determinar si tenía forma de melón, como decían académicos como Cassini, partidarios además de la mecánica cartesiana, o de sandía, como defendía Maupertius y otros sabios como Newton, Halley y Huygens, apoyándose en la teoría de la gravitación universal(los cuerpos pesaban menos en el Ecuador), o en las experiencias del péndulo (no oscilaba con la misma frecuencia en diferentes lugares). Contra estos últimos estaba casi todo el mundo, incluida la España ilustrada de Feijóo, y sería la famosa expedición la que zanjaría la polémica a favor de ellos. Y, efectivamente, la Tierra está achatada por los polos.




MODELOS GEODÉSICOS A VERIFICAR EN LA EXPEDICIÓN


Felipe V, admirador de los sabios franceses, quiso participar en la empresa y en una Real Orden del 20 de agosto de 1734 ordenaba elegir a dos de sus más hábiles oficiales, que acompañasen y ayudasen a los académicos franceses en todas las operaciones de la medida, no sólo para que así pudiese hacerse con mayor facilidad y brevedad, sino también para que pudiesen suplir la falta de cualquier académico, o de todos, temible en tantas navegaciones, y diferencias de climas, y para continuar, y aún hacer enteramente ellos solos en caso necesario la medida proyectada, para dar después cuenta de ella a la Academia Real, participando además en la mitad de los gastos de la expedición.

También ordenó que eligiesen dos personas en quienes concurrieran no sólo las condiciones de buena educación, sino la instrucción necesaria para poder ejecutar todas las observaciones y experiencias al objeto, y cuyo resultado fuese fruto de sus propios trabajos, con independencia de los extranjeros.



RETRATO DE ANTONIO DE ULLOA EN
NOTICIAS SECRETAS DE AMÉRICA, QUE ESCRIBIÓ JUNTO A JORGE JUAN


Sorprendentemente eligieron, no a dos oficiales, sino a dos jóvenes guardias marinas, Jorge Juan y Santacilia y Antonio de Ulloa y de la Torre-Guiral, que si bien habían finalizado sus estudios brillantemente, no tenían más que veintiuno y diecinueve años y carecían de graduación militar, por lo que se les ascendió al empleo de tenientes de navío. Desde el primer momento surgió una amistad y comprensión que se prolongó toda la vida, repartiéndose el trabajo según las instrucciones recibidas; Jorge Juan sería el matemático, Antonio de Ulloa el naturalista.

Las tareas encomendadas eran muy diversas: llevar diario completo del viaje y de todas las medidas físicas y astronómicas, cálculos de longitud y latitud, levantar planos y cartas, descripción de puertos y fortificaciones, análisis de costumbres, estudios de botánica y mineralogía, y elaboración de un informe secreto sobre la situación política y social de los virreinatos, además de un control policíaco sobre los académicos franceses, dado que su paso por las colonias suponía obtener datos que caerían en manos de los ministros de Luis XV. 

Con todas estas instrucciones partieron de Cádiz el 26 de mayo de 1735 en compañía del marqués de Villagarcía, que acababa de ser nombrado virrey del Perú, a bordo del navío El Conquistador, Jorge Juan, y en la fragata Incendio Antonio de Ulloa. Llegaron el 7 de julio a Cartagena de Indias, pero hasta el 15 de noviembre no lo hicieron los académicos franceses, y juntos emprendieron la ruta por Guayaquil para arribar a Quito.



PLANOS E INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN GEODÉSICA
 

La medición del grado de meridiano se prolongó desde 1736 a 1744 debido a las grandes dificultades que tuvieron que superar. Allí se les conocía como los caballeros del punto fijo. El sistema seguido consistía en una serie de triangulaciones que requerían poner señales en puntos o bases elegidas, tanto en el llano como en las cumbres de 5000 metros de altura. Las ciudades de Quito y Cuenca, situada tres grados más al sur de la primera, limitaron los extremos de la medición geométrica o triangulación; entre ambas, una doble cadena de montañas paralelas facilitaba la elección de vértices a una y otra parte del gran valle que las une.

Decidieron separarse en dos grupos: Godín con Juan, y La Condamine y Bouguer con Ulloa; ambos grupos efectuarían las medidas en sentido contrario, con el fin de comprobar su exactitud. La medida empleada era la toesa equivalente a 1,98 metros. Después de varias comprobaciones, había que complementar estas observaciones físicas con las astronómicas; además, el instrumental adolecía de graves defectos, por lo que hubo que repetir numerosas veces los cálculos, llegando a tener que construir Godín, Juan y el relojero Hugot, un instrumento de 20 pies de largo para facilitar las mediciones.

Más tarde, en 1748 Ulloa describía en su Relación Histórica del Viaje a la América meridional muchas de las dificultades y sufrimientos que tuvieron que soportar:
"Nuestra común residencia era dentro de la choza, así porque el exceso del frío y la violencia de los vientos, no permitían otra cosa, cuando porque de continuo estábamos envueltos en una nube tan espesa que no dejaba libertad a la vista.... cuando se elevaban las nubes, todo era respirar su mayor densidad, experimentar una continua lluvia de gruesos copos de nieve o granizo, sufrir la violencia de los vientos y con ésta, vivir en continuo sobresalto, o de que arrancaran nuestra habitación y dieran con ella y con nosotros en el tan inmediato precipicio, o de que la carga de hielo y nieve, que se amontonaba en corto rato sobre ella, la venciese y nos dejase sepultados."

Además de participar con los franceses en las mediciones, por tres veces tuvieron que interrumpir su trabajo y andar el largo camino desde Quito a Guayaquil por orden del virrey de Lima, para solucionar cuestiones relacionadas con la defensa marítima del Virreinato en sus costas y plazas, fortificándolas contra los ataques del almirante inglés Anson, y participando en la construcción y mando de las fragatas Belén y Rosa del Comercio.

Con el conocimiento exacto de la forma y magnitud de la Tierra, se podía cartografiar situando correctamente longitud y latitud, y de hecho Jorge Juan y Antonio de Ulloa realizaron cuarenta de las cien cartas modernas del mundo. Juan estableció como valor del grado de Meridiano contiguo al Ecuador, 56.767.788 toesas, en un cálculo que fue el más aproximado de todos. La unidad de medida pasó a ser el metro, y con ello un sistema métrico decimal adoptado universalmente.

GRABADO SOBRE MEDICIÓN
CARTA DE TRIANGULACIONES O MEDICIONES GEOMÉTRICAS


Después de nueve durísimos años, decidieron regresar en navíos distintos, con el fin de asegurar que uno de los duplicados de las notas y cálculos llegara a su destino. Embarcaron en el puerto de El Callao sobre las fragatas francesas Liz y Deliberance, el 22 de octubre de 1744. Jorge Juan llegó a Brest con la Liz el 31 de octubre de 1745. Desde allí se dirigió a París para cambiar impresiones sobre su obra y contrastar algunas particularidades observadas por él y Godín en sus observaciones astronómicas, conociendo a los célebres astrónomos Marian, Clairaut y La Caille, autores de las fórmulas que tantas veces habían empleado. Conoció a Reaumur, inventor del termómetro, y a otros célebres académicos que, en compañía de La Condamine y Bourguer, reintegrados a sus actividades, le votaron como miembro de la Royal Academie des Sciences.

Antonio de Ulloa tuvo más dificultades. Apresada su fragata por los ingleses que declararon la guerra a Francia durante la travesía, tuvo que arrojar al agua la documentación comprometida, no así lo referente a la medida del grado, observaciones físicas y astronómicas, y noticias históricas, que entregó no sin advertir del interés que todas las naciones de Europa habían mostrado en esta empresa.

Le llevaron preso cerca de Portsmouth, pero interesándose por sus papeles los comisarios y comunicándolo al Almirantazgo, el duque de Bedford le concedió la libertad expresando que la guerra no debía ofender a las ciencias ni a las artes ni a sus profesores. Pasó a Londres, donde el ministro de Estado conde de Harrington, que fue embajador en España y guardaba un grato recuerdo de su estancia, le presentó a Martin Folkes, presidente de la Royal Society, quien se había hecho cargo de los papeles desde el Almirantazgo, y habiéndolos estudiado y viendo su valor científico los conservó y se los devolvió, no sin antes haberle propuesto junto al conde de Stanhop, ser miembro de la Royal Society. Además de las mediciones, Antonio de Ulloa en sus estudios sobre la minería fue el primero en hablar del platino, como mineral diferente de la plata y el oro.

Al llegar a Madrid había muerto Felipe V, y fueron recibidos con indiferencia en el despacho de Marina y en la secretaría de Estado. Jorge Juan estuvo tentado de pedir destino en su Orden de Malta, pero el general de la Armada, Pizarro, viejo amigo de Chile, les presentó al marqués de la Ensenada, quien vio en ellos a las personas ideales para desarrollar su política naval y de armamentos, apreciando su valía. A partir de entonces se inicia una etapa de trabajo fecunda y una relación de amistad con Ensenada, que duraría toda la vida y permanecería inalterable aún después de su caída.Fernando VIaceptó la elección nombrándoles capitanes de fragata, interesándose por el informe Memorias secretas, o parte reservada de la misión que les llevó al Ecuador, por tratarse del estado político de aquellas provincias, redactadas con una madurez y espíritu liberal sorprendente por su juventud.

Ensenada advirtió la importancia del trabajo realizado por los dos jóvenes marinos, decidió publicar las Observaciones astronómicas y physicas hechas de orden de S. M. en los Reynos del Perú y los cuatro volúmenes de la Relación Histórica del viaje a la América Meridional. Aunque ambos aparecieron formados por los dos marinos, la autoría del primero corresponde a Jorge Juan, quien mostró los resultados científicos de la medición, evidenciando su dominio del cálculo infinitesimal y de la astronomía física newtoniana. Antonio de Ulloa se encargó de redactar el segundo, en el que efectuó una espléndida aproximación a la realidad de aquellos territorios y proporcionó una importante información sobre la historia, geografía, etnografía y muchas otras cuestiones del virreinato peruano.




OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS Y PHYSICAS
HECHAS DE ORDEN DE S. M. EN LOS REYNOS DEL PERÚ


El trabajo de los dos jóvenes fue terminado en 1748, año en el que fue publicado y editado en una tirada de 900 ejemplares. Tres años antes que la edición francesa de La Condamine, aparecida en 1751.

Las Observaciones de Jorge Juan suscitaron ciertos reparos, al aceptar éste por evidente el sistema de Copérnico, que todavía en Roma provocaba un cierto rechazo. Pero el jesuita padre Burriel defendió sus escritos, y para evitar la censura se acordó figurase en la segunda edición de 1773, un preámbulo de Jorge Juan titulado Estado de la Astronomía en Europa.

A partir de entonces, Jorge Juan pasó a convertirse en pieza clave para realizar los proyectos del marqués de la Ensenada, principal responsable administrativo de la renovación de la Marina española en el siglo XVIII. Fiel seguidor de la acción organizadora y reformista de José Patiño y José Campillo, sus predecesores en la secretaría de Marina, Ensenada acometió un enorme plan basado en la renovación científica y técnica, el fomento de la construcción naval y la potenciación de la Armada. Durante su gobierno se impulsó la construcción de barcos y se mejoraron las instalaciones navales, introduciendo los diques de carenar en seco; se importaron técnicos e instrumentos científicos y se fomentaron los viajes de estudios al extranjero para ampliar conocimientos y aprender las más avanzadas técnicas industriales.

Jorge Juan demostró su eficacia cada vez que fue requerido, desarrollando una próspera actividad hasta su fallecimiento, en 1773. Su alto nivel de preparación en cuanto a conocimientos
técnicos y científicos le hicieron imprescindibles para organizar las misiones durante los reinados de Fernando VI y Carlos III. Su actividad no quedó enmarcada a asuntos relacionados con la Marina, sino también con la minería, la hidráulica o la siderurgia. Fue además un gran gestor y renovador de centros docentes, un hábil diplomático e, incluso, cuando las circunstancias lo exigieron, fue capaz de transformarse es espía, culminando con éxito la peligrosa labor que le había sido encomendada.

CONSTRUCCIÓN DE UNA FRAGATA EN UN ASTILLERO DEL SIGLO XVII
ASTILLERO DE ESTERIO EN EL FERROL, SIGLO XVIII


Concluida esta misión, ese mismo año de 1752, el marino alicantino se reincorporó a su nuevo destino como director de la Academia de Guardias Marinas, cargo de mucha responsabilidad, donde Jorge Juan puso en práctica un ambicioso proyecto de reforma de la institución que afectaba especialmente a la estructura docente de la Academia de Guardias Marinas. Allí implantó las enseñanzas más avanzadas de la época; contrató a profesores competentes y relegó a quienes no consideraba capacitados; mejoró el nivel de las enseñanzas, potenciando el de las matemáticas e introduciendo el estudio del cálculo inferencial e integral; instauró la realización de certámenes públicos; fortaleció la formación teórica de los alumnos más aventajados para convertirles en buenos oficiales científicos; e implantó sus nuevos manuales y textos científicos.

En Cádiz, no sólo tuvo tiempo para la enseñanza teórica de los conocimientos, sino también para la investigación y el desarrollo de nuevos proyectos, experimentando con cálculos matemáticos la manera de construir navíos ligeros y veloces, sin descuidar su seguridad y resistencia. Las directrices que impuso fueron que el navío se ha de construir con la menor cantidad de madera y herraje posible, pero ha de tener toda la madera y herrajes necesarios para mantenerse firme. Así mismo estudió la fuerza del mar y del viento, construyendo modelos de naves que remolcaba para comparar sus distintas resistencias, y comprobando con cometas la acción del viento sobre las velas.

Todos estos estudios trascendieron, hasta el punto que en 1753 el almirante Howe vino a comprobarlo personalmente, quedando sorprendido de la velocidad, maniobrabilidad y buen gobierno de los navíos. Durante estos años, en 1753, junto con Louis Godín fundó el Observatorio Astronómico de Cádiz, dotándolo con los mejores aparatos de la época y manteniendo correspondencia de sus observaciones con las Academias de París, Berlín y Londres. Fue institución anexa a la Academia para el adiestramiento e instrucción de los cadets.


REAL OBSERVATORIO ASTRONÓMICO DE CÁDIZ
 

Al regresar de la misión londinense, en junio de 1750, Ensenada lo ascendió a capitán de navío, reconociendo la valía personal del marino para la consecución de sus planes reformistas. Además, se le encomendó la dirección de las obras de los arsenales españoles, así como la renovación y modernización de toda la construcción naval.  

En el siglo XVIII el transporte marítimo y la defensa naval eran decisivos para el mantenimiento del Imperio y el auge del comercio; el país que disponga de mejores navíos sería el que domine. Conscientes del retraso de España, centraron sus esfuerzos la tecnología naval.

Pero Juan, descontento por el sistema de construcción naval inglés, ideó un nuevo modelo español que, aprobado por el rey en 1752. Para su puesta en práctica, primero reunió en Madrid a los técnicos traídos de Inglaterra y, durante 9 meses, diseñó y trazó los planos para toda clase de buques y sus diferentes piezas, estableciendo un conjunto uniforme de reglas y redactando el Nuevo método de construcción naval, un sistema propio de arquitectura de buques en el que aplicó sus conocimientos de mecánica, hidráulica y cálculo diferencial e integral. Este método se implantó de modo general en todos los departamentos, imponiéndose en los astilleros de Cartagena, Cádiz, El Ferrol y La Habana, organizando arsenales, construyendo diques en El Ferrol y Cartagena, contratando constructores como Bryant y Tournel. También implantó el sistema industrial inglés basado en la división del trabajo: miles de obreros se repartían en los diques, astilleros, hornos, fábricas de jarcia y lonas, etc. Con estas normas se construyeron navíos como el Aquilón y el Oriente.


Su actividad en este período no cesaba, y también es faceta poco conocida. Hizo más de treinta viajes por la geografía española, recabando su criterio sobre los temas más diversos. Además de supervisar la construcción de los diques y organizar los arsenales, se ocupaba de la tala de árboles para la construcción de las naves, solucionaba los problemas en las minas de Almadén y Linares, en los canales de riego de Murcia y Aragón, en la fábrica de cañones de Santander; sentó las bases para una moderna cartografía de España, y pedían su intercesión hasta para abrir una cátedra de matemáticas en Alicante.

Uno de aquellos viajes fue el que hizo a Ferrol en 1751 para supervisar los trabajos del nuevo arsenal que se estaba construyendo en Esteiro en sustitución del ya obsoleto astillero existente en La Graña. Allí surgió un grave accidente que a punto estuvo de costarle la vida. A finales de 1553, y ayudado por el ingeniero Francisco Llobet, comenzó a dirigir las obras, estableciendo una serie de mejoras en el calado de los muelles y la ubicación de los talleres de mantenimiento y planificación, además de un poblado adjunto a la base naval para albergar a los trabajadores y militares. Con 12 gradas de construcción, el arsenal de Ferrol fue el mayor de Europa en su tiempo. También diseñó sus dos diques secos de carena, supervisó la puesta en funcionamiento del primero de ellos y trajo a la ciudad, en 1762, las fábricas de jarcias y lonas de Sada.

En el arsenal de La Carraca, sito en Cádiz, la intervención de Jorge Juan, en 1753, consistió en elaborar un proyecto junto con José Barnola para adecuar las instalaciones a las nuevas técnicas.

Y, al año siguiente, en 1754, se trasladó al puerto de Cartagena para participar en las obras de sus muelles, sobre los planos del ingeniero militar Sebastián de Feringán, construyendo en su dársena los dos primeros diques de carenar en seco del Mediterráneo, que estuvieron finalizados en 1759. También planeó las bombas de vapor para el achique de los diques, proyecto que no pudo concluir debido a su fallecimiento.



MAQUETA DEL ARSENAL Y ASTIELLERO DE CARTAGENA DE MURCIA
SIGLO XVIII


Unos años antes, en 1750, se desplazó a la sierra de Alcaráz para evaluar sobre el terreno el proyecto de un canal de trasvase presentado por Feringán para abastecer con agua de los ríos Castril y Guardal las tierras de Lorca y Totana.
También hizo varias visitas a las minas más importantes de España. En 1751 y 1752, estuvo en las minas de mercurio de Almadén, y en 1758 inspeccionó las minas de plomo de Linares, ideando sistemas de ventilación de las galerías.

En 1754, estuvo en el complejo siderúrgico de La Cavada, en Santander, importante productor de cañones para la Armada española.

En junio de 1754, fue nombrado ministro de la Junta General de Comercio y Moneda, con el encargo de examinar y mejorar el peso, la liga y la afinación de los metales para la fabricación de monedas.

Pero en ese mismo verano, una conspiración destituyó al marqués de la Ensenada que había sido su protector. Durante este tiempo Jorge Juan fundó en Cádiz la Asamblea Amistosa Literaria, que reunía los jueves en su casa eruditos como Luis Godín, José Aranda, Gerardo Henay, Diego Porcel, José Infante, Francisco Canibell, José Nájera, Francisco Iglesias, Pedro Virgili, y José Carbonell, muchos de los cuales eran profesores de la Academia de Guardias Marinas y del Colegio de Cirugía de Cádiz. Comentaban y debatían los avances científicos y presentaban a discusión proyectos y memorias. Esta institución pretendía que fuese el embrión de una futura Academia de Ciencias y donde él mismo daba cuenta de sus observaciones.

Allí, disertando sobre astronomía, artillería, navegación y construcción, surgió la idea de escribir su gran obra Examen Marítimo, que publicaría muchos años después.

En 1757, publicó el primer libro salido de la imprenta de la Academia, se trataba de su Compendio de Navegación para el uso de los Caballeros Guardia Marinas. En esta obra había reunido sus conocimientos en cuestiones de tipos, tintas y papeles, y que produjo bellos ejemplares, todos obras de texto.





Para entonces, su fama trascendía las fronteras y en toda Europa se le conocía como el "sabio español". Un ejemplo fue la dedicatoria que en 1956 el conde de Stanhope imprimió en una edición latina de los Elementos de Euclides. Ya era miembro de la Real Sociedad Científica de Londres, de la Real Academia de Ciencias de Berlín y correspondiente de la de París.

En 1760, fue nombrado jefe de Escuadra. Toda esa intensa actividad hizo que su salud empeorase, teniendo que reponerse de unos cólicos biliares en el balneario de Busot, su Alicante natal.

En 1765, fue elegido miembro de la Academia de Agricultura de Galicia, y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la que fue académico honorario en 1768, académico de mérito en 1768 y consiliario en 1770.

En septiembre de 1766, cumplida su labor en Cádiz, cuando preparaba su regreso a Madrid, el rey Carlos III le nombró embajador extraordinario en la Corte de Marruecos para una difícil misión política. Durante tres reinados fue Jorge Juan indispensable para la Monarquía española y otra vez fue elegido como la persona más idónea para efectuar aquella misión: negociar los preliminares de un tratado de paz y comercio.

Partió desde Cádiz, en febrero de 1767, en compañía del embajador de Marruecos en España, Sidi Ahmet el Gazel, con regalos para el soberano musulmán y con una comitiva formada por unas 30 personas. Tras desembarcar en Tetuán, llegaron a Marrakech en mayo de 1676, donde les recibió el sultán. Después de intensas negociaciones, a finales de año se firmó el Tratado de Paz y Comercio entre las Cortes hispana y marroquí. Fue un acuerdo muy favorable para España ya que sus 19 artículos permitieron la paz perpetua por tierra y mar, la libertad de navegación, el uso de los puertos marroquíes para naves españolas, el reconocimiento expreso de todas las plazas y presidios que tenía España en las costas africanas, y el establecimiento de consulados.

Tras seis meses de actividad diplomática, Jorge Juan retornaba a la península desembarcando en Cádiz con la salid muy maltrecha. Entonces, se dedicó al estudio de todo tipo de asuntos solicitados por las Secretarías de Estado y del Consejo de Castilla. Unánimemente considerado infalible, su opinión era requerida en la solución y el estudio de arduas cuestiones políticas. Pero en junio de 1768 tuvo otra vez que buscar alivio para los cólicos biliares en las aguas y baños de Trillo.


REAL SEMINARIO DE NOBLES


En mayo de 1770, fue nombrado por la Corte para la dirección del Real Seminario de Nobles, su último puesto de servicio. Esta era una institución educativa, antes prestigiosa, pero ahora estaba en franca decadencia. Tras la expulsión de los jesuitas, contaba a su entrada con tan sólo 13 alumnos. 

Con su autoridad moral y su capacidad de organización y trabajo, cambió los planes de estudios, potenciando la enseñanza de las matemáticas, la astronomía y la física; saneó la economía tras efectuar una total reforma administrativa y docente; completó las Ordenanzas; aumentó el número de profesores competentes y exigió a todos un mayor cumplimiento; todo ello con prudente y sabia dirección. A su muerte contaba con 82 alumnos.

Durante su etapa como director del Semanario, Jorge Juan publicó en Madrid en 1771, su Examen Marítimo Teórico Práctico. Esta obra estaba dividida en dos volúmenes: el primero estaba dedicado a la mecánica del buque, y el segundo a su construcción y maniobra. Fue el mejor tratado europeo del siglo XVIII por su gran aportación a la ingeniería naval y a la mecánica de fluidos. Tan pronto como apareció, fue conocida y traducida en toda Europa.

Sería la piedra angular de la teoría de la construcción naval, la primera escrita con cálculos matemáticos. En ella, analizaba la dinámica del buque, su estabilidad, su relación con el empuje de las olas, esfuerzos a que está sometida la arboladura, etc., y todo basado en la experiencia, pues según él reconoció:
"En el Marinero, todo ocupado al riesgo, al trabajo y á la fatiga, no cabe quietud para estudio tan dilatado y prolixo; y el estudioso, que requiere tranquilidad para la contemplación, no se acomoda al afán y fatiga extrema del otro, únicas maestras que enseñan con facilidad las resultas que por solo theórica fuera casi imposible descubrir."

Pero desgraciadamente, en España, tras la caída de Ensenada y por cuestiones políticas, poco a poco fue sustituido el modelo de construcción naval estudiado por Juan, perfeccionado en el inglés, por el modelo francés, que siempre había rechazado, con el natural regocijo de los ingleses que vieron con tranquilidad como los planes de recuperación naval de España quedaban estancados. En esto tuvo que ver Julián de Arriaga, miembro también de la Orden de Malta, que ocupó la Secretaría de Marina durante 20 años, y fue el encargado de desplazar los planes de Juan.

Poco antes de morir Jorge Juan, con la autoridad e independencia de criterio que le caracterizaban, escribió una dura carta a Carlos III advirtiendo del peligro de esta errónea subordinación ciega al modelo francés, previendo graves pérdidas, como ocurriría en Trafalgar 32 años después. En aquel desastre, los ligeros navíos ingleses, seguramente inspirados en los estudios de Jorge Juan, dieron al traste con la pesada flota hispano-gala.




INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN NÁUTICA DE LOS SIGLOS XVIII Y XIX (SEXTANTE, ANTEOJO TOPOGRÁFICO, PANTOMETRA, ETC.) MUSEO NAVAL DE MADRID


Los últimos años de su vida los dedicó a continuar la tarea de revisar y preparar la reedición de sus Ovservaciones Astronómicas y Physicas, que fueron publicadas en 1773, meses después de su muerte.

Jorge Juan murió, a los 60 años de edad, el 21 de junio de 1773, en su casa de la plazuela de Afligidos de Madrid, a causa de un ataque de alferecía que se le complicó con otro apopléjico. Fue enterrado en la iglesia de San Martín. La noticia de su muerte apareció en la Gazeta de Madrid en su número del martes 6 de julio.

Seis años más tarde, Benito Bails, ilustre
 discípulo suyo le describió así:
"Don Jorge Juan, era de estatura y corpulencia medianas, de semblante agradable y apacible, aseado sin afectación de su persona y casa, parco en el comer, y por decirlo en menos palabras, sus costumbres fueron las de un filósofo cristiano. Cuando se le hacía una pregunta facultativa, parecía en su ademán que él era quien buscaba la instrucción. Si se le pedía informe sobre algún asunto, primero se enteraba, después meditaba, y últimamente respondía. De la madurez con que daba su parecer, provenía su constancia en sostenerlo. No apreciaba a los hombres por la provincia de donde eran naturales; era el valedor, cuasi el agente de todo hombre útil."

Años después, Luis María de Salazar, otro ilustre marino y ministro de Marina, elogió los logros conseguidos por Jorge Juan para la ciencia española en su Discurso sobre los progresos y estado actual de la Hidrografía en España:
"Decir pues lo que en beneficio del Estado trabajó y escribió don Jorge Juan fuera obra larga, así como parece incomprensible que sobre tantos méritos, tanto útiles desvelos y tan importantes como notorios servicios, hubiese sido tan escaso el premio, que si por cierto se entra luego en cotejo con los que tan liberalmente se prodigan de ordinario a otros hombres superficiales, parece que el corazón se conmueve, y como que al hacer tales reflexiones se siente oprimido de un grave desconsuelo y amargura."







MAQUETAS DE NAVÍOS ESPAÑOLES DEL SIGLO XVIII
MUSEO NAVAL DE MADRID

LIBREPENSAMIENTO. CÓMO NO DEJARSE ENGAÑAR, POR ALONSO BARÁN

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España Ilustrada tiene el placer de entrevistar al escritor, filósofo y guionista madrileño Alonso Barán, y de presentar su última obra publicada por la Editorial Diálogo en recientes fechas Librepensamiento. Cómo no dejarse engañar. También expone algunos párrafos y contenidos de este ensayo filosófico y sociológico, así como algunas entrevistas realizadas en televisiones regionales y webs relacionadas.




Alonso Barán es escritor, filósofo y guionista. Licenciado en Filosofía por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en medios de comunicación. En 2015, publicó en la Editorial Divalentis su primera novela El azar no se llora, en estilo thriller psicológico. España Ilustrada también pudo presentar esta novela con especial dedicación.

En Librepensamiento. Cómo no dejarse engañar, queda patente la motivación de Alonso Barán como intelectual que quiere encontrar soluciones a los problemas que se enfrenta nuestra sociedad. En tono irónico y con una dinámica propuesta de ideas, este ensayo pone de relieve la forma de pensar del autor: un revelador análisis que reúne conocimientos de varias disciplinas académicas para conformar un punto de vista refrescante y diferente.
 
LIBREPENSAMIENTO

 
Librepensamiento. Cómo no dejarse engañar
Alonso Barán, Editorial Diálogo S.L., Madrid (2016), Ensayo, 100 páginas en español, 12,35€

La presente obra busca proporcionar al lector los elementos que necesita para desenmascarar las técnicas de manipulación ideadas para dirigir nuestra mente y nuestra libertad de elección. Con un estilo ameno y mordaz, se desvelan los mecanismos que usan quienes aspiran o detentan el poder para conseguir sus objetivos a costa de la ciudadanía.

Este ensayo es un recorrido a través de la psicología social, la filosofía y la antropología cultural como fundamentos para tener un pensamiento creativo y libre. Descubrir cómo opera el poder y cómo direcciona nuestro pensamiento se pone al alcance de cualquier lector, con independencia de su grado de formación, para que pueda pensar con libertad.

 
 
ALONSO BARÁN


Entrevista por España Ilustrada

1. ¿Qué van a poder aprender los lectores de tu libro?

Aprenderán sobre los procesos psicológicos que permiten que sean manipulados, cómo se usan las utopías y los códigos morales para dirigir su comportamiento y porqué pueden hacerlo, cómo funciona el poder y se legitima, porqué psicológicamente preferimos una ideología u otra y cómo se usa esto para dirigir el pensamiento, cómo se usa el lenguaje para dirigir nuestro pensamiento apelando a nuestras emociones, cómo manipulan los medios de comunicación,
 
2. En un capítulo comparas la democracia con la religión. ¿De verdad lo ves así?

Pues sí. Para la mente humana es lo mismo creer en una idea de un dios abstracto que está en todas partes o una idea abstracta como la democracia. Nietzsche dijo que al morir Dios ese vacío trascendental que dejaba en la mente humana podía ser llenado con cualquier idea. Yo creo que se ha llenado con la idea de democracia. Si nos fijamos la democracia funciona como la religión: tiene sus rituales (como las elecciones y los mítines), sus “mesías”, sus sacerdotes (los políticos que interceden entre nosotros y el dios-democracia), fanatiza a la gente en torno a sus partidos, sus herejes (quienes no votan o piensan diferente a nuestras ideas políticas) se hacen cruzadas para imponerla a otros regímenes…, por supuesto todo esto no es una opinión, sino que lo argumento basándome en antropología cultural y filosofía de la religión.

3. ¿Qué es la teoría de justificación del sistema de la que hablas en tu libro?

Es el proceso psicosocial por el que nos adherimos a una ideología u otra.
En psicología social la Teoría de justificación del sistema establece que los seres humanos tenemos tres necesidades: sentirnos valiosos, sentir que pertenecemos a un grupo valioso y sentir que formamos parte de un sistema justo.

Cuando no están satisfechas estas necesidades, queremos que el sistema cambie. Y cuando lo están no queremos que cambie. Lo vemos a ambos lados de sistemas ideológicos: los que se basan en un sistema marxista, y disfrutan de las prebendas del Estado intervencionista, no quieren ni oír hablar de la libre competencia. Y quienes demandan libertad individual en vez de igualdad, quieren que el sistema cambie.

En un sistema liberal ocurre lo mismo: quienes gozan de beneficios por el libre mercado no quieren que cambie el sistema por uno intervencionista que afecte a su estatus.

Lo que ocurre es que los discursos políticos se usan para estimular el proceso psicosocial descrito dependiendo de a quién vaya dirigido: si diriges el discurso a personas satisfechas con el sistema, utilizarás el miedo a que puedan cambiar las cosas y empeoren. Si te diriges a personas insatisfechas, tus palabras incentivarán la esperanza: la necesidad de que las cosas muten de forma que el sistema sea más justo y el individuo se sienta valioso. En ambos casos se apela a emociones básicas, a la irracionalidad.


ALONSO BARÁN


Párrafos de Librepensamiento. Cómo no dejarse engañar

El lenguaje y el pensamiento van unidos. Cuanto más complejo sea nuestro lenguaje más rico será nuestro pensar. Podemos ilustrar esto refiriéndonos   a los experimentos con  chimpancés y gorilas a los que se les enseñó la lengua de los signos. El primer chimpancé que aprendió el lenguaje de los signos fue una hembra llamada Washoe, que consiguió aprender un vocabulario de 132 signos que representaban palabras. Cuando llegó a los dos años de edad, Washoe combinaba hasta cinco signos en frases del tipo "tú, a mí, sacar fuera, deprisa". Adquirir el lenguaje permitió a Washoe desarrollar rasgos humanos como mentir, maldecir, bromear o intentar enseñar el lenguaje a otros chimpancés. Como podemos ver, gracias a Washoe, el pensamiento se potencia gracias al lenguaje. Los eslóganes políticos pretenden que no pensemos más que en una idea, lo cual para nuestra mente es como si Washoe regresara al estado de analfabetismo. Este es el peligro de fundamentar nuestro pensamiento en eslóganes políticos: unas pocas ideas que dirigen nuestra mente y consiguen que el interés de una clase dominante tenga el aspecto de pensamiento universal. 

Tras tantas, espero, aportaciones al librepensamiento, no se nos puede quedar la pregunta en el tintero: ¿cómo podemos saber si nos miente un político? La cosa se complica más cuando se trata de políticos embusteros que despliegan todas las técnicas de manipulación del pensamiento que hemos visto anteriormente. En este caso, para atravesar la armadura de sus mentiras, podemos utilizar un arma blanca: la navaja de Ockham.

El individuo se culturiza socialmente y, aunque utilizamos la cultura de manera creativa, pues no somos zombis aquiescentes a todo lo que las normas culturales reglamenten, hay que tener en cuenta que el sentimiento grupal innato en el ser humano nos impulsa a buscar la aprobación de los demás. Esta instintiva necesidad de pertenecer a un grupo hace que, para ser aceptados, adecuemos nuestros comportamientos y opiniones a los del grupo.

 
Video de Navarra TV

Video en YouTube de la entrevista realizada a Alonso Barán por Navarra Televisión, ofrecida el 2 de julio en el programa Implicados.


 
Video de Alacantí TV

Video en YouTube de la entrevista realizada a Alonso Barán por Alacantí TV.



Índice de materias en Librepensamiento. Cómo no dejarse engañar


Introducción: La necesidad del pensamiento libre

1. Presupuestos sociales
         1.1 Cultura
         1.2 Ideología y sus formas
         1.3 Teoría de la justificación del Sistema
         1.4 Moral
                   a. Moral y Religión
                   b. Religión y Política

2. Pensamiento colectivo
         2.1 Conducta colectiva
         2.2 Movimiento social
         2.3 Mecanismo del condicionamiento
                   a. Uso del lenguaje para manipular la mente
                   b. Utopía al servicio del poder
         2.4 Poder

3. Medios de comunicación de masas
         3.1 Medios de comunicación
         3.2 Redes sociales virtuales

4. Demagogia

5. Conclusiones


ALONSO BARÁN


Blogs y Redes Sociales relacionadas con Alonso Barán








MORAL FILOSÓFICA DE SÉNECA

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El primer filósofo español de rango universal fue sin duda el cordobés Lucio Anneo Séneca, que vivió entre los años 4 y 65 d.C. Fue la gran figura hispano-romana representante de una filosofía específicamente hispana, dedicada esencialmente a la moral y englobada en la corriente del Estoicismo.
 
 
 
 
Hijo del retórico Marco Anneo Séneca y natural de la ciudad de Córdoba, estudió gramática, retórica y filosofía en Roma. Allí tuvo por maestros y compañeros al estoico Atalo, al cínico Demetrio, al ecléctico-pitagórico Sotión, a Metronax y a Fabiano Papiro, cuyos aprendizajes influenciaron su filosofía estoica.

Se distinguió desde muy joven como orador en el foro, y empezó a participar en política. Acompañó al cónsul Vestrasio Polión en sus viajes por Egipto y Oriente. A su regreso fue nombrado cuestor, pretor y senador del Imperio romano durante los gobiernos de TiberioCalígulaClaudio y Nerón, además de ministro, tutor y consejero del emperador Nerón, del que más tarde renege.

Destacó como pensador, tanto como intelectual y político, y como un consumado orador. Fue una figura predominante de la política romana durante la era imperial, siendo uno de los senadores más admirados, influyentes y respetados.

A causa de este extraordinario prestigio e influencia política, fue objetivo tanto de enemigos como de benefactores. En el año 41 d.C., fue condenado por el emperador Claudio a ocho años al destierro en Córcega tras el infundio de haber cometido adulterio con Julia Livilla, hermana de Calígula.

Cuando el emperador Nerón fue coronado en el 54 d.C., olvidó las enseñanzas de su preceptor cordobés dando muerte a su madre Agripina, a su hermano Germánico y a su esposa Octavia. A partir de entonces Séneca se alejó de la Corte romana, para vivir el 62 d.C. en una de sus fincas en la periferia de Roma. Acusado por conspiradores, Nerón le creyó implicado en la conjuración de Pisón y ordenó su ejecución. Pero, antes de ser arrestado, prefirió el suicidio. Su muerte, ejemplo de serenidad estoica, le reconcilió con los que habían reprobado sus riquezas.

Su filosofía escrita en latín pertenece a la corriente del Estoicismo, una de las principales de la filosofía romana de su época, pero en sentido amplio, pues no se ciñó a principios firmes. Perteneció a la stoa nueva, junto con Epicteto y Marco Aurelio.

Aceptó la división de la filosofía en lógica, ética y física, y la concibió como un camino a la sabiduría, como studium Virtutis. Pero no es un estoico más, pues prestó poca atención a la lógica, e incluso a la física.

Además de filósofo, estadista y dramaturgo, destacó por ser un moralista, un rasgo común a la filosofía española, y por sus costumbres de vida austeras, que nada tenían que ver con la acumulación de una gran fortuna como político. Su sabiduría es felicidad, Bien Sumo. Practicó indiferencia ante los bienes temporales, incluyendo la muerte. Amó la naturaleza y la razón, fue imperturbable respecto a las pasiones, y quiso trato humano a los esclavos. De tendencias moralistas, Séneca pasó a la historia como el máximo representante del estoicismo y moralismo romano tras la plena decadencia de la república romana. La sociedad romana había perdido los valores de sus antepasados y degenerándose en turbulenta, amoral, antiética e interesada únicamente en la búsqueda del placer material, que la condujo a su propia decadencia.

RETRATO DE SÉNECA DESPUÉS DE LO ANTIGUO,
POR LUCAS VORSTERMAN

El pensamiento senequista pertenece a la tradición de la filosofía fundada por Zenón y sus discípulos, pero diferenciándose de los maestros griegos por su menor dogmatismo y su mayor amplitud práctica. A pesar de su elevada espiritualidad, persiguió fines prácticos, recurriendo con frecuencia a la retórica y virtuosismo literario para realzar sus ideas. Por ello, se atrevió a escribir hasta nueve tragedias para enseñar sus ideas filosóficas al público profano.

El objetivo del pensamiento senequista es el de ayudar al hombre a encontrarse a sí mismo, condición previa para comprender lo que es la Verdad, la Felicidad y el Sentido de la vida. Al comienzo de su obra De la vida bienaventurada, explicó que todos los hombres deseaban ser felices, pero sin conseguir el camino que llevase a esta meta, que es el de la Verdad: “Nadie que viva al margen de la Verdad puede ser feliz”.

El fundamento de toda verdadera felicidad es la Virtud, un ideal representado por la figura del sabio: El hombre es un animal racional, y la Razón el medio más idóneo para alcanzar el summum bonum. Vivir bajo la dirección de la Razón significa vivir de acuerdo con las leyes de la Naturaleza, secundum naturam vivere, dado que las leyes naturales son las que más convienen y mejor sirven al hombre.

Para Séneca, los valores que el hombre desea son la Amistad, la Paz, el bienestar de la patria y la alegría interior que acompaña a todo ser virtuoso. Por el contrario, consideraba nocivos, indiferentes o superfluos los valores que el hombre común más suele codiciar, especialmente el lujo y la riqueza. Así adoctrinaba a Lucilio en una de sus últimas cartas: "Aprender a estar satisfecho con poco" y "Basar una vida feliz en el oro y la plata es vergonzoso".

La cosmovisión senequista es panteísta: Dios y el cosmos son uno y lo mismo, como demuestra la belleza de toda la Naturaleza orgánica e inorgánica. Dios es causa y principio espiritual de todas las cosas, increado, imperecedero, omnipotente, inmutable y providente. El ser humano está compuesto de cuerpo y alma. El alma es inmortal y es la parte superior y más noble del hombre que, al igual que Platón, consideraba de origen divino. El cuerpo es lo inferior, aunque no por ello haya que despreciarlo y descuidarlo.




La ética de Séneca es optimista ya que asume la capacidad natural del hombre para hacer el bien. Pero la experiencia de su vida le fue llevando hacia una concepción cada vez más realista y escéptica de la moral, así en el número 103 de sus Epístolas afirma que los "peligros más corrientes que amenazan al hombre proceden del mismo hombre", ya que al hombre le gusta destruir al hombre. Los hombres son como animales salvajes porque no atacan por necesidad, sino por vocación. Hobbes repitió a Séneca cuando afirma que el hombre es un lobo para el hombre, y lo mismo hizo Freud cuando introdujo el principio tanático en su concepción antropológica.

Para Séneca, el hombre es un animal político y social por naturaleza, porque busca por instinto de salvación la compañía y ayuda de los demás. El hombre en su estado natural vivió sin leyes, pero a medida que se fue socializando surgió la necesidad de fundar un Estado que organizase su convivencia. Sin el Estado, la sociedad se destruiría a si misma.

Tuvo una concepción altruista de la sociedad y de sus ciudadanos: el bien común de un pueblo es la base del bien particular de los individuos. Pero los pueblos e individuos son todos iguales por naturaleza y están unidos entre sí por su condición humana. Por eso rechaza cualquier idea de tipo nacionalista, etnocentrista y racista. Es un pionero iusnaturalista: establecer diferencias étnicas entre hombres significa atentar contra el principio de igualdad de seres humanos. Es, por tanto, un innovador en Derechos Humanos, quince siglos antes que los escolásticos de la Escuela de Salamanca. Así reconoce su biógrafo Salomón Rubin en su obra
Senecas Ethik: "Frente a Posidonio y todo el estoicismo antiguo y medio, empezó a proclamar el carácter irreversible de los derechos humanos y la igualdad moral de todos los ciudadanos". Basándose en esta tesis, condenaba la esclavitud, así como las diferencias legales que el poder romano había establecido entre caballeros, libertos y esclavos. Por eso, atacó al sistema legal que eliminaba cualquier derecho a los esclavos y permitía la propiedad de los mismos a sus amos. 

En De la tranquilidad de ánimo, desarrolló un pensamiento político contra la guerra y el militarismo, considerando que son igual de criminales los actos de guerra ordenados el Senado y ejecutados por soldados uniformados, como los homicidios cometidos por individuos. Junto a Epicteto y Marco Aurelio, fue precursor de las teorías anti-belicistas que el pensamiento universal fue elaborando durante toda su historia hasta la actualidad. Su crítica a la corrupción y arbitrariedad de la política llevan sus ideas hasta el siglo XXI, recomendado apartar de la administración pública a quienes ejecuten esta praxis.

En De la divina providencia, proclamó el principio de autodeterminación del hombre, según el cual posee la capacidad para vivir en dignidad y decidir en libre albedrío. Pero su concepción fatalista de la existencia le hizo desarrollar la idea de la supeditación del hombre al azar o providencia. Creyó también en el Hado, una ley eterna e inmutable que rige el universo, afirmando que "los hados nos guían".

El aspecto central de existencia humana es la mutación y cambio, siendo la muerte lo único cierto. Así escribió en De la tranquilidad del ánimo: "Advierte, pues que naciste para la muerte"; un tema que abordó desde varias perspectivas, anticipándose al "ser-para-la-muerte" de Martín Heidegger, eje central de su filosofía que elaboraría de veinte siglos después. Por eso, el hombre debe enfrentarse a las adversidades con fortaleza.

La ética de Séneca infunde un espíritu de resistencia: moral defensiva tan habitual en la conducta del homo hispanus. Como explicó Ángel Gavinet en su Idearium, el senequismo es la expresión filosófica de una cosmovisión profundamente arraigada en el alma popular española. También Menéndez Pelayo escribió en sus Ensayos de crítica literaria que en Séneca “están apuntados ya los principales caracteres del genio filosófico nacional”.


ESTATUA DE SÉNECA EN CÓRDOBA

 
Séneca no escribió un sistema filosófico de forma estructurada, sino que ha ido expresando su pensamiento estoico a la largo de su extensa obra. Escribió un libro sobre ciencias naturales (Naturalium quaestionum libri septem ad Lucilium), tragedias (Medea, Phedra, Hércules furens, Oedipus, Agamenon, Las troyanas, Hipólito, Tiéstes, Hércules, Las fenicias y Octavia), tratados morales y diálogos (Dialogorum libri duodecim, De Providentia, De Constantia sapientis, De Ira, De Consolatione, De Vita beata, De otio, De Tranquillitate animi, De brevitatae vitae, De beneficiis, De clementia, Epistolae morales ad Lucilium), cartas, epigramas y otras obras que se han perdido.

Su pensamiento filosófico se ha irradiado a lo largo del tiempo por todo Occidente, siendo uno de los pocos filósofos romanos que siempre ha gozado de gran popularidad. Hoy en día, es uno de los eruditos españoles más reeditados, traducidos y comentados, y su obra ha sido admirada por algunos de los pensadores e intelectuales occidentales más influyentes: Erasmo de
RotterdamMichel de MontaigneRené DescartesDenis DiderotJean-Jacques Roussseau, Francisco de QuevedoThomas de QuinceyDantePetrarca,San JerónimoSann Agustín,
LactancioChaucerJuan CalvinoBaudelaireHonoré de Balzac, etc.


PLATÓN, SÉNECA Y ARISTÓTELES
 

Una de los mejores investigadores de la obra senequista, Ilsetraut Hadot, escribió que "son oeuvre de moraliste a exercé une influence capitale sur la formation de la pensée occidentale".

Como la filosofía senequista es compatible con la doctrina cristiana, fue conocido por los pensadores de la Edad Media. San Agustín lo citó con frecuencia; Tertuliano asumió que muchas de las doctrinas morales de Séneca tenían gran parecido con las expuestas en la Biblia; y lo consideró "a menudo uno de los nuestros"; y San Jerónimo llegó a incluirlo en su Catálogo de santos.

Su tratado de ciencias naturales Naturales quaestiones fue alabado por Plinio el Viejo y referencia clave en los naturalistas de la Edad Media. Sólo las enseñanzas de Aristóteles en esta materia tuvieron mayor importancia.

La doctrina senequista ejerció gran influencia en el Renacimiento, especialmente en la corriente humanista: la igualdad de todos los hombres, la felicidad mediante una vida austera y moderada, el rechazo a la superstición, las ideas antropocéntricas, etc.

Erasmo de Rotterdam fue el primero en escribir una crítica de sus obras en 1515; Calvino redactó una edición de De clementia en 1532; Robert Burton lo nombró en su Anatomía de la melancolíaJuan Luis Vives y Tomás Moro lo tuvieron en gran consideración especialmente por sus ideas éticas.

Diderot escribió que "Sénéque n´est Estoicien que par la téte; a tout momento son coeur l´importe hors de la secte". Otro adepto francés fue Michel de Montaigne, quien reconoció la influencia senequista en su obra magna Essais, tanto en forma como en crítica, muchas de las cuales son comunes en ambos pensadores. Las Cartas a Lucilio se asemejan bastante a la estructura formal desarrollada en los Ensayos de Montaigne.

Estas Cartas a Lucilio han sido reconocidas como un antecedente claro del ensayo moderno y han sido comparadas con un libro de autoayuda. De hecho, tras la película Gladiator, tanto estas cartas como las Meditaciones de Marco Aurelio fueron reeditadas con gran éxito en el mundo anglosajón.


EL SUICIDIO DE SÉNECA, POR MANUEL DOMÍNGUEZ SÁNCHEZ

1785 MOTIVOS PARA SER ESPAÑOL

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1785 Motivos por los que hasta un noruego querría ser español
, por José María Moya, 1785.es (Madrid, 2016)


1789 Motivos por los que ser español es la mayor recopilación de logros, hitos, personalidades y hechos positivos que la nación española ha aportado a la Humanidad, tanto a lo largo de la historia como en la actualidad.

El autor de la idea original y coordinador de este libro es José María Moya, un especialista en estrategias de marketing, branding y posicionamiento de marcas comerciales. Pretende aprovechar su experiencia profesional para promover la imagen interna de España y demostrar su importancia influencia sobre el desarrollo individual y colectivo de la sociedad.

Este libro es una gran recopilación de 1785 personalidades y hechos, presentes y pretéritos, expresados en breves cápsulas informativas. Unas referencias muy acertadas en cuanto a su influencia y repercusión internacional, aunque poco desarrolladas en su contenido, están ordenadas en diversos temas y resumidas en más 300 páginas, donde no aparecen imágenes.

Después del prólogo realizado por el periodista radiofónico Luis del Olmo, el promotor de este proyecto explica la principal razón de ser: una falta de autoestima nacional. Una mala imagen de nosotros mismo que ya desde el siglo XIX daba cuenta el poeta Joaquín María Bartrina:

Oyendo hablar a un hombre, fácil es
acertar dónde vio la luz del sol:
si os alaba a Inglaterra, será inglés,
si os habla mal de Prusia, es un francés,
y si habla mal de España, es español.

En primer lugar destaca los Inventos, ya que muchas de las brillantes ideas que han mejorado nuestra vida han sido originadas por la mente de un español. El mando a distancia fue inventado por el genio Leonardo Torres Quevedo, el traje de astronauta por Emilio Herrera Linares, la radio por Julio Cervera o las jeringuillas desechables por Manuel Jalón.

La primera máquina de aire acondicionado fue puesta en marcha por Jerónimo de Ayanz y Beaumont en el siglo XVI para mejorar las condiciones de trabajo en las minas. La primera máquina de rayos X portátil por Mónico Sánchez, salvando la vida a miles de personas en la II Guerra Mundial.

En cuanto a Transportes, como no podía ser de otra manera en un país pionero en expediciones y descubrimientos geográficos, son destacan el primer submarino motorizado fue obra de Isaac Peral, el tren articulado Talgo de Alejandro Goicoechea, el autogiro de Juan de la Cierva y Codorníu, o el teleférico de Leonardo Torres Quevedo.

Investigadores y exploradores españoles han dejado una importante contribución al desarrollo de la Ciencia y Tecnología muchas de las cuales quedaron patentes tras el descubrimiento de América y el establecimiento de las primeras rutas comerciales estables entre continentes y océanos, como por ejemplo en el tamaño y esfericidad del planeta Tierra. Gracias a este hito pudo, por ejemplo, José de Acosta realizar el primer estudio antropológico moderno en tierras indígenas. Las primeras investigaciones astronómicas quedaron patentes en las Tablas alfonsíes del rey Alfonso X y en la Córdoba andalusí.


La evolución de la Medicina tiene mucho que agradecer a España. Entre sus grandes científicos se encuentran: Miguel de Servet, por descubrir la circulación sanguínea pulmonar; Bernardino Montaña, por diferenciar la sangre arterial de la sangre venosa; Javier Balmis, por encabezar la primera misión humanitaria mundial con el objetivo de erradicar la viruela en América y Asia-Pacífico; Francisco Hernández, por realizar el primer estudio científico moderno basada en recursos botánicos de América; investigaciones que continuó Nicolás Monardes, pero sobre plantas medicinales.

El reconocimiento a toda una larga aportación durante siglos tuvo su recompensa con la concesión del Premio Nobel de Medicina a Santiago Ramón y Cajal, por sus investigaciones en la estructura del sistema nervioso, en 1906, y a Severo Ochoa, por sus avances en la síntesis biológica del ARN y el ADN, en 1959.


España ha sido una de las cinco naciones europeas (junto a Francia, Alemania, Italia y Reino Unido) que han construido la Historia universal, protagonizando algunos de los hechos más fascinantes de la humanidad. Grandes exploradores y descubridores abrieron la puerta de Occidente a un nuevo contiene, América, a un océano, Pacífico, y fueron los primeros en explorar más de un tercio de la tierra desconocida. Hernán Cortés, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Pedro Valdivia, Francisco Pizarro, Juan Ponce de León, Diego de Almagro o Vasco Núñez de Balboa fueron descubridores de amplios territorios del Nuevo Mundo y fundadores de ciudades.

Entre los exploradores de ultramar destacaron: Juan de la Cosa, por cartografiar el primer mapamundi en el que aparecen dibujado el continente americano; Juan Sebastián Elcano, por ser primero en dar la vuelta al mundo; Andrés de Urdaneta, por establecer el tornaviaje Asia-América; Francisco de Hoces, por descubrir el cabo de Hornos; Francisco de Orellana, por ser el primero en recorrer el río Amazonas; Álvaro de Saavedra, por por descubrir las islas Nueva Guinea y Hawai; Juan Fernández y Pedro Fernández de Quirós, por descubrir Nueva Zelanda y Australia, respectivamente.


Como consecuencia de la colonización de América, en la actualidad la Lengua española es una de las más importantes del mundo, con cerca de 500 millones de hispanohablantes, siendo oficial en 21 países de tres continentes, con presencia en otros 50. Fue la primera lengua vernácula que se convirtió en culta gracias a la Gramática de la Lengua española, que escribió Antonio de Nebrija en 1492. A comienzos del siglo de la Ilustración se fundaron la Real Academia de la Lengua y la Biblioteca Nacional.

Posee una riquísima Literatura cuyo máximo exponente es Miguel de Cervantes, siendo Don Quijote de la Mancha el segundo libro más leído después de la Biblia y uno de los más traducidos de la literatura universal. Pero existe una larga y brillante tradición literaria que comenzó en la Edad Media con Ramón Llull y Alfonso X, teniendo su apogeo durante el llamado Siglo de Oro de las Letras españolas cuyo principales representantes fueron: Lope Félix de Vega, Luis de Góngora, Luis de León, Tirso de Molina, Francisco de Quevedo o Pedro Calderón de la Barca. Los Premio Nobel de Literatura han sido: José Echegaray (1904), Jaciento Benavente (1866), Juan Ramón Jiménez (1956), Vicente Aleixandre (1977) y Camilo José Cela (1989).


La Filosofía española ha aportando un relevante número de eruditos cuyas ideas han contribuido al desarrollo del pensamiento occidental, influyendo en su coetáneos y posteriores. De época romana sobresalió el filósofo estoico Lucio Anneo Séneca, dedicado a la ética y moral. En el Reino Hispano-visigodo, la figura de Isidoro de Sevilla fue una de las más relevantes de la Europa altomedieval, gracias a su precursora enciclopedia Etimologías. El pensamiento filosófico y teológico de Maimónides determinó todo el movimiento escolástico cristiano. El más destacado del Renacimiento fue Juan Luis Vives, y del Barroco lo fue Baltasar Gracián.

A pesar de que el pensamiento español ha estado tradicionalmente dominado por la teología, desde el siglo XIX ha cultivado un relevante filosofía moderna, gracias a ejemplos como José Ortega y Gasset, Jaime Balmes, José Luis López-Aranguren, Julián Marías, María Zambrano, Xavier Zubiri, Eugenio D´Ors, Julián San del Río, Francisco Giner de los Ríos o Ángel Ganivet, entre otros.


España no ha dejado de aportar genios para el Arte, con gran poder creativo y ejerciendo influencia sobre sus contemporáneos. Creaciones pictóricas magistrales han salidos de los pinceles de El Greco, Velázquez, Goya, Picasso, Dalí o Miró, y escultóricas de las manos de Chillida y Oteiza. Talento artístico que se puede contemplar en la mayor pinacoteca del mundo en pintura clásica: el Museo del Prado. Continúan los motivos relacionados con el arte en materias como la Arquitectura, la Música, el Cine, las Artes Escénicas y la Moda, aspectos dedicados tanto a la realidad actual como al pasado reciente.


Si algo encabeza España es su Patrimonio de la Humanidad: 45 espectaculares lugares naturales, culturales, artísticos, o mixtos han sido reconocidos por la UNESCO. Un patrimonio basado en el legados de tantas civilizaciones y culturas que han pasado por el solar nacional: desde pinturas rupestres y conjuntos megalíticos, pasando restos arqueológicos romanos o herencias de al-Ándalus, y terminando en los movimientos artísticos como el románico, el gótico, el renacentismo, el barroco y el modernismo. También posee un importante Patrimonio inmaterial de la Humanidad basado en tradiciones religiosas y manifestaciones culturales que el pueblo español lleva realizando durante siglos. El Patrimonio Monumental es una extensa relación de unas 60.000 construcciones declarados como Bienes de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura.

Debido a la posición geográfica, nexo entre Europa y África, entre el océanos Atlántico y el mar Mediterráneo, España posee un extraordinario patrimonio de NaturalezaPor eso es el país de la Unión Europea con mayor biodiversidad y con sus 48 Reservas de la Biosfera reconocidos por la UNESCO es el que más espacios protegidos tiene por superficie.


A lo largo de la historia, España ha sido pionera en avances para la Humanidad que han ayudado a construir la actual Civilización. Por ejemplo, las Cortes Parlamentaria del Reino de León, de 1188, están reconocidas por la UNESCO como las primeras en celebrarse de toda Europa. El Fuero de León o la Carta Puebla de Brañosera han sido las primeras manifestaciones de derechos locales y civiles del viejo continente. Los Reyes Católicos fundaron la primera nación de Europa en 1474, en el sentido etimológico moderno, al crear una innovadora forma de comunidad humana y de estructura política.

Francisco de Vitoria está considerado como uno de los fundadores del Derecho Internacional de Gentes, quedando sus ideas representadas en la Junta de Valladolid de 1550, el primer debate sobre los Derechos Humanos. Estas novedosas ideas y derechos pudieron ser desarrolladas por un prestigioso grupo de teólogos y juristas del siglo XVI que fundaron la Escuela de Salamanca, sentado las bases de la Economía Moderna. 

Tras detallar con gran amplitud de referencias todos estos temas, las asignaturas pendientes son las relacionadas con las Empresas y los Emprendedores en la actualidad, así como la Solidaridad, el Turismo y la Gastronomía, aspectos relevantes de la realidad nacional.

Concluye el autor su exposición con unos Motivos Subjetivos por los que llevar a España en el corazón.

Las páginas finales son una relación de personas e instituciones que han participado en la elaboración de este proyecto, y un catálogo de fuentes bibliográficas.

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